Capítulo 11

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-Vale.-se seca las lágrimas y se acerca hacia mi.-¿Qué quieres saber?

-Todo lo que pasó después de que tu te quedaras a dormir.

-Antes de nada te quiero pedir perdón.

-¿Por qué?

-Porque fue mi culpa.-de nuevo empieza a llorar.

-Tranquilo, no pasa nada, ya estoy bien.-le agarro la barbilla con delicadeza y pongo su rostro mirando al mio.- Mírame estoy vivo y eso es lo que importa.

Me explica todo lo que pasó, me explica como me siguió y me vio en el suelo tirado. Me explica porque salí corriendo, en su teoría fue porque no le hice caso cuando le intente despertarlo.

Pero creo que tendré que preguntarle a Hoseok la verdadera razón.

Jungkook me trajo a su espalda hasta aquí, no se porque me pidió perdón, si él fue el que me salvó.

-Gracias por salvarme.

-Pero si…

-No digas nada más, seguiremos siendo amigos.

Me abraza con delicadeza para que mis costillas no me duelan.

No recuerdo nada del accidente, pero se que algo malo tuvo que pasar para que yo saliera corriendo sin decir nada.

-Bueno ¿como vas con Lisa?

-La he dejado.

-¿Por qué?

-Porque me gusta otra persona.

-¿Y no te has confesado?

-No he encontrado un buen momento.

-Pues  a ver cuando lo encuestas.

-Si.

Soy estúpido, quiero que este conmigo y le estoy diciendo que se confiese a otra persona.

~~~~~~~

Semanas después vuelvo a la rutina, no soy capaz de bailar todavía pero puedo dar clases.

Jungkook se ha vuelto distante y lo extraño. He ido a verlo a la cafetería, pero no estaba.

Le he llamado, le he enviado mil mensajes y no me ha respondido ni una.

Parece que me ha apartado de su vida, ¿se siente culpable por el accidente? Le dije que no le diera más vueltas. ¿Quizás se ha dado cuenta de mis sentimientos y ahora se aleja por que le doy asco? Soy pesimista, creo que nunca más voy a saber de él, más que pesimista ahora mismo soy realista.

¿Por qué se rompe una amistad? Es difícil empezar una, pero acabarla suele ser fácil. Nunca he sido el más social, el más hablador o el más popular, siempre he estado con los mismos amigos. Nuevos amigos surgían porque ellos me empezaban a hablar. Si tan sólo no hubiera salido corriendo aquel día...aun así creo que hubiera sido mejor no entrar a esa cafetería. Así nunca lo hubiera visto, no me hubiera enamorado de él, no me volvería loco por él, pero el destino suele ser cruel a veces, te hace pensar toda una vida a su lado y cuando estas en lo mejor te arrebata lo más preciado.

En mi tiempo libre suelo ir a la cafetería con la esperanza de entrar y encontrarme a él sirviendo el café con su sonrisa de siempre. Incluso lo deseo antes de entrar, como si fuera un niño soplando las velas de su cumpleaños, pero cuando abro la puerta y entro la cruda realidad me golpea directamente en el corazón.

-Bienvenido~

La chica parece simpática, pero no es la persona que quiero ver.

Me acerco a la barra y pido lo de siempre.

-Aquí tiene.

-Gracias.-he estado mucho tiempo pensando en si preguntarles si saben algo de Jungkook o no, pero siempre me guardo la pregunta.

-Señor ¿quiere algo más?

-Eh..La verdad es que si. ¿Te puedo preguntar algo?

-Si claro.

-¿Un chico llamado Jungkook sigue trabajando aquí?

-No señor, dejó de trabajar aquí hace una semana.

-¿Y sabe donde lo puedo encontrar?

-Mmm...No sé, si quiere le puedo dar su dirección.

-Se lo agradecería mucho.

Bebo el café de un trago, ha sido mala idea ya que me ha dejado toda la garganta quemada, incluso con la garganta quemada estoy ilusionado, al fin quizás lo vea otra vez.

Corro por las calles, se que no debería de correr todavía, pero esto es una excepción. Esquivo a la gente como puedo, pero he tenido que parar por chocar con gente y tirar sus cosas al suelo. Pido disculpas cuando paso entre la gente, no quiero parecer una mala persona.

Llego al portal y me quedo mirando fijamente el timbre. Si lo pulso y escucha mi voz, me abrirá la puerta o me dirá que me vaya. Puede pasar que no esté en casa, quizás se ha mudado.

-Chico, ¿esperas a alguien?-es un señor de unos cuarenta años, parece que vive en este bloque de pisos también.

-Si bueno….

-Si quieres entra conmigo.

-Gracias señor.

-No hay de que.

Subimos al ascensor, no intercambiamos más palabras. Parece que el vive dos pisos más abajo que Jungkook.

-Bueno, yo me bajo aquí.

-Gracias por abrirme la puerta señor.-me inclino para darle las gracias mientras la puerta del ascensor se vuelve a cerrar.

Los nervios se acumulan y formar un nudo en el estómago. Quiero hacerle mil preguntas, quiero saber la razón por la que se distanció tan repentinamente.

No tengo más tiempo para pensar. Las puertas del ascensor se abren. Mis pies se vuelven pesados, y mi respiración agitada. Mi cuerpo no quiere que avance, pero mi corazón se agita con sólo pensar que él está a tan poco distancia de mi.

Me paro enfrente de la puerta. Levanto la mano lentamente, lo dirigió hacia el timbre, no puedo controlar mi pulso. El sudor me humedece la frente. No pensé que esto fuera tan duro.

Respiro profundamente un par de veces. Ahora si, toco el timbre. Pasan unos segundos y no hay respuesta. Soy demasiado impaciente como para esperar un poco más antes de tocar el timbre otra vez. Tampoco hay respuesta. A la tercera va la vencida ¿verdad?, pues en este caso no.

Mi ilusión está por los suelos y mi decepción por los cielos.

Quien diría que en vez de conseguir respuestas conseguiría desilusionarme.

Siempre acabo llorando por él, ¿por qué el amor es tan duro? Si tan solo hubiera dejado a Lisa y se hubiera venido conmigo, las cosas serían distintas ahora.

Me acerco más y más al ascensor. No quería que lo nuestro acabase así, era tanto pedir un beso suyo. Solo un beso, o ser su novio, me da igual todo hasta ahora mismo pediría volver a ser amigos. Si tan solo fuéramos amigos.

-Jimin ¿qué haces aquí?

El chico de la cafetería (jikook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora