Mi nombre es Philippe Marco Antonio Nielsen Ivanov soy el rey del reino Ivanovet, soy el hombre con la mayor felicidad en este mundo y esto se debe a que a mi lado está la mujer más hermosa de este reino, ya que ella es maravillosa tanto por dentro como lo es por fuera, su nombre es Anne Marie Galina Nielsen Ivanov. Lo único que podría faltar en nuestras vidas sería un heredero, claro que en lo personal no me molesta siempre que tenga a Anne a mi lado, sé que mis retenedores la han empezado a presionar para dar a luz un hijo, esta situación me preocupa, no quiero que fuerce su cuerpo ni se haga daño.
Hoy Anne me comenta algo interesante, regresaba de su paseo por el jardín, a pesar de haberle dicho que no es recomendable con este invierno, y me comento alegre que se encontró una rosa floreciendo en pleno invierno; no podía creer lo que decía pero no interrumpí su narración, cuando iba a agarrarla para mostrármela se había pinchó el dedo y cayó en la nieve tres gotas de sangre, enseguida me levante para revisar si fue una herida profunda, por suerte era solo un leve corte el que tenía, cuando levante la vista para mirarla tenía las mejillas infladas por haberle interrumpido, a lo que no pude evitar apretarle las mejillas soltando el aire acumulado, su linda reacción me encanto pero parece molesta por lo que la incite a continuar su historia. Dijo que al caer esas tres gotas de sangre, sintió la necesidad de pedir un deseo, por lo que pidió "tener una hija con la piel tan blanca cual nieve que reposa, los labios rojos al igual que la sangre y el pelo negro como alas de cuervo".
Me quede viéndola uno minutos antes de recuperarme.
- Seguro será una niña preciosa, al igual que tú, tan hermosa por fuera como lo es por dentro.
Al decir esto Anne se sonroja y sonríe encantada, esa noche fue particularmente placentera para mí. Unos meses después el médico real me da la noticia de que Anne está embarazada, fue el segundo día más feliz de mi vida, salí corriendo al cuarto donde estaba y cuando entre ella lloraba lágrimas de alegría. Días después me pide dar un paseo a la ciudad, estaba renuente a permitírselo pero de alguna forma termine accediendo.
Al salir disfrutábamos caminando las calles, cuando antes de darnos cuenta salimos a una colina con un gran árbol sosteniendo un columpio de madera, Anne se apresuró a sentarse y balancearse suavemente antes de que lograra protestar, (suspirando) bajo la colina buscando al vendedor para comprarle una bebida caliente, pero al volver estaba una persona más que no debería de encontrarse allí, la Duquesa Nathalie Valerie Du Bois, aún no habían notado mi presencia cuando escuche gritarle incoherencias a mi esposa, la rabia me invadió por lo que subí apresuradamente pero Nathalie se fue antes que llegara, no la perseguí pues era más importante era confirmar el estado de Anne. Ella solo me sonrió y dijo que no pasó nada, aunque ambos sabemos que Nathalie le dijo algo. Ya ninguno estaba de ánimos de seguir el paseo y por la seguridad del bebé, nos dirigimos directo al castillo sin demora.
El nombre de mi esposa antes de casarnos era Anne Marie Galina Du Bois, miembro de la casa de los Du Bois, por lo que vendría siendo una prima de la duquesa Nathalie; Anne posee las características únicas de ellos a excepción de su cabello, pues Anne posee el cabello color café al ser miembro de una de las ramas de la familia, mientras que la familia principal posee el cabello negro azabache. Los Du Bois se les reconoce por su impresionante apariencia, la inteligencia y astucia de sus miembros, al igual que sus diversos talentos en las distintas áreas y ciertamente Anne tiene estas cualidades, pero hay una característica más de ellos, casi todos sus miembros son de corazón frío, sin emociones alguna. Y ciertamente Nathalie Valerie Du Bois es la personificación de esta familia.
Nuestra interacción no va más allá de un saludo en las reuniones, pero desde que mande a investigar la casa al recibir a Anne como mi esposa, salió a relucir ciertas verdades. Sé que a diferencia de como se muestra en la sociedad, la duquesa Nathalie es arrogante, vanidosa, egoísta y toda una larga lista que sigue, en resumen su personalidad está más que podrida. Cuando estaba en busca de una esposa ella fue sin duda una de las que calificaba como candidata, de hecho era la que tenía más probabilidades de ser elegida. Fue entonces que nos encontramos y miramos nuestros ojos, supe de inmediato que aunque su estatus era más bajo que el mío, no tuve duda alguna de que esa dulce señorita era mi persona destinada. Al declarar mi intención de casarme con Anne por encima de Nathalie causo una gran controversia en el ducado, al igual que con mis retenedores, ya que no aceptaban que trajera a Anne a la casa real pues no la consideraban digna del puesto, incluso ahora hay quienes no la aceptan totalmente. Fue gracia al Duque Robert Caltlan Althimir mi amigo y Primer Ministro que pude traer a Anne con éxito a mi lado.
Esto a su vez, desarrollo un rencor con la casa Du Bois, en especial con la duquesa Nathalie, ya que para ellos esto resulto en una gran humillación. Incluso ahora Nathalie no ha aceptado más pretendientes. Es debido a esto que no pude evitar preocuparme de la reunión de esa mujer con mi esposa.
Pronto los meses pasaron y pude notar un debilitamiento en la salud de Anne, los médicos me informaron que era solo por el embarazo y que pronto estaría bien de nuevo, pero algo dentro de mí me impidió creer esas palabra, así el día llego y Anne entro en labor de parto, los nervios me impedían quedarme quieto en un solo lugar a pesar de las constantes protestas de la partera, esto continuo hasta que un llanto se escuchó resonar en el castillo, mi hijo había nacido en este mundo, pronto me felicitaron y la partera principal salió e informo que era una niña; al pasar a la habitación las vi, mi mujer con una pequeña niña en brazos tan delicada que temo pudiera quebrarse si se fuera apretar un poco fuerte. Como siempre Anne me da la bienvenida y yo le felicito por su esfuerzo de traer a nuestra linda bebé, alegre ella le nombro Blancanieves, que curioso nombre.
Pero esta felicidad duro muy poco, después de dar a luz, Anne se fue debilitando rápidamente, los médicos del castillo no podían curar, ni parar la progresión de su enfermedad, busque a médicos por todo el reino, levante grandes recompensas pero aun así, no hubo nadie que pudo salvarle, frente a mí, sin poder hacer nada y en total impotencia perdí a la mujer que amaba...
Mi dolor me atormentaba cada noche, si Robert no hubiera estado allí para el reino en mi lugar definitivamente estaría en un completo caos, pues me encerré en mi perdida abandonando todo lo demás. Sin saber cuánto tiempo había pasado exactamente Robert tumbo la puerta de mis aposentos en una total falta de respeto y me dio un golpe en la cara con el cual termine con un sabor a hierro en mis labios, sin escuchar lo que decía realmente, me arrastro hasta alguna habitación en la cual allí estaba.
No sabía que había crecido tanto, pero sin duda era la pequeña niña que mi amada había dado a luz ese día, "piel tan blanca cual nieve que reposa, los labios rojos al igual que la sangre y el pelo negro como alas de cuervo" al verle creció dentro de mí un profundo odio por esta criatura, fue culpa de esta niña que le perdí, si no le hubiera dado a luz, si no hubiera quedado embarazada, si esta niña no hubiera existido; pensamientos cada vez más peligrosos se arremolinaban en mi mente, sin darme cuenta fui dirigiéndome a su cuna y le levante sujetándole del cuello, todos se alteraron a mi alrededor pero mis ojos estaban fijos solo en esta niña.
Fue cuando ella abrió los ojos, mirándome directamente con ese azul marino y... me sonrió, una sonrisa cálida como el sol, pura y sincera. En ese momento las lágrimas salían una detrás de otra sin ningún signo de detenerse, abrace suavemente a mi hija en mis brazos.
No sé cuánto tiempo pase en esa posición pero ya nadie me detuvo, sino que se quedaron pacientemente a que encontrara la respuesta por mí mismo.
Mi amada partió de este mundo, pero antes de irse me encargo a esta pequeña, ella es la clara prueba de la huella que mi esposa dejo y de cuanto nos amábamos los dos. Ese día obtuve una nueva fuerza y voluntad para seguir viviendo; ya que no puedo vivir por mí mismo entonces viviré por ella, esta niña que necesita de mí, yo seguiré viviendo por ella.
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¿Por qué me convertí en la reina malvada?
FantasiaHabía una vez, al final del invierno, una joven y bondadosa reina que, paseando por el jardín de su palacio, vio una rosa roja creciendo a pesar del frío, cuando la fue a tocar se pinchó el dedo con una espina, y dejó caer tres gotas de sangre en la...