Querido Christophe|Yaoi Gregstophe

~Segunda Duda~

Él humo salio de sus labios, observando a los de años menores salir de sus clases. Observo el peculiar grupo de rubios que siempre se pasaba por enfrente de su casillero, observo como los dos más bajos se burlaban del más alto. Este desvío la mirada y como consecuencia sus miradas se encontraron. Los ojos de ese chico eran hermosos. No lo negaba, pero quería. Deseaba, qué ese rubio fuera él autor de sus cartas.

—¿Todo bien Chris?. —Pregunta él anticristo golpeando ligeramente él hombro del castaño.

—Supongo. —Gruñe por él golpe y desvía la mirada de ese tierno rubio—. Damien. —Llama con seriedad.

Él azabache deja de observar al rubio de la boina y gira su rojiza mirada sobre él francés. Eleva una ceja. En clara señal de que siga con lo que iba a decir.

—¿Tu eres quien me envía cartas?. —Dice sin rodeos. Él anticristo le observa aturdido.

—Hace un tiempo. Te hubiera dicho que si. —Suspira y sonríe un poco—. Pero no, dude. Yo no te envió cartas, ¿algun admirador?. —Lo mira burlón.

—Hace una semana exactamente me estan llegando cartas. —Se mueve y abre su casillero sacando la segunda carta—. Eric dijo que me ayudaría, Kyle igual. —Extiende la carta hacia él azabache él cual la toma y empieza a leerla—. Necesito tu ayuda, se que te gusta Pip y ese ingles conoce a casi toda la escuela. Dale la carta y que el averigüe por mi.

—Bien, te ayudo. —Dice Damien guardando la carta—. Pero eso tendrá su preció. —Advierte burlón.

—No te daré el culo. —Se ríe burlón y golpea él hombro del anticristo.

—Tampoco lo quiero. —Gruñe.

—Hace años, no decías lo mismo. —Rie alto.

Él azabache mordió su labio. —¡Eso fue hace como seis años!. —Dice en defensa y luego suspira—. Mierda, maldito mortal. —Gruñe con fastidio—. Creo saber quien es él autor, pero debo confirmarlo. Hablamos luego. —Quita él cigarro de la boca del castaño y se va.