03★彡Hasta nunca, club de astronomía

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— ¡Mikan...! ¡Mikan, Mikan, Mikan, Miiiiikaaaan!

— ¡Taehyung!—respondí de igual manera, sintiéndolo hacer presencia a mis narices.

Sellé mi libro, ansiando no toparme con nada del otro mundo. Alcé las cejas, y junté mis labios en una fina línea, haciendo lo más cercano a una sonrisa inquisitiva.

Había decidido, por el momento, no darle más vueltas al asunto. Yoongi tenía razón, ¿no era tan malo, verdad? Digo, lo del falso club, se supone que lo llevaban haciendo hace mucho más de un año, y aún no los descubrían. Eso debía ser por algo, ¿no?

Por más que trataba y trataba de auto convencerme de que esta era una buena idea, que era un buen plan adentrarme esta farsa y conseguir una especie de mesada y excelentes calificaciones sin siquiera intentarlo; sabía que esto estaba mal. Sabía que estaba, por lo menos, cometiendo un delito. Lo tenía claro, hasta las patas, pero por alguna razón, la intimidación de Yoongi no hizo más que intranquilizarme al punto de tan solo poder asentir y soltar un simple:

—Me quedaré.

¡Y eso no era lo peor! Lo peor no era ser partícipe de un fiasco, no, lo peor era tener que pretender delante de todo el mundo que nada ocurría, ¡que nada pasaba! Si yo ya era pésima hablando, imagínense lo desastrosa que sería al querer mentir.

¡Sencillamente inaceptable!

— ¿Ese es tu intento de sonrisa, Mikan? ¿Así de mal?—ironizó Taehyung, alzando una ceja en señal de reprobación.

— ¿Q...qué tiene de malo?—balbuceé. De pronto consiguió hacerme sentir avergonzada.

—Nada...Solo...—curvó los labios, inclinando la cabeza a la izquierda, luego a la derecha— ¿Siempre eres tan tensa?

— ¿Disculpa?

— ¡Si, tensa! Tus hombros siempre están demasiado rectos, como si te aterrara quedarte jorobada por tan solo encorvarte una vez al día—mi intento de sonrisa se esfumó, y finalmente formé un poco visible puchero—. Mira, tan solo...

Taehyung se levantó de la silla anaranjada de la cafetería, apoyando su estomago y pecho sobre el mesón, y por ende, acercando su rostro al mío. Sus manos fueron a parar a mis hombros, luego una de ellas vagó hasta mi nuca, presionando con sus huesudos dedos.

— ¿Ves? Estás demasiado erguida, tienes que tratar de soltarte de vez en cuando. Si sigues así, terminarás desgarrándote algo, Mikan—me sonrió una última vez, antes de volver a su antigua posición, dejándose caer sobre la silla y lamiendo una paleta.

¿Otro punto negativo? Tener que convivir con siete chicos dos veces a la semana, sin falta, y en especial, con Taehyung. Y más que convivir, el punto realmente negativo de todo esto, era tener que mentirle a todo el mundo, en especial a Taehyung.

Si bien Taehyung en algún momento me molestó, ya no era para nada así. Mi primer encuentro con Taehyung, y mi primera aparición en el club, había sido hace no más de tres días; el viernes. Ahora estábamos a lunes, y no podía asegurar el sentirme totalmente renovada.

Yoongi, el viernes, me había dejado más que claro que no debía jugar con los sentimientos de Taehyung, si no quería correr el riesgo de ser expulsada de la universidad. Me había dejado en claro que no tenía que pretender llevarme bien con él solo por el estúpido club, al contrario. Si todo esto había simplemente comenzado por mi fallido intento de no ser expulsada por reprobar materias, debía dejar de serlo. Bien, ahora era parte de todo este ajetreo, lo mínimo que podía hacer era cooperar, y tratar de, realmente, llevarme bien con el chico que se preocupó por mí, antes que nadie; o sea Taehyung.

Cherry Host Club➳V; BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora