Había pasado un mes y medio desde aquella noche y, aunque nunca hablamos de ello, sí que lo hicimos sobre todo lo demás. Es así como llegamos a ser amigas. Después de ese día, vinieron los cafés, las cenas, los cines, las confesiones, el hablar hasta las tantas. Nos acostumbramos tanto a estar juntas que, a veces, Juls tenía celos. Era extraño porque ella y yo teníamos dos formas por completo diferentes de ser y sin embargo nos complementábamos muy bien. Ana se había convertido en un gran apoyo para mí. No es que hubiera cambiado a Juls por otra, ella siempre sería mi amiga, pero a veces era más fácil contarle lo que te apenaba a alguien que no lo hubiera vivido contigo. Simplemente me era más fácil abrirme con Ana de lo que me resultaba con cualquier otra persona.
Yo quería agradecerle eso, y puesto que hoy había quedado con ella para comer y le tenia preparada una pequeña sorpresa. Sabía que hace tiempo que estaba ahorrando para comprarse una maquina de coser. Así que me adelanté un poco y le compré una, el último modelo. Quizás había sido un poco extra por mi parte, pero me gustaba cuidar a los míos. Así que allí estaba yo, cargando con una caja excesivamente pesada, cruzando la puerta de la oficina de Ana. Menos mal que había aparcado el coche fuera porque no me veía capaz de llegar hasta el restaurante con este peso en las manos.
-Hi, I have an appointment with Mis Ana Guerra -Comenté nada más entrar dirigiendo una sonrisa a la recepcionista.
-Hi, just let me call her and she'll be here in a minute. -De repente me di cuenta de lo mucho que pesaba esa caja.
- Would you mind if I leave the box here for a minute, please?
-Sure, go ahead, it seems heavy.
-Thanks -dije mientras la apoyaba.
No sabía por qué estaba ligeramente nerviosa. No era la primera vez que quedaba con Ana a comer, aún así la sensación de hormigueo no me abandonaba. Quizás fuera la expectación, quería ver como reaccionaba a mi regalo, de hecho había pensado dárselo aquí mismo porque no podía esperar hasta el restaurante.
La puerta del ascensor se abrió y la sonrisa de Ana iluminó la estancia.
-Amigaaa. -Pensé en lo poco que me gustaba esa palabra últimamente. Ana me abrazó con fuerza y yo la correspondí con gusto -¿Vamos ya a comer?
-Bueno, sí pero antes quiero darte una cosa -Dije señalando la enorme caja que había sobre el mostrador.
-Qué has hecho -Respondió con una cara entre intrigada y amenazante.
-Es sólo un detalle -Mencioné mientras rascaba nerviosa mi nariz.
Ana estaba abriendo el paquete como una niña pequeña en el día de reyes. En cuanto vio lo que era se quedó paralizada.
-¡No! Dime que no has hecho esto, ¡Miriam! -Parecía más enfadada que sorprendida.
-¿No te ha gustado?
-¡Voy a matarte! -Me quedé pensativa, no sabía por qué esto estaba mal a los ojos de Ana. Pero Ana se lazó hacía mi y tuve que cogerla al vuelo mientras me llenaba de besos -¡Gracias, gracias, gracias! Pero Miri, este modelo cuesta una pasta, vamos a tener que devolverla.
-¡Eso ni de coña!, necesitas esta máquina para forrarte y hacerte la diseñadora más famosa del mundo.
-Ya Miri, pero tú no es que seas millonaria, no puedo aceptar esto como un regalo. Será un préstamo, te lo devolveré y mientras tu pídeme lo que quieras que lo hago. -Alcé una ceja.
-¿Lo que quiera? ¿Seguro? -Dije retándola. Ella asintió despacio.
-Sí, lo que quiera mi leona -Sus palabras escaparon despacio de su boca alargándose.
-Mmmm, tentador -bromeé- pero ya sabes lo que quiero.
-Más sushi.
-Exacto. ¿Tan predecible soy?
-Cuando una te conoce sí. Muy fiera por fuera pero eres un amor ¿vamos?
-Espera, tengo que ir al baño. Si me das un segundo, ahora mismo vuelvo.
Salí del baño despacio. Ana estaba hablando con la recepcionista y tenía curiosidad por saber que decían porque parecían estar hablando de mí.
-Is very hot.
-Sorry Who?
-Your girlfriend.
-¿Miriam? She is not my...-Ana parecía algo nerviosa.
-Oh, Comme on! We are not in Spain, this is Canada we are very open minded in these matters. She has bought this sewing machine, she came here to invite you for lunch and she look at you as you were the meal. I am not blind, I see the energy here. Besides, you should brag about her, she is hot as fuck and you make a very cute couple.
-Estoy lista. Cargo la caja y podemos salir-Interrumpí la conversación. Sabía que Ana no era de las que hablaban de ciertas cosas, de hecho de esto no habíamos hablado nada. No éramos pareja, la relación había evolucionado de otra forma. Si me preguntabas a mí, yo ni siquiera creía que la atracción inicial de Ana por mí siguiera existiendo. Lo mío era otra cosa. No podía decir que Ana me gustara, en realidad me encantaba. Era dulce, cariñosa, serena y terriblemente guapa, lo que pasa es que a ver como la convencía yo, después de mis dudas, de que ahora si que sentía que quería algo más con ella, pero ella parecía estar en otra honda. Así que me resigné al amigas.
Una vez en el coche me percaté que Ana llevaba un buen rato sin hablar y que eso era muy raro en ella.
-¿Te pasa algo?
-No, todo bien -Sabía que era mentira, pero no podía decirle que había escuchado la conversación.
-Que si te encuentras mal o algo podemos cancelar y te dejo en casa.
-Te he dicho que estoy bien. -Mal. Ese tono significaba que Ana se había enfadado. -Solo que no tenías que haberme traído el regalo a la oficina. La gente es muy cotilla.
-¿Desde cuando te importa lo que piense la gente?
-Hombre, es mi trabajo, me importa lo que piensen. -Sus palabras estaban despertando en mi una furia que creía haber olvidado. Di un frenazo en medio de la calle y eché el freno de mano. Iba a solventar esto de inmediato.
-¡Mira esto sí que no!
-Miri, nos están pitando.
-¡Me importa una mierda! Ana, ¿Te has cabreado porque la recepcionista ha dicho que éramos novias?
-¿Desde cuando te dedicas a espiar las conversaciones ajenas?
-Que no me cambies de tema Ana. Responde a la pregunta.
-Miri, yo. Es mi trabajo y tienes que entender...
-Respuesta incorrecta. -Retiré el freno y aceleré a tope. Estaba furiosa, decepcionada y sobre todo dolida.
-Miri, ¿a dónde vas?
-Te dejo en casa.
-Para, ¿no podemos hablarlo?
-¡No!
No pasaron ni cinco minutos antes de llegar a casa de Julia. Salí del coche lo más rápido que pude y me dirigí hacia la puerta. No quería montar un espectáculo en medio de la calle. Sabía que necesitaba pararme y respirar. Oía la voz de Ana a lo lejos. No fue eso lo que me paró sino el timbre de mi teléfono. Era mi casero.
-Yes? Speaking. How? Oh my god, I'll be there in a minute.
-Miri, que pasa -Supongo que mi cara de descomposición podía darle a la canaria todas las pistas que necesitaba para intuir que había algo que no estaba bien, pero, en ese momento, no quería hablar con ella.
-Mi casa se ha inundado. Tengo que irme.
-Espera Miri, voy contigo -se ofreció.
-¿Y que mi casero pueda pensar que eres mi novia? No, gracias. Hasta luego AMIGA- dije con rabia. Luego corrí hasta mi coche y salí de allí lo más rápido que pude.
Bueno chicas, hoy actualizo dos fics. Espero que os guste. Gracias a todas las que comentáis o leéis este pedazo de locura.
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Tu compañera de piso (wariam)
FanfictionAna es una chica española que se muda a Canadá para probar suerte como diseñadora de moda. Recién llegada y con poco dinero, Ana se encuentra alojada en la casa de Julia, una chica Canadiense hija de uno de los mejores amigos de juventud del padre...