®Cruel despertar©

Capítulo 6

Mientras comenzábamos a caminar, observé como poco a poco dejamos las casas atrás y entrábamos al bosque, los árboles estaban blancos por la nieve y no se escuchaba sonido alguno a la redonda, quizá para muchas personas eso podría ser tétrico pero para mí, era un silencio hermoso. Algo me había de recordar, ¿Qué era? Quizá toda mi vida.

-¿De verdad me gusta venir aquí? -. No pude evitar preguntar, quería romper el hielo, además era tarde y realmente no me daba buena espina. -¿O tu intención es desaparecerme?-. Dije a manera de broma, porque realmente esperaba que sí lo fuera.

-¿Realmente me ves con cara de que podría desaparecerte?- Dijo él divertido y yo me encongí de hombros.

-Realmente no, te ves como el chico sexy de una historia cliché.

Él no dudó en soltar una carcajada y me miró.

-Tienes una imaginación increíble, Rouse.

-Mi cerebro descanso mucho al parecer.- confesé con simpleza. -¿Está muy lejos el acantilado?

Él se detuvo y ví como movía su cabeza y su cabello al unísono en forma de negación.

-Solo cruzamos el lago y un par de árboles delante. No tienes nada que temer realmente.- Siguió al decir eso pero luego se detuvo para voltear a verme. -¿Acaso tienes miedo?-. Yo negué deteniéndome a su lado.

Observe adelante, efectivamente ahí estaba el lago congelado. Rápidamente mis pensamientos se acomodaron y miré a William.

-¿Es seguro cruzarlo?-. Pregunté para luego posar mi vista en el blanco lago.

-Claro, preocúpate cuando llegue la primavera en un par de meses, el color del lago se ve menos blanco, dando a entender que el invierno está terminando. Y si caes, el lago realmente es muy profundo.- comentó él con mucha tranquilidad y mi estómago se revolvió.

-¿Cómo estaré segura que él lago es realmente frágil?-.

-Cuando lo veas más azul, Rouse. Ya te dije, faltan muchas semanas para eso.- Volvió a decir. -Crucemos.

Comencé a caminar junto a él, mientras miraba alrededor, podía sentir que éramos observados, los ojos comenzaron a irritarme pero no le quise prestar importancia.

Sin querer, cuando intenté poner el otro pie en el lago junto a William, resbalé y caí, golpeando la mitad de mi cuerpo contra el frío hielo del lago y la otra mitad contra la nieve, escuché como los huesos de mi espalda baja crujieron. Al instante cerré los ojos.

"-Por favor, alguien ayúdeme. ¡Quiero volver con mi familia!-. Grité.-¡Dejen de verme así! ¿Alguien me entiende? ¡Por favor!-. rogué.

Había algunas personas a través de ese cristal, observándome.

Yo sólo me hice un ovillo en la esquina de aquella habitación, era inútil, sentí un increíble coraje y una enorme rabia en mi interior haciéndome llorar, tape mi rostro con ambas manos, sin lograr entender algo..."

-¿Rouse, estás bien?-. Escuché una voz femenina y sentí un par de brazos sosteniéndome. Mis ojos ardían. Cubrí los mismos con mis manos, sin mirar más. Parpadee un par de veces de manera rápida, hasta sentir que mi vista estaba bien.

-¿Rouse? ¿Puedes oírme?-. La voz de Astrid, sin duda parecía bastante preocupada.

-Si, estoy bien.

Al decir eso descubrí mi rostro, habían dos chicas más aparte de Astrid y dos chicos más, los cuales me observaban con ojos curiosos y preocupados.

Giré mi vista y como lo pensé, era William quien me cargaba.

-¿Dónde estamos?-. Pregunté mirando a mi alrededor.

-Estamos en Rawtlee.- Contestó una voz masculina pero muy tímida.

-¿Ya no estamos en Kenmore?-. Pregunté nuevamente pero alarmada tratando de bajarme de los brazos de William y éste me dejó con suavidad en el suelo.

-Si pero así se llama el acantilado, Rouse-. Contestó una de las chicas, la cual estaba más abrigada que cualquiera de los presentes. Sus ojeras eran más notorias que las de Astrid y su voz era un poco áspera.

-¿Me recuerdas?- preguntó un chico que estaba junto al que me había hablado primero, tenía sus manos dentro de los bolsillos de su chamarra y negué.

-Soy Stefan, Stefan Tikaani-. Comentó de manera insistente y yo volví a negar.

-Maldita sea...- murmuró mirándome.

-No pero eh de admitir que tienes un nombre muy bonito.- Contesté con una sonrisa.

Él sonrió ampliamente, sin querer había dado en el blanco. Bastante sensible para ser un hombre.

-Ellas son; Angelina Clark y Akiak McCallister.-Señaló a la chica con piel pálida y cabello rubio para después señalar a la otra chica que estaba, la que se encontraba muy abrigada. -Él, él es Philip-. Señaló por último al chico con la voz tímida.

-Smith...- Susurró hacía mí.

-¿Recuerdas algo?- preguntó William mirándome y yo negué.

Por dentro tuve un sentimiento, era un vacío que ni con esos chicos junto a mi podía llenar. Necesitaba más, ¿Quizá convivencia? No quería caer en una trampa mental, no estaba segura de nada sin embargo los observé. Una luz verdosa me hizo verlos y yo me confundí al instante.

-Rouse-. Habló Stefan. -Quizá, sólo quizá sí miras detrás tuyo encontrarás algo interesante.- una fina sonrisa se hizo presente en sus labios.

Dudosa, chasquee mi lengua y giré todo mi cuerpo, mirando a lo que era el barranco. Éste también estaba siendo iluminado, levanté poco a poco mi vista y ¡Eran destellos verdosos! ¡Y estaban en el cielo! Abrí los ojos impresionada, admirando con sutileza aquellos destellos, una sutil sonrisa se formó en mis labios. Era lo más hermoso que había visto en toda mi vida o eso creo.

-Es una aurora Boreal.- Comentó al parecer Angelina.

Todos se acercaron y se colocaron a mi lado. Al igual que yo, admiraban la curiosa aurora boreal de color verdoso. ¿Cómo no la ví cuando abrí los ojos? ¿Cómo fui capaz de ignorar semejante luz?

Posé mi vista en todos ellos, era tranquilizante en realidad. Diferentes estaturas, tonos de piel, cabello, narices entre otros pequeños detalles.

Nuevamente sonreí, mientras seguía observando aquellos destellos, me quedé inmóvil. Nadie decía nada, sólo admiraban con sutileza.

Cerré lentamente los ojos.

Un grito desgarrador, proveniente del lago hizo que todos saliéramos de nuestros pensamientos, nadie dijo nada en tan sólo un par de segundos.

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¡Hola! ¿Qué tal? Les traje un nuevo capítulo, espero les guste. Pueden comentar y/o votar, si les gusta.

-M. McCarthy