El cuello le dolia horrores y la cara tambien, se removió incomoda y ese malestar no desaparecio. Finalmente abrio los ojos y ante ella estaba una pila de libros, de nuevo se habia quedado dormida sobre la mesa del salon mientras estudiaba. Cada día era mas dificil llevar esta vida hacia delante, ya estaba en el ultimo curso y apenas faltaban unos meses para acabar su carrera y al fin podria tener un trabajo que le diera lo suficiente para cambiar de vida.
Anoche habia llegado a las once de la noche y despues de charlar una media hora con Andrea y observar que los chicos dormian se sento en la mesa del salon y se puso a estudiar. Como hacia cada noche. Levanto la cabeza de la mesa y retiro el papel que estaba pegado en su mejilla, se estiro y aguanto un gemido de dolor, masajeo su cuello y se levanto de la silla.
Camino por el salón sin saber exactamente que era lo que le preocupaba. ¿No? Si, lo sabia. Sabia que era un hombre el que le preocupaba, su llegada. Jack Praxton. ¿Que hacia aquí? ¿Y por que una pequeña esperanza se abrio en su pecho?
Tomo su bolso y saco la cartera, la abrio y de ella extrajo un pequeño trozo de papel, lo desenvolvió y lo leyo mientras sin poder evitarlo las lagrimas se agolpaban en sus ojos.
Estef, con estas palabras no pretendo escusarme, porque se que no tengo ninguna escusa. Cuando estes leyendo esto ya estare fuera del pueblo, lejos. Supongo que deberia habertelo dicho en persona, pero no tuve el valor suficiente, llamame cobarde, pues lo soy.
Estos meses junto a ti han sido maravillosos, eres una mujer especial y ojala todo fuera de una forma distinta. Pero poco a poco me he ido dando cuenta de que esta no es la vida que quiero, que no soporto el no hacer algo importante. Eso es lo que necesito y por lo que voy a luchar. Me han aceptado en una universidad en Los Angeles, quiero acabar mi carrera, encontrar un buen trabajo y acceder a la vida con la que sueño.
Solo puedo decir que siento mucho que nuestra relacion no funcionara y espero que algun día puedas perdonarme. Cuidate.
Jack
-Que nuestra relación no funcionara -repirio esas palabras en voz baja -Tu no le diste ninguna oportunidad
De repente el telefono de Esteranie comenzo a sonar, volvio a la realidad y corrio hacia la mesa para apagar la alarma. Mierda, ya era la hora y no habia dormido nada. Corrio hacia la cocina y encendio la cafetera, saco la ropa de la cesta sucia y puso una lavadora, volvio al salon y recogio los libros de la mesa para poner el mantel. En una carrera subio a su habitacion, se metio al baño y se ducho, despues se vistio y salio de la habitacion rapidamente. Se paro en mitad del pasillo ante las puertas de Zoe y Martin, llamo a ambas al mismo tiempo.
-¡Chicos arriba! ¡Os quiero abajo en quince minutos! -y camino deprisa a la habitacion de Arthur, se acercoa el y lo tomo entre sus brazos -Hola cariño -le dio un beso en la frente y despues se dispuso a cambiarle -muy bien, que guapo -le peino y bajo con el al salon, lo sento en la sillita y se fue a la cocina. Preparo dos cuencos con cereales y los llevo a la mesa, despues sirvio el zumo, se sirvio un café y troceo fruta para Arthur. Se sento junto al pequeño y mientras tomaba el café le ayudo a comer -¡Zoe!¡Martin!
-¡Ya va! -Zoe entro al comedor y se sento en la silla bufando molesta, cogio la cuchara y comenzo a remover los cereales
-Quieres comertelos de una vez -Estefanie la miro de reojo mientras le daba un trozo de platano a Arthur
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Mi Mujer
RomansJack Praxton, nunca penso en que pasaria si algun día se viera en la situacion de tener que casarse con Casandra, la hermana de su jefe e hija del dueño de la empresa en la que trabaja Y es que al fin parece haber logrado todo lo que queria, dinero...