Capítulo 2

29 3 2
                                    

—¿Admirarte?—. Fruncí el entrecejo y lo mire un poco molesta. —Por supuesto que no, vine a decirte que no quiero volver a ver que estés mojando a mi perro, porque si no...—. Él se estiró por completo y mostró una  sonrisa maquiavélica, realmente me sorprendió bastante su sonrisa.

—Si no, ¿Qué?—. Su tono tajante me había irritado por completo.

—Si no, voy a llamar a la policía y te denunciaré por maltrato animal.— Contesté muy firme y crucé los brazos sobre mi pecho y su sonrisa fue aún más grande, era atractivo peligrosamente atractivo.

—Anda, hazlo.— Contestó en un tono burlón y saco un celular de su suéter, acercándolo a mí. —Marca y diles que irresponsablemente dejaste a tu perro afuera de la casa en pleno invierno y que tú vecino de atrás lo mojo. Veremos a quién le dan el arresto.— Seguía tan seguro de sus palabras, me molesté eso era un hecho pero me mantuve firme.

Lo mire con bastante atención tenía una venda en mano derecha, al parecer era zurdo o eso aparentaba. —Me iré y te dejaré la advertencia acerca de mi perro.— Dije finalmente y el borro su sonrisa.

Su mirada era muy fuerte, ese color de ojos y ese aspecto podría ser muy atractivo pero daba miedo, definitivamente. Saco un cigarro, lo llevo a su boca, esos finos pero maltratados labios, abrazaron el cigarro. Saco un encendedor y prendió el cigarro. Yo lo miraba con atención. Sus gestos y ese olor masculino disminuyó en cuanto encendió el cigarro.

—¿Entonces...?—. Él hablo, por alguna razón yo entrecerre los ojos. Fijé mi vista y me dí cuenta que yo seguía ahí. Él sólo esbozó una suave sonrisa mientras le daba una calada a su cigarro, a kilómetros de distancia podría sentir que yo era su diversión.

—Nada.— Corte cualquier vista con él y le dí la espalda.

Suspire y metí mis manos dentro de la bolsa de la sudadera, comencé a caminar. Puse atención a mi alrededor no había notado que las casas eran bonitas pero muy viejas y algunas ya maltratadas, seguí caminando y paso un hombre en una bicicleta, dió vuelta por la calle en la cual yo vivía.

Pasaron algunos minutos y también dí vuelta hacía mi calle, habían algunas personas ya caminando, algunos vecinos afuera de sus casa quitando la nieve >nieve< escuché risas y miré alrededor. No había nadie más. Las volví a oír y ésta vez, dentro de mí cabeza. Abrí los ojos y negué rápidamente, tal vez algún recuerdo de algo >Pero, ¿De qué?< caminé hasta mi casa; color vino con blanco. En lugar de entrar me senté en una banca que estaba a lado de la puerta, observé y analicé fijamente a todas las pocas personas que estaban cerca, apreciando cada detalle, miraba las casas, algunas solas, algunas feas o inhabitables, tenía una sensación de pesadez en el pecho.

Era extraño, tenía viviendo ahí mucho tiempo pero no conocía a ninguna de esas personas, ¿Vecinos nuevos? >Ni yo me la creo< era como si hubiera despertado... En una dimensión o algún otro lado, menos en mi hogar. Suspiré pesadamente, me recargue en la banca, la cual no estaba siendo cubierta de nieve ya que había un tejal de madera cubriendo toda la parte delantera de la casa. Miré fijamente a la gente, como reían como se divertían con la nieve. Cerré los ojos lentamente ignorando todo a mi alrededor y lo oí, otra vez.

"—Corre Rouse, corre. Mamá espera en casa.—"

Pero, ¿Qué demonios? Fruncí el entrecejo y saque mi celular de la bolsa, comencé a revisar algunas cosas pero realmente no tenía nada, sólo canciones, dos contactos que decían "mamá" y "papá" algunas fotos de mis padres juntos y nada más. Me sorprendí.

Reproducí una de las canciones "R.I.P. 2 My Youth" de "The Neightbourhood" me relajó instantáneamente la voz del vocalista y la letra me pareció interesante, cerré los ojos mientras seguía relajándome. Hasta que algo me sacó de mi relajación.

—Hola.— Una chica me saludó, se estaba acercando a mi. Era un poco más baja que yo, tenía algunas ojeras, su piel estaba limpia y blanca, tenía un gorro y gabardina de color azul rey, hacían ver más pálida su piel, tenía ojos ligeramente verdes.

—Hola.— Contesté en un tono neutro y me detuve mirándola.

—¿Me recuerdas, cierto?—. Me preguntó. Yo la miré extrañada y negué rápidamente. —¿Eh? ¿Qué sí te recuerdo?—. Estaba tan confundida, igual que la mañana >Qué quiso decir con eso<

—¿Si recuerdas el incidente, no?—. Me preguntó nuevamente y se sentó a lado de mi, yo nuevamente negué. —Perdón pero, ¿De qué estás hablándome?—. A lo que ví claramente, ella se notó dolida por mí respuesta.

—Tenía cierta emoción porque creí que me recordarías, aunque el incidente se ha llevado todo.— Contestó muy apenada, no me sentí culpable, >¿Por qué me habría de sentir así? No era mi culpa<

Parpadee un par de veces y la miré.

—¿Me puedes decir qué ha sucedido?— pregunté, si ella decía algo, quizá eso era lo que había soñado. Ví como miraba el suelo, estaba nerviosa, trataba de ocultarlo perfectamente pero no se me escapó ningún detalle, ella miraba el suelo como si se estuviera debatiéndose si decirme o no. —Mejor dime, ¿Cuál es tu nombre? Quizá recuerde algo.— Ella me miró, estaba algo tensa pero se relajó y yo apague la música, guardando mi celular en mi bolsillo.

—Mi nombre es Astrid, Astrid Ray.— Contestó con una voz más tranquila y me miró fijamente. —Astrid, es un lindo nombre.— Suspiré de nuevo. —¿Me puedes hablar de mi incidente? —. Le pregunté en un tono amable y ella parpadeó varias veces.

—Solo sé que tuviste el incidente en el auto, hace algunos meses y caíste en coma. Desde entonces nadie volvió a saber de ti, ni yo. Hasta el día de hoy.— Me quedé callada, razonando todo lo que había dicho.

Me levanté de la banca, procesaba lo que había dicho, apenas una mañana despierta y luego me dicen ésto, ¿Cómo debía estar? ¿Molesta? ¿Llorando? ¿Qué se hacía en éste caso? Ella lo había dicho tan simple y yo no dije nada, sólo miraba literalmente a la nada, no sabía qué contestar pero un sentimiento estaba muy metido en mi; el enojo.

¿Por qué el enojo? Fácil, me acabo de levantar y mi madre estaba como si nada hubiera sucedido, me enteré por otra persona que después de varios meses me acabo de levantar, fue una terrible sensación ¿y mi mamá? Podré haber perdido la memoria y la noción de todo al parecer pero estoy segura que sí alguien me ocultaba algo, me molestaba y mucho, no había duda.

__________

¡Hola! Primero que nada ofrezco mi más sincera disculpa, mi intención era subir el capítulo desde hace unas horas pero no pude, perdón :c

Espero que les esté gustando, aunque sea con éstos dos capítulos, las cosas se pondrán interesantes, aunque creo que ésto no es nada c:

Quiero aclarar que el modelo de la foto es para que se den una idea de cómo es el otro protagonista, si. El grosero baña perros.

Gracias por leer, de verdad. ❤️

—M. McCarthy

®Cruel despertar© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora