Capitulo 24: Un proyecto

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Frio, eso era lo que le impedia dormir placidamente, eso y el picor constante en su espalda y en sus nalgas. Abrio los ojos bruscamente y lo unico que vio fue un cielo azul. Se incorporo rapidamente, estaba en mitad del jardin, tras un arbusto, miro a su alrededor. ¿Y donde estaba Estef?

Pero esa no era la principal pregunta. La mas importante era….. ¿Dónde estaba su ropa?

-Maldita mujer –apreto la mandibula mientras tanteaba el suelo en busca de algo para poder taparse. Finalmente arranco una rama del arbusto y la uso para tapar sus partes. Se levanto del suelo mirando a su alrededor y al ver que no habia nadie salio corriendo. Atraveso el jardin y cuando llego a la parte de la piscina se pego a la pared y miro hacia ella, tampoco habia nadie.

Suspiro aliviado y corrio hacia la puerta, en ese instante un camarero salia con una bandeja llena de comida. El hombre se quedo paralizado y la bandeja resbalo de sus manos al suelo.

-Buenas –Jack saludo nervioso y entro corriendo al hotel. Se escondio tras una planta para que nadie le viera y enconces se le ocurrio una mejor idea. Tiro la rama del arbusto y cargo con la maceta que justo le tapaba hasta la cintura. Pegado a la pared rodeo la recepcion hasta llegar al ascensor, este se abrio en ese momento y el entro sosteniendo la planta. Las puertas se cerraron y solto el aire que habia estado aguantando en sus pulmones.

-¡AAHHHH! –una mujer gritaba histerica, arrinconada en la esquina del ascensor mientras su caniche ladraba a Jack nervioso.

-Señora –Jack la miro incomodo –Por favor… permita explicarle

-¡No se acerque! –la mujer lo miraba horrorizada -¡Pervertido! ¡Socorro!

-Señora, por favor –con los nervios se le cayó la maceta y esta se rompio en el suelo, permitiendo verle completamente desnudo.

-¡AHHHH! ¡Socorroooo! –la mujer se pego aun mas a la pared -¡Ayuda! ¡Seguridad!

-Mierda –el caniche avanzo hasta Jack, mientras el daba un paso atrás chocando con la pared y usaba sus manos para cubrir sus partes intimas. Las puertas se abrieron y el salion corriendo por el pasillo, choco con una limpiadora, que lo miro horrorizada y siguio corriendo por el pasillo.

Cuando al fin diviso la puerta de su habitacion, la de la que estaba frente a la suya se abrio y un Daniel sonriente salio silvando. Su amigo cerro la puerta al tiempo que se giraba y se quedo estatico en su lugar.

Mi MujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora