Weak [2Jae]

Padre e hijo

Despertó en, sorpresivamente, un lugar bastante acogedor. Recuerda haber salido a buscar la razón de que Coco estuviera tan alterada, y luego todo se tornó oscuro. YoungJae no era tonto y sabía que se trataba de un secuestro, y también sabía que había sido el padre del alfa quién lo había hecho.

—Veo que despertaste — se estremeció al oír la voz del hombre — ¿Estás cómodo?

—N-no me mate por favor.

—¿M-matarte? ¿estás loco? — se defendió el portador de aquella voz — No soy un asesino — el omega frunció el ceño, ¿no lo mataría? ¿para qué lo quería ahí entonces? — Eres la única forma de que mi hijo vuelva a casa.

—Jaebum no volverá ahí, ¿sabe las cosas que me ha contado? Él no quiere volver, y yo no lo dejaré volver. Ha sufrido tanto que merece ser feliz.

—¿Ha sufrido? Imposible. Es un Im, y los Im no sufrimos.

—Señor, con todo respeto, lo que dice es completamente estúpido. Todos sufrimos, en especial Jaebum, quién ha crecido sin el cariño de su padre. Pero sin embargo es muy fuerte, Jaebum ha sido increíblemente fuerte.

—Jaebum no es fuerte. Es incapaz de asesinar a un simple conejo. No sobreviviría sólo, ni podría convivir con otros alfas.

—Creo que tenemos distintas definiciones de “fuerza”, señor Im. Quiero contarle un par de cosas — el hombre se acomodó en el sofá frente al menor, sorpresivamente atento a lo que este tenía para decir — Jaebum cruzó el bosque más peligroso de los alrededores, solo, sin agua, sin comida. Jaebum llegó al orfanato de omegas, se comportó completamente educado, pero se veía perdido. Cuando hablé con él la primera vez creí que tendría que cuidarlo para siempre, pero resultó ser al revés, él me ha cuidado tanto, me ha ayudado en miles de cosas, todo completamente solo. Incluso después de todo lo que soportó por...

—Por mi culpa — el omega lo miró con algo de lástima y reproche mientras asentía.

—Exacto, a pesar de todo lo que sufrió con usted, Jaebum siguió, y si él no me lo hubiera contado yo jamás me habría dado cuenta de que lo había pasado tan mal. Jaebum es un alfa muy fuerte, pero además de eso es muy humano.

El señor Im pareció meditarlo por unos minutos, la angustia inundaba su expresión. YoungJae podía asegurar que el hombre realmente extrañaba a su hijo.

—YoungJae, ¿verdad? Tú... ¿Amas a Jaebum? — el nombrado bajó la vista avergonzado, asintiendo lentamente — Jaebum te ama también... Lo sé. Cuando fui ahí pude percibirlo. Eres su Omega destinado. Cómo eres importante para Jaebum quiero contarte algo... Jaebum nunca te ha hablado de su abuelo, ¿verdad? — el omega negó — Nunca lo conoció... Él murió cuando yo tenía 16 años. No sería algo tan significativo, todos mueren de manera inesperada... Pero fue su propio padre quien lo mató, ¿puedes creerlo? Un padre asesinando a su hijo... Mi padre era igual a Jaebum. Tranquilo, sensible, débil. Yo jamás le haría algo así a mi hijo, pero hay muchos alfas con la misma mentalidad que mi abuelo tenía, y si encontraban a mí Jaebum, tan sensible e indefenso... Yo no sé que hubiera hecho. Me dediqué a entrenarlo de una manera que creí sería efectiva para que por fin se volviera fuerte, pero sólo hice que se alejara completamente de mí — YoungJae miró con lástima al hombre cabizbajo frente a él. Comprendiendo que su forma de ser criado fue muy distinta a la suya, y también comprendiendo lo difícil que debió ser perder a su padre de manera tan horrible a tan temprana edad.

El señor Im caminó hasta el omega para quitarle el pedazo de tela con el que había amarrado sus manos para que no intentara escapar.

—Puedes irte ya. No tiene sentido tenerte aquí, sólo le haré más daño. Sólo quería despedirme de él antes de irme y supuse que tú serías la “carnada” para atraerlo a mí. He estado tan enfermo. Me temo que no me queda demasiado tiempo, si tengo suerte será un año más. Pero lo merezco, ¿sabes? He hecho las cosas mal. He dañado a mi hijo, a un omega inocente. Comienzo a creer que el débil soy yo, y no mi hijo.

—Tiene que arreglar las cosas con Jaebum, señor.

—El no vendrá, no sabe dónde estamos.

—Yo tengo una idea.

De alguna forma YoungJae se las arregló para lucir completamente moribundo en aquella foto, la cual enviarían a Jaebum junto a la dirección.

“Si no llegas en diez minutos, tu omega no pasará de esta noche.
Ven a xx y lo salvarás.”

—¿No crees que fue demasiado?

—Es mejor así, llegará en menos de 10 minutos.

Y no se equivocaba. Cinco minutos después de enviado el mensaje el lobo del omega comenzó a alterarse al sentir al lobo del alfa completamente enfurecido llegando a toda velocidad.

Nadie tuvo tiempo de decir algo. Las ventanas de esa pequeña casita fueron rotas cruelmente y lo siguiente que vieron fue al alfa con los ojos teñidos de un tono amarillento debido a la rabia entrando con violencia en su peligrosa y aterradora forma de lobo, acorralando a su padre contra la pared.

—¡¡A YoungJae no lo tocas!!! ¡¿Oíste?! ¡Aquí me tienes, ahora déjalo a él! — el tono que el azabache utilizó, más sus ojos llenos de rabia, fueron suficientes para estremecer al señor Im.

—¡Espera Jaebum! E-estoy bien.

—YoungJae, omega... — soltó al hombre, quién cayó al suelo observando las acciones de su hijo. Rápidamente cambió su forma, su lobo preocupado de no asustar a su omega, al igual que Jaebum  — Omega precioso, estás bien, ¿no te hizo daño? No debí descuidarte.

—Estoy bien, él no me hizo nada Jaebumie — el alfa besó repetidas veces la frente del más bajo, totalmente aliviado al verlo en buenas condiciones — Creo que deberían hablar...

—Yo no tengo nada que hablar con él.

—Alfa... — el lobo del mayor reaccionó ante el llamado del omega — hazlo, por favor — lo miró a los ojos, transmitiéndole paz y seguridad. Finalmente terminó por asentir — Gracias, alfa. Todo estará bien. Si algo sucede estaré aquí — volvió a asentir, para luego dirigir su vista al hombre sobre el sofá — Ven aquí — juntó su frente con la del azabache susurrándole palabras bonitas para darle algo de fuerza y valor emocional, cosa que funcionó de inmediato.

Jaebum se sentía listo para finalmente hablar con su padre. Después de tanto tiempo, después de tanto sufrimiento, por fin tendrían una conversación decente. Padre e hijo.

Ya no odien a este pobre hombre, solo lo criaron así:(

Lo siento, no sé escribir cosas demasiado dramáticas... Por eso mejor dejo todo feliz JAJAJ:(