Tan metida estaba en mis pensamientos, que no me di cuenta que estaba a punto de besarme otra vez.
A: ¡Alto! Esto esta mal. Y si, no voy a mentir, me encantó besarte, pero esto no está bien en muchas formas. Además, vinimos a hablar.
M: Ok, te escucho.
A: Mmm, yo, quería disculparme por lo de anoche, se que no tenía que haber pasado y...
M: te toca pararte, ¿de verdad vas a disculparte por algo que ambos queremos?.
A: tenes razón, no tiene sentido.- Me levanté, me dirigi al barandal y haciendo quiebra muñeca y algunos saltos, fui bajando barandales y escaleras hasta llegar a la playa. Grande fue mi sorpresa al girarme y darme cuenta que él bajaba haciendo saltos y mortales.
M: ¿creías que eras la única que hace algo de parkour?
A: no, pero no creí que vos lo hicieras.
M: bueno, otra razón para seguir conociéndonos.- Dijo mientras sonreía y otra vez me tomaba entre sus brazos. Su mirada me tenía hipnotizada y le sonrei correspondiendo el abrazo. Cómo ya no tenía ganas de tocar el tema, nos la pasamos riendo, jugando y hablando de cosas tribales, hasta que nos dio hambre.
M: ¿queres merendar?
A: sip! Además, si mal no recuerdo, alguien me prometió comida si iba con él.- Dije haciendo puchero y poniendo carita de perrito.
M: eso es trampa, no puedo negarme a esos ojos.- Dice sonriendo y dándome un beso en la frente. Me toma la mano, y subimos a buscar la moto.
A: ¿y ahora a donde?
M: confía en mí, vamos a pasear.
Y otra vez, no pude negarme a lo que me pidió.
Nos alejamos del casco céntrico, y estábamos yendo hacia su barrio. Yo me sentía emocionada porque amo andar en moto, y más que me lleven.
Después de unos 20 minutos y de pasear por calles de tierra, paramos en un kiosco donde compró facturas y un jugo para acompañar.
M: ¿vamos a mi casa? No voy a hacerte nada malo, ya te dije que no soy un violador.- Aclaró rápidamente al ver mi cara de desconfianza.
A: mmm, si te pasas de vivo, te perseguire con un machete.
M: Ok, está anotado.- Dijo sonriendo burlona y galantemente. Al subir a la moto, volvió a adentrarse por unas calles de tierra, y pasamos por una cancha de Fútbol, donde me encuentro a mi padre y a uno de mis tíos.
P: Hija, ¿a donde vas? ¿y el quién es?
A: Hola pa, vamos a merendar -Digo mostrando la bolsa con la comida- y él es el chico que estaba con Lucia hoy, es mi amigo, y ambos decidimos pasear porque ella estaba muy cansada y nos dijo que mejor nos juntaramos mañana.
M: Hola señor, soy Matias. Un gusto- se presentó mientras le pasaba la mano a mi papá.
P: Hola, bueno. Me imaginó que vos la acercas a casa, ¿verdad?- Él asintió sonriendo.- Ok, pero me la cuidas.
M: con gusto. Bueno, creo que nos vamos yendo. Un placer señor.
P: igualmente. Hija, cuídate y no vayas muy tarde a casa.- Dice dándome un beso en la mejilla y volviendo adentro de la cancha.
Sin más vueltas, por fin arrancamos y llegamos a su casa.
![](https://img.wattpad.com/cover/110242205-288-k545721.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Hilo Rojo ↔
RomanceY si esa vieja leyenda fuera cierta, ¿nos jugariamos por amor, o nos quedariamos con quien nos conviene y que, a pesar de querer de corazón, no amamos en verdad?