Ese lunes había llegado un poco más temprano de lo normal debido a que tenía que ir a dejar a Chae a casa la noche anterior. No había sido capaz de conciliar el sueño tan tarde hasta como las dos de la madrugada, pero a las cinco volví a despertarme y al darme cuenta de que no podría dormir más decidí llegar un poco más temprano. Sólo media hora antes.
Cuando la escuela estaba vacía se veía tan pacifica, a veces el ambiente solitario podía ser agradable.
Entre al aula y una cabellera negra se hecho hacia arriba rápidamente. Unos oscuros ojos me observaron por unos segundos provocándome un cosquilleo en los dedos. Ese chico que con sólo hablarme una vez logró poner mi ánimo por los cielos y que al día siguiente me ignoro y lo hizo caer duramente contra el suelo estaba mirándome de nuevo, pero esta vez su mirada era menos helada.
—Buenos días— Le sonreí al chico que algunas veces me volvía loco.
—Buenos días— Respondió casi en un susurro, pero una respuesta era suficiente para mantener mi sonrisa y me hizo sentir estúpido por estar siendo tan débil ante cualquiera de sus actos.
Me senté en mi lugar de siempre, dos asientos después del primero en la antepenúltima fila, exactamente casi en el medio.
Curiosamente voltee mi mirada hacia atrás en busca de la mirada de JungKook, pero esté ya no me miraba, escondía su rostro entre sus brazos y la mesa del asiento probablemente durmiendo.
Por alguna razón me parecía gracioso ver su oreja entre una gran y salvaje cabellera negra, se veía tierno desde mi ángulo. Y justo ahora me reía silenciosamente de eso, creo que cuando no duermo bien llego a parecer una especie de drogado. Pues estaba muy hipnotizado mirando al callado chico del fondo mientras sonreía.
Deje mi mochila en mi asiento y retrocedí hasta el último, salte sobre la silla casi tropezándome por mi falta de equilibrio y me pase a la penúltima fila al lado del pelinegro.
Me recosté sobre la mesa mirandolo y sentí la pesadez en mis párpados, cuando acordé el también estaba mirándome. Pero no fui capaz de mantener su mirada, pues el sueño me había ganado.
Apenas un poco de tiempo después sentí el susurro de alguien sobre mi espalda y ese susurro se convirtió en gritos disimulados y movimientos bruscos que realmente comenzaban a irritarme. ¿Quién se atreve a despertarme?
—¡TaeHyung!—Escuché a Hobi gritar.
—¿Qu..qué?— Pregunté confundido levantándome rápidamente y estrellando mi cabeza contra la cara de seguramente HoSeok.
Lo escuche quejarse y confirme que tenía razón.
—Pienso que tu forma de dar amor es muy extraña...y tu cabeza muy dura—
—Mm...si...— Me recosté nuevamente en el asiento, ¿qué hacia HoSeok tan temprano ahí?
—Idiota, no te duermas las clases ya van a comenzar— Me pellizco el brazo provocando un quejido de mi parte.
—¿Tan rápido?— Me queje levantando con dificultad la mirada.
—Sí, el profesor entrará pronto. Vamos— Me ayudó a levantarme y me llevó hasta mi asiento.
Tal vez me cambiaría de puesto y le diría a HoSeok que lo hiciera conmigo, la penúltima fila parecía perfecta para mí, podría dormir sin llamar mucho la atención.
***
La campana indicando el desayuno sonó acabando con mi debate infernal entre prestarle atención al profesor o simplemente dormir.
Esa mañana no quería desayunar, simplemente no me apetecía. HoSeok y JiMin tenían que practicar en unas clases especiales de danza que les daban y les dije que ese día no me quedaría a verlos, estaba demasiado cansado por lo que prefería ir a buscar un lugar cómodo donde tirarme a dormir.
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Stay Away
Romance"El sistema de defensa de las personas es variado, algunas creamos un caparazón para protegernos. Un caparazón que nos aleja del resto para que nadie sea capaz de entrar...¿nadie cierto?" Kim TaeHyung es el nuevo de su clase, al analizar miradas hay...