Weak [2Jae]

Extra

YoungJae tomó un par de pantalones, un par de camisetas, dos pares de calcetines y un par de calzoncillos, ubicando todo dentro de una pequeña mochila de Shrek.

—¿Seguro que estarás bien, Dowoonie?

—¡Sí sí sí! — se oía realmente seguro — ¡Wonpil espera!

—Aish. Espera a que papá encienda el auto, ¿sí?

—¡Puedo correr!

—No. ¿Llegarás a casa de Wonpil todo sucio y desastrado? — el pequeño negó — Entonces espera pacientemente... Oh, ya encendió.

El menor corrió despavorido hacia el auto de sus padres. Jaebum sonrió al ver a un cansado YoungJae subiendo al asiento de copiloto. Su hijo había cumplido ya cinco años, pero su energía era, según ellos, anormal.

Dowoon pasaría dos días y una noche en el hogar de su mejor amigo Wonpil, o como él prefería llamarle: su futuro esposo. Los padres del menor, los señores Kim NamJoon y Park Jimin — éste último prefirió conservar su apellido aún después de casado — se habían encariñado con el pequeño azabache, por lo que gustaban de invitarlo cada vez que podían, además Wonpil adoraba recibirlo seguido.

Llegaron luego de unos minutos. El castaño ya estaba plantado fuera de su hogar con una sonrisa de oreja a oreja agitando ambas manos en el aire como saludo.

—¡Woonie!

—¡Pil! — saltó del auto sin siquiera despedirse de sus padres — ¡Adiós! — agitó su mano en dirección a ambos progenitores y de inmediato tomó la mano del castaño, quien lo guió hasta el interior de su hogar.

—Bumie... Dos días solos.

—Dos días solos... Hay que ir a casa rápidamente.

El lindo sofá que habían comprado hace solo una semana acababa de mutar a una posada de placer. Jaebum succionaba con desesperación cada rincón del cuerpo del menor, dejando su ya tan conocida marca.

—No estás en celo, pero pareces arder...

—E-es culpa de Bumie... — gimió — N-no lo estoy, p-pero así me sien... ¡Ah! Siento... — Jaebum siempre era tan hábil con su lengua y dedos que terminaba volviendo loco al pobre omega — A-alfa... N-no es suficiente.

—¿Quieres algo más? — YoungJae jadeó mientras asentía — ¿Algo cómo ésto? — la punta de su miembro pasó a delinear su entrada, volviéndolo un manojo de gimoteos y gemidos.

—Y-ya... P-por favor.

—Como gustes, bebé.

Su sesión culminó con el menor recibiendo mimos y el alfa deleitándose con la preciosa voz de su omega. Incluso después de tanto tiempo sus cuerpos y corazones seguían reaccionando de la misma forma cuando tenían sus encuentros.

Su vida se había vuelto tranquila. Desde que Yugyeom y Bambam fueron adoptados por una pareja muy cariñosa ya no había nadie que los interrumpiera cuando hacían algo importante, aunque debían admitir que los extrañaban bastante. De vez en cuando conseguían comunicarse por videollamada para verificar que todo estuviera yendo bien. La pareja que los adoptó no los reconoció como hermanos, sino como pareja, pues según ellos eran uno solo, de una manera romántica, por supuesto.

A YoungJae le costó un poco separarse de su padre y comenzar a formar una familia con el alfa, pero tanto su progenitor como el amor de su vida le dieron el apoyo necesario para lograrlo.

Hace algunos años, YoungJae veía inútil la necesidad de tener un alfa, es decir, él podía solo y no necesitaba a nadie... Hasta que Jaebum llegó. El alfa le dejó en claro que tal vez si necesitaba a alguien y que "un poco" de amor no le haría daño en absoluto, aunque fue mucho más que un poco de amor lo que el omega recibió.

—¿Cuántas veces he dicho que te amo?

—Hoy muy pocas.

—Pues te amo, te amo mucho — el lobo de YoungJae gimoteó alegre y el de Jaebum respondió de la misma manera.

—Yo te amo mucho más — el alfa frotó su nariz en el cabello del menor y repartió besitos por todos lados, ganándose unas preciosas risitas de su parte.

Tanto Jaebum como YoungJae lograron comprender con el tiempo que la rutina tal vez no era tan mala, no cuando se tiene a alguien como el contrario para acompañar su día a día, además de un precioso cachorro producto de su amor.

YoungJae y Jaebum eran plenamente felices, como en los cuentos de hadas que leían para su pequeño, o las películas que el alfa secretamente disfrutaba. Eran tan felices que, cada vez que alguno se sentía débil, podían volverse fuertes gracias al amor y apoyo del contrario.

No se lo esperaban, ¿verdad? JDJGKGLG

Ahora puedo dar por finalizado este fic ❤

No había mucho que narrar en este extra, además de recalcar lo felices que fueron.

Debo agradecerles por esperar tanto tiempo JDJFJFKGLG ❤❤❤❤❤❤

Ahora así, ¡digan adiós a mi primer omegaverse! (Nadie dice adiós ahre)

Lxs amo uwu ❤