-ahhh que demonios eres!! Un ladrón- Mingyu lanzo las bolsas que llevaba con él al ver a un chico delgado, de tez pálida, ojos color oscuro y cabello del mismo tono comiendo en su cocina usando su ropa.
-ay mierda volviste muy temprano. - dijo sin i...
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Finalmente estaba dentro de él, completamente en su interior, sintiendo como todo se volvía al compás de los latidos acelerados de ambos, como la suave y cálida entrada de Wonwoo lo apretaba a su gusto, sin moverse ni un centímetro permaneció en aquella sensación cercan al nirvana, pues lo único de conciencia humana que le quedaba estaba por desaparecer.
Con besos profundos sobre el cuello y la nuca Mingyu se aseguraba de Wonwoo estuviera bien, aunque no decía palabra alguna, sus gemidos suaves le hacían saber que todo iba bien. una incomodidad repentina hizo que Wonwoo moviera un poco sus caderas, señal para Mingyu, pues rápidamente se separó de él volviendo a dejarlo vacío, esta vez recostado con la espada sobre la cama, separando sus piernas una vez más, levantándolas hacia él, esa vista era su favorita, verlo de esa forma, completamente desnudo, con esos ojos rogantes de amor, esas expresiones que jamás mostraba con nadie, expresiones que eran únicas ya que Wonwoo siempre iba con el semblante serio.
Mingyu levanto su cabello hacia atrás, gracias al sudor del momento este se quedó en ese lugar, sus nuevos desarrollados músculos volvían más deseoso a Wonwoo, su abdomen, sus prominentes pectorales que antes no se veían de esa forma, le mantenían hipnotizado, besando aquella rasguñada en la cadera, Mingyu aprovechó también para besar su vientre amorosamente, como gritándole que aun sentía lo del pequeño que esperaban, aun se sentía culpable, pero como Seungcheol dijo, son muy jóvenes aún.
Sintiendo la nostalgia que amenazaba con romper el momento, Wonwoo romo a Mingyu por los hombros para atraerlo a su rostro, mirándole de cerca, sintiendo su respiración mezclándose con la suya, lamio sus labios traviesamente, lo beso, no como Mingyu lo hacía, que, si bien le encantaba esa forma de besarse, Wonwoo prefería algo lento, lindo, algo que durará mucho, tanto como para que Mingyu supiera cuanto le amaba. Enlazando sus brazos sobre el cuello de Mingyu este aprovecho para volver a llenar aquel lugar que había olvidado, esta vez sin miedo alguno, entro como si aquel fuera su hogar, y con muy suaves movimientos comenzó la danza, entre besos, gruñidos, sollozos y gemidos la habitación volvía a sentirse viva, esa misma habitación que fuera su cómplice tanto tiempo volvía a serlo.
En silencio total, comunicándose entre miradas, apretones y besos, el ceño de Mingyu comenzó a fruncirse, el placer era tal que sabía lo que sucedería, pensó que lo mejor sería separarse de Wonwoo, pero este la notar su clara intención se aferró a su espalda desesperadamente mientras seguía sacudiendo su interior. Apuno de soltar su nudo Mingyu luchaba por no hacerlo, todo comenzaba a girar a su alrededor, repentinamente todo se había vuelto más profundo, cada estocada era más intensa, más caliente, no le dejo otra opción, al soltar su nudo, Wonwoo se estremeció retorciéndose de placer, ambos cuerpos temblantes, sollozantes, los músculos de la espalda de Mingyu se movían como un tigre. Por fin volvía sentir suyo a Wonwoo. Pero faltaba algo. Faltaba una única cosa.
-te amo...- susurro Mingyu cerca de su cuello para así besarlo, Wonwoo estaba tan inmerso en la sensación de ser llenado por completo que no se percató del momento en el que Mingyu había clavado su mordida en su cuello.