Prólogo

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Ya no tenía a donde ir, estaba muy desesperada corría y corría por en medio de toda esa espesa nieve que cubría el gran bosque.

—Corre, Rouse, corre. Mamá espera en casa.—

Otra vez esa voz.

Estaba segura que me estaba volviendo loca, ya no lo aguantaba, esos recuerdos, esas pesadillas estaban terminando con mi vida, esa a la que durante todo éste tiempo le decía familia, era cualquier cosa menos eso, no sabía dónde estaba, necesitaba más respuestas.

Joseph había dejado de perseguirme pero yo seguía corriendo, mis piernas ya dolían, yo ya había roto mis límites, sentía como el corazón quería salir por mi boca, mis pulmones ardían, el frío invierno golpeaba mi rostro, ya no sentía mis brazos hasta que caí, llorando.

Comencé a perder la vista y la noción de todo, comencé a ver luces a los lejos, "¿serán linternas?" Había pensado pero temía equivocarme.

Entre más cerca estaban aquellas luces más lejos oía voces, el frío había hecho de las suyas, mis oídos estaban aturdidos.

Sin más cerré los ojos por completo, no entendía nada, sólo oía voces y más voces, yo no dejaba de llorar, sólo pensaba en lo que mi mente me hacía soñar, una y otra vez.

Yo tenía otro nombre, otra familia, otros amigos, yo... Tenía otra vida.

®Cruel despertar© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora