Capítulo 1

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Ya hace meses que vengo a esta cafetería. Su café es buenísimo y el ambiente es relajante. Pero eso no es la razón por la que vengo a la cafetería que está muy lejos de mi trabajo y mi casa.

Aquí trabaja un chico joven. Un joven más alto que yo y seguramente más joven. Pelo negro que no lo hace destacar, pero su sonrisa es inolvidable.

Me enamore de esa misma sonrisa el primer día y desde aquel día ando en las nubes pensando en él.

Según la identificación de su camisa se llama Jungkook. Jungkook, que nombre más bonito.

Cada día me quedo hasta que cierran, pero hoy no debí quedarme. ¿Por qué me quedé? Si tan solo me hubiera ido cinco minutos antes, no vería como se besaba con su novia.

Ese beso me dolió tanto que salí con lágrimas en los ojos de ahí. Si tan solo la hubiera visto antes, no me haría ilusiones. Hoy quería empezar ha hablar con él pero creo que será imposible si tiene novia.

-Hey, tú. Chico.-miro alrededor para ver si me lo decían a mi. No hay nadie así que me giro a ver quien me llama. Es Jungkook.-¿Estas bien?

-Si.-le tagalo una falsa sonrisa, pero las lágrimas de mis ojos me delatan.

Se acerca y me seca las lágrimas con las yemas de sus dedos gordos.

-No me mientas. Ven dentro y hablamos.

-Lo siento, tengo prisa.-es mentira pero quiero irme de aquí.

-Mañana quedamos aquí a las cinco.

No creo que mañana vuelva, pero le digo que si con la cabeza y empiezo a caminar. Cada vez más rápido y dejando atrás lo que he visto.

Llego a casa y mi compañero de piso aparece con el delantal puesto. Al ver mis lágrimas se acerca a mi.

-Jimin ¿que te ha pasado?

-No es nada Hoseok.

-Sabes que eso de “no es nada” no funciona.

Hace unos cinco años que vivo con él encima de nuestra escuela de baile. Yo trabajo con personas que puedan asistir a la mañana y el con los que asisten a la tarde. Hay otros dos profesores pero esos dos comparten otro piso.

Hoseok siempre ha sido una persona en la que puedo confiar. Me ha ayudado en varias ocasiones, pero en esta ocasión no se que hacer. Quizás se ría al saber que reacción más infantil que he tenido.

-Hoseok huele a quemado.

-Mierda la cena, no creas que te has librado, me lo contaras todo.

Es tan persistente que tendré que contárselo. Entro en mi habitación, cojo la toalla y me voy a duchar.  Con los chorros de agua intento poner mi mente en orden, pero el recuerdo de esa chica con Jungkook me hace llorar otra vez.

-¡Jimin a cenar!

Cierro el agua despacio, salgo de la ducha me seco y me pongo la ropa. Voy a la cocina lo más lento posible. Quiero que el tiempo se para, ya no quiero hacer nada.

-Jimin acelera el ritmo que la comida se enfriará.

Me siento y me sirve la comida, mi mirada está perdida en un punto de la pared.

-Jimin háblame de lo que pasó.

Miro abajo y empiezo a hablar. Le cuento como comencé a ir todos los días a la ahí, como me sentía y el mal momento de hoy.

Cuando termino miro su reacción, pero sin decir ninguna palabra se levanta, coje un pañuelo y me seca las lágrimas. Me abraza hasta que dejo de llorar.

-Jimin si de verdad te gusta querrás lo mejor para él, pero si algún día rompe con esa chica, lucha por él.

Tiene razón, quiero lo mejor para él, quiero que sea feliz, por eso creo que no iré más a verlo.

-Gracias.

Terminamos de comer y me voy a la cama. Doy vueltas y vueltas pero no consigo dormir. Ahora mismo quiero bailar, bailar para olvidar, para relajarme, para quitarme el enfado, la decepción, para volver a mi estado normal.

Me visto, cogo una toalla, agua y teléfono. Quiero darlo todo, quiero que con mi sudor se vaya todo lo malo.

Bajo las escaleras abro la sal y la cierro luego con la llave y pongo algo de obstáculo. No quiero que nadie entre.

Pongo la música y siento como recorre todo mi cuerpo. Cierro los ojos y empiezo a moverme primero lento para calentar los músculos y luego subo la intensidad.

Horas después cansado de todo vuelvo al piso, veo a Hoseok esperándome.

-¿Ya te sientes mejor?

-Si.

-Menos mal que mañana es domingo y que no tienes clases que dar.

-¿Mañana es domingo?

-Que día creías que era.

-No sé, pero es que el me ha dicho que quedamos mañana a las cinco, pero el mañana no trabaja.

El chico de la cafetería (jikook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora