No había pasado mucho tiempo desde que Taiki había dado una orden todo por el bien de la reina de Tokio de Cristal, esta debía abandonar cuanto antes el planeta de Kinmoku.
La Sailor del tiempo se encontraba en la habitación que se le había asignado durante su estadía en el palacio, sentada en aquella cama tan extensa pensaba en todo lo ocurrido desde que llego ahí.
Es necesario sacar de aquí a la reina, ¿Pero en ese estado?- pensaba la morena mientras se mordía el labio- precisamente esa razón es la que nos obliga a irnos de este lugar. No la podemos arriesgar, de esa manera.Al recostarse para intentar descansar un poco sintió una vibración, había una energía que la rodeaba en ese instante se levantó, sus brazos se tensaron y sus pupilas comenzaron a dilatarse. A ella llego un olor a flores, era como si se encontrara en un jardín repleto de flores que se empeñaban en ser perfume a su nariz… Era el… No está muerto… pensaba la peli verde, pero tan pronto como formulo ese pensamiento aquel olor se desvaneció de la habitación… dejando el silbido del viento como testigo.
Cerro los ojos, se encontraba abrumada cuando los abrió quiso volver a sentir la misma sensación pero nada, no había nada.
La puerta se abrió para dar paso a Taiki, sintió su mano tocar su hombro
-¿Te encuentras bien?- cuestionaba el castaño pero ella simplemente
no podía estructurar respuesta alguna, la mano de Taiki se sentía como si fuera fuego que la quemaba- Sentí una energía muy peculiar y heme aquí, ¿Todo está bien?
En ese momento Taiki soltó mi brazo, decía algo que no recuerdo. No podía escuchar su voz, solo estaba la fuerza del viento a mi alrededor estaba comenzando a asustarme, veía como Taiki quería sostener mi brazo pero mi cuerpo se comenzó a elevar en medio de un torbellino.Era cálido y frío, nunca había tenido una experiencia semejante, y lo único que podía estar en mi mente era el nombre de SEIYA, pero que ocurría.
Mi cuerpo cayo de un momento a otro al piso y Taiki estaba ahí a mi lado, cuestionando sobre lo ocurrido…
-él está con nosotros…
-¿Cómo es posible eso? Buscaba en mi cara una respuesta, pero ni yo misma entendía que ocurría.
-Cuando una “Sailor” o “Descendiente de la realeza” mueren su semilla estelar es arrebatada, esta se desvanece y va directo a donde vino la caldera de la galaxia, pero así como dicha semilla se desvanece de este
plano, también lo hace el cuerpo portador de la semilla, de esta manera
cuando sea su tiempo volverá a renacer.-Pero Seiya no ha desaparecido, ni su semilla se expulsó.
-A eso voy, Seiya no está muerto.
-Pero no tiene pulso, su cuerpo esta inerte.
-El arma con la que fue atacado y asesinado, era especial. Técnicamente lo dejo muerto, es cierto, pero no fue enviado a la caldera de la galaxia, él se quedó en un plano medio… Entre estar vivo y estar muerto digamos que esta aun entre nosotros al menos por ahora, después será arrastrado a un lugar del que muy poco se ha escuchado mencionar, no conozco mucho de él, pero ahí es a donde van aquellos seres que son condenados.
-¿Qué?
-Sí, es por ello que debemos actuar rápido. Si Seiya es llevado a ese
lugar, ya no podremos hacer nada. Ni con el cristal de plata.
-¿Pero cómo es que Fighter obtuvo esa arma?
-¿Aun no has entendido?
La cara de Taiki mostraba intriga- ¿Qué es lo que no he entendido?
-El enemigo no es Fighter. Hay alguien muy poderoso detrás de todo
esto.
¿Me estás diciendo que Fighter, fue solo una pieza dentro del tablero?
-De ninguna manera. Piensa, Taiki si fuera el alter ego de Seiya ¿no
crees que al herirlo de esa manera también estaría sufriendo las
consecuencias de ello? Al final de cuentas sigue siendo una parte de
Seiya ¿no?
-Entonces, ¿porque tenía el cuerpo de Fighter?
-No lo sé, pero me queda claro que aún no conocemos la magnitud de
su poder. Taiki, no debes mencionar esto. Aun no es tiempo.
-Pero el tiempo corre en nuestra contra, Serena debe saber la gravedad
de las cosas tenemos que recuperar el cristal.
-La reina debe afrontar esto, ella debe ser capaz de tomar sus propias
decisiones y solo así podrá ayudar a Seiya. Ella debe tomar el rumbo
de su vida nuevamente.
Una suave brisa toco el rostro de Taiki impregnándolo de aquella
fragancia que hacia un momento inundaba a la Sailor del tiempo, ahí
entendió todo el castaño… Era su hermano, era el…
-Está bien, pero deben irse de Kinmoku.
-Eso es correcto.
De esa manera Taiki salió de aquella habitación, pero con una
nueva esperanza. Pudo sentir a su hermano nuevamente, sabía que
él estaba con ellos que no los había abandonado del todo, y sabía
que haría todo lo que estuviera en su poder para poder ayudarlo y
tenerlo físicamente de nuevo entre ellos.
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En otra de las habitaciones acababa de ingresar una rubia de
odangos, abrió aquella puerta que parecía gigantesca ante ella que
en ese momento se sentía tan pequeña y sola.
La recamara seguía intacta, una sobre cama roja cubría aquel
colchón. Al lado un pequeño buro que encima sostenía una rosa al
lado de un marco dentro de él había una imagen, era un chico
platinado y al otro extremo un castaño, ambos abrazando a Seiya…La rubia tomo la imagen entre sus manos, se recostó en aquella
cama como una niña que se acurruca en su cama buscando
protegerse de los monstruos del armario. Abrazo la imagen como
si su vida dependiera de ello.
De pronto escucho un ruido, algo se había caído en aquella
habitación. No quería levantarse pero la curiosidad fue más fuerte,
al levantarse se encontró con una cajita dentro de ella había varias
cosas, estaba aquel reloj y la carta que ella había enviado años
atrás pero había algo más… ¿Qué hacía ahí, aquel llavero en forma
de oso rosa? La última vez que lo vio fue en la tierra. Sus ojos se
iluminaron al ver también una imagen de ella en aquella caja.
Tú… tú me recordabas.
Tomo todo esto y se volvió a recostar, aunque se negaba a irse de
Kinmoku sabía que era lo mejor, pero antes quería impregnarse del
olor y la esencia de su estrella.
Pasaron los minutos y ella cayó en un sueño profundo…
Las imágenes comenzaron a volar… Mis desayunos con mis
padres, mamá levantándome de la cama para que no se hiciera
tarde. Las chicas esperándome en la escuela, Darién, Rinni… Las
batallas contra los diferentes enemigos, las muertes de las Scouts,
mis heridas mismas.
Las risas después de clases, mis exámenes reprobados, y de
pronto llegue a aquel lugar…
Aquella primera mirada, aquel destello cuando nuestros ojos se
cruzaron por primera vez.
Las imágenes siguieron lloviendo ante mí, bombón… escuchaba
una y otra vez, no pude más y mi cuerpo se desvaneció en el piso
todo se apagó el lugar era oscuro, frio.
Abrazaba mis piernas contra mi pecho, el dolor que emanaba de él
era inmenso. Pero alguien estaba ahí, sentí como me sujeto
abrazándome a su pecho.Bombón..
Se.. Sei… unos dedos impidieron que siguiera hablando. Era el, era
él.
-No es necesario, bombón. Aquí estoy contigo y nunca te dejare
sola.
-Yo… - mis ojos se negaban a abrirse, tenía miedo de que
desapareciera.
Y como si leyera mis pensamientos lo escuche - Tranquila, no me
iré de ti.
Levante la cabeza, abrí mis ojos pero la luz que emitía era tal que
no podía ver nada, solo sentirlo.
-Quiero ir contigo- murmure.
-No, aun no podemos. Pero siempre estaré contigo cuando me
necesites.
-¡NO QUIERO ESTAR AQUÍ!- grite
-No te enfades bombón. Te ves fea enojada- y ahí estaba su risa
sarcástica que tanto amaba y odiaba.
En ese momento sentí sus labios chocar contra los míos, podía
respirar su olor a flores memorizándolo en mi cabeza era una
fragancia en la que podía perderse toda la vida. Deseaba que ese
momento se hiciera eterno, saboreándolo y jugando con su
lengua… esa lengua hacia magia.
Pero sabía que eso no sería por mucho tiempo…
-No me dejes
-No me iré, yo iré contigo a donde estés. Pero necesito que seas
fuerte bombón. Yo creo en ti, y sé que me mostraras el camino de
regreso a ti… Mi dulce bombón…
En ese momento desperté…
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SE APAGA UNA ESTRELLA V.III "Mi camino hacia ti".
FanfictionLa última temporada de esta historia, la última decisión será tomada.