Me quedé apoyada contra la puerta del dormitorio. No sabía bien que había sido eso. Si normalmente la gente ya tiende a pensar que soy un poco rara, con lo que acababa de hacer me había coronado. No sé por qué había reaccionado de forma tan irracional, parecía una niña pequeña. Decidí abrir la puerta e ir a disculparme con algo, pensé en decir que había tenido que ir con urgencia al baño. Entonces oí su conversación.
—Muy maja tu nueva compañera.
—No empieces Miriam. Acaba de llegar, estará descolocada. Yo he hablado varias veces con ella por skype y es bastante maja.
—Huy sí, majísima. Le ha faltado escupirme. Ni que tuviera la lepra.
—No la conoces. A lo mejor es sólo tímida.
—Or maybe she is a bitch.
—No te pases Miri. Además creo que lo dices porque no ha caído rendida a la primera y es totalmente tu tipo.
—¡Ni de coña! Ya sabes que mi tipo eres tú. She has a nice piece of ass though.
—¿Te has fijado verdad?
—Yo me fijo en todo. Anda vamos a fuera a tomarnos una cerveza.
Las vi acercarse a la nevera, coger dos cervezas y salir hacia el jardín. Volví a cerrar la puerta y sacudí la cabeza incrédula. ¿Eran Julia y Miriam algo más que amigas? No es que me importara que fueran lesbianas, yo tenía amigos gais, Agoney por ejemplo, pero convivir con una parejita ya era distinto. Acababa de romper una relación y no sabía si estaba para soportar demostraciones de cariño a todas horas. No, no podían ser pareja, si no Julia no hubiera mencionado lo de que yo era su tipo. Aunque estaba segura de que estas dos se traían algún rollo raro. Lo sabía sobre todo por los cuchicheos en inglés. A pesar de que no había entendido mucho, hablaban bastante rápido, me quedó muy claro el "she is an ass" y sé que esa expresión venía a ser lo mismo que llamarme gilipollas. A pesar de eso decidí disculparme. Entendía que, quizás, mi gesto se podía haber malinterpretado y ciertamente había estado algo grosera así que, me tragué mi orgullo, me puse una sudadera y salí hacia el jardín.
La chica de la melena rizada estaba bailando, moviendo sus caderas de forma sensual delante de Julia que estaba sentada en un sofá exterior. No veía la cara de la morena, pero por la forma en la que se estaba moviendo la rubia me la podía imaginar.
—Hola, perdón ¿estoy interrumpiendo algo? —dije avergonzada mientras rascaba mi nuca. Julia giró la cabeza — Quería disculparme por lo de antes. Yo, me empecé a sentir mal y...
—Vale corta —espetó Miriam—. ¿Quieres disculparte? Pues ayúdame con esto. Tengo que ensayar.
—¿Ensayar el qué?
—Miriam es actriz. Bueno actriz, bailarina, cantante. Ya descubrirás que tiene muchísimos talentos —Julia comentó mientras intentaba aguantar la risa.
—Hay un espectáculo el sábado. La influencia de Madonna y su Erótica en el pop. Me toca el número principal y el cabrón del coreógrafo dice que no estoy lo suficientemente sexy.
—Lo siento pero yo soy un pato, no sé bailar. —No entendía que tipo de ayuda podía necesitar de mí alguien como ella—. Además a mi me parece que ya es bastante sexy así.
No sabía por qué había dicho eso. Noté como mis mejillas se ponían coloradas, afortunadamente hacía mucho frío y siempre podía achacarlo a eso. Miriam se acercó y me cogió de la mano tirando de mí.
—No tienes que bailar solo sentarte, relajarte un poco y decirme si te parece o no sexy.
Andábamos bastante rápido, ella tiraba de mí con fuerza y yo me dejaba llevar. Una vez en el borde del sofá me empujó levemente hasta que caí sentada. Tragué saliva.
—No creo que yo sea la persona adecuada para decidir si una tía bailando es sexy o no. —Julia me miró con una sonrisa en los labios.
—Miri, lamentablemente es hetera.
—Pues mejor. Más reto. Si a ella se lo parece a ellos les va a encantar.
—¿Quiénes son ellos? —Pregunté confusa.
—Los coreógrafos canaria que te lo estoy diciendo. Todos gays. No tienen ni idea de lo que es resultar sexy cuando de chicas se trata. ¿Preparada?
—Claro. Oye, ¿Cómo sabes que soy canaria?
—Tuve una novia que hablaba igual que tú. Ahora no te me descentres. Vamos al lio.
Miriam puso una sonrisa picara y comenzó a dar golpes de cadera a cada paso mientras se acercaba. Ahora si que me daba autentico miedo. Tenía la mirada fija en mí y una media sonrisa en la boca con una ceja levantada. Parecía una leona riéndose de la presa a la que justo va a devorar.
Cuando dije que estaba preparada había mentido, pero mucho. No lo estaba para nada, desde luego no para tenerla prácticamente en mi regazo adelantando su pelvis hacia mí y haciendo círculos con su cadera. No sabía que esto uno de esos bailes, pero si Miriam era stripper debía ser una muy buena. Miré hacia mi lado derecho, donde estaba Julia, ella parecía estar divirtiéndose mucho más que yo. En ese momento la leona se giró dejándome una visión perfecta de su trasero.
—¿Es todo el baile así?
—Tía. Metete un poco en el papel. Se supone que es erótica, —cogió mi mano y la puso en la cadera de Miriam—, tienes que tocarla un poco, que haya interacción.
Mi otra mano se levantó casi de modo instintivo hasta su cadera pero Miriam se alejó unos pasos.
—Ahora viene la mejor parte —Miedo me daba lo que Julia podía considerar como mejor pero teniendo en cuenta el resto podía hacerme una idea. Miram se tiró de rodillas al suelo y comenzó a avanzar hacia mi. Yo instintivamente me eché hacia atrás, como si de alguna forma, al hacerlo, pudiera escapar de ella y su mirada. Al llega a mi altura puso sus manos en mis rodillas y abrió mis piernas, luego alzó su cabeza bruscamente hacia atrás dejando que sus rizos me rozaran y comenzó a subir despacio cómo si fuera a besarme en cada una de las zonas por las que pasaba. En ese momento me quise morir. Tenía muchísimo calor y muchísima sed. Giré mi cabeza buscando a Julia. La miré suplicándole que me ayudara a salir de esta. Pero ella solo miraba divertida. La mano de Miriam cogió mi barbilla obligándome a fijar mi vista en ella. Yo solo quería desaparecer pero Miriam puso las manos sobre mis muslos empujándome contra el asiento. No sabía si para impedir que huyera o para poder levantarse. Dejé de respirar cuando sentí el aliento de Miriam rozándome el cuello. Estaba bastante claro que esta chica no tenía ningún respeto por lo que era el espacio personal. Miré de forma breve a su boca y vi como se mordía sensualmente el labio inferior para luego entreabrir la boca y acercarse a la mía. Fue entonces cuando cerré los ojos.
—Bueno. Pues ya estaría. ¿Qué te parecido, canaria? —Oía una voz ronca que se dirigía hacia a mí. Abrí los ojos y vi a la leona atusándose la melena mientras me hablaba.
—Er, ummm. No sé. Un poco guarro para un show decente ¿no?
—¿Estas diciendo que bailo cómo una stripper? —El tono de la rubia se había elevado, parecía ligeramente molesta.
—No, yo... —Necesitaba salir de ahí.
—Miri, yo creo que has estado genial —dijo Julia intentando calmarla.
—¡Te dije que no sabía de esto joder! —Salí corriendo hacía mi habitación mientras las dos amigas se partían de la risa.
Hola chicas. Ya que este fic transcurre en Canadá y estaba pensado en principio para ser una historia en ingles, habrá algunos guiños a eso o partes escritas en inglés porque no me parecía lógico que dos personas que han vivido en el extranjero casi toda su vida hablen en castellano. Sobre todo cuando hay una tercera persona que no quieren que se entere de la conversación. Sin embargo traduciré las frases en inglés al final del capítulo para que no tengáis que sufrir el Google translator. PD: Nunca hago traducciones literales.
Ormaybe she is a bitch= O a lo mejor es una zorra/puta/bruja.
She has a nice piece of ass though = Sin embargo tiene un buen culo.
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Tu compañera de piso (wariam)
FanfictionAna es una chica española que se muda a Canadá para probar suerte como diseñadora de moda. Recién llegada y con poco dinero, Ana se encuentra alojada en la casa de Julia, una chica Canadiense hija de uno de los mejores amigos de juventud del padre...