Capítulo V "En la oscuridad"

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Desperté con un ligero sobresalto, como pude respire solo para darme cuenta que el ya no estaba conmigo.

¡No! ¡No!... ¡Te necesito!

¿Por qué viniste a mí, para dejarme sola de nuevo? ¿Por qué me atormentas? Comencé a temblar, mientras mis manos intentaban calmar su ansia enredándose en mi cabello.

-Bombón... sus palabras seguían repitiéndose en mi cabeza, casi podía escuchar su voz. Dormir ya me fue imposible, decidí salir a dar un paseo por el palacio tenía que verlo, comprobar que su cuerpo seguía ahí...

La oscuridad cubría el palacio, los pocos guardias que hacían rondas en la noche dormía así que seguí mi camino.

La habitación donde se encontraba era algo como una cámara de honores, ahí había pertenencias de todos los reyes y reinas de Kinmoku. Era aunque bonito muy tenebroso, pinturas enormes con diferentes personajes portando la corona real, de pronto vi la pintura de la princesa Kakyuu realmente era hermosa. Y ahí estaba el... Era perfecto aun sin vida, su piel blanca como porcelana, sus labios perfectamente cerrados y hermosos era inevitable no desear besarlo nuevamente probar la gloria que proporcionaban esos labios era todo lo que necesitaba.

-Creo que alguien necesita un café

-Haruka

-Mi reina, es un poco tarde y debe descansar Kou no se ira de aquí.

-Ya lo sé, sabes no quisiera irme. Estar aquí me hace sentir que aún sigue conmigo, pero me estoy volviendo loca – me acerque a tocar el cristal que me separaba de mi amor, mis manos temblaban al acariciar aquella fría barrera sabía que debía irme de Kinmoku o de lo contrario perdería mi poca cordura ahí sabía que para sacar de ahí a Seiya debía salir de mi propio abismo... Era ahora o nunca.

-Es normal que sientas eso, no ha sido fácil lo que has tenido que pasar.

-¿Por qué? Acaso estoy maldita, acaso no merezco ser feliz – mis pupilas buscaban su mirada azul celeste pero Seiya simplemente no abría los ojos.

- Tienes que ser fuerte cabeza de bombón. No podemos ayudar a Kou si no lo logras- se acercó a mi poniendo en mis manos una taza de café para después dar un ligero sorbo a la suya- No entiendo porque pero creo que no todo está perdido, si su cuerpo sigue aquí creo que algo se puede hacer- la Sailor del viento observaba el cuerpo de Seiya fijamente su mirada reflejaba gratitud.

Él te amaba, y lo demostró muchas veces Serena. Tienes que corresponder siendo fuerte claro si es que tú también lo amas.

Le brinde una mirada inexpresiva oírle hablar de esa manera sencillamente era increíble, pero Haruka siempre fue leal cuando lo merecían y Seiya lo merecía.

-¿Crees que haya algo entre Amy y Taiki?- pregunte cambiando de platica.

-Por supuesto... acaso no has visto la cara de idiota de Taiki cuando ve a la pequeña Amy.

-Me alegra que al menos ella si pueda ser feliz.

-¿Y quien dijo que los demás no lo somos?

-No pierdes el tiempo verdad Haruka- con una melodiosa voz escuche a Michiru hablar.

-Michiru, yo... no es lo que piensas.

-Yo lo sé, Haruka – mientras se acercaba a ella depositándole un beso en la mejilla dejando ver una Haruka bastante sonrojada me causo gracia.

-Ya es hora de irnos, voy a buscar al resto- Salí de aquella cámara no sin antes ver por última vez a mi estrella.

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Yaten, ¿porque hiciste eso?-

¿Hacer que?-

Decir que te irías con nosotras-

¿Te molesta?-

No, es solo que no quisiera que después te arrepientas-

Mina, para empezar no lo hago por ti-

¿Entonces?-

Lo hago por Serena-

¿Cómo?

Tranquila... Quieres, entiéndeme yo vi a mi hermano morir y me siento responsable por no poder haber hecho nada, debo corresponder a su acción porque al final de cuentas el dio la vida por Serena y yo quiero vigilar que ella este bien... No es que ustedes no lo puedan hacer es solo que se lo debo a Seiya- La mirada del platinado se tornó triste de un momento a otro.

Pero tú no eres culpable- Mina se acercó a él para abrazarlo pero alguien interrumpió aquel momento.

-Hey chicos vine por ustedes, Serena esta con Lita y las demás ya debemos irnos- Rei

Claro vámonos- Mina y Yaten.

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Oigan chicas, hay algo que me gustaría pedirles-

¿Qué cosa majestad?- S. Plut.

Bueno, quisiera llevarme a Seiya con nosotros-

¿Qué? – En ese momento entro Taiki quien acababa de escuchar lo que pretendía hacer Serena.

Taiki, yo... Yo quiero llevarme a Seiya- Serena.

No creo que sea prudente-

¿Por qué? Digo al final aquí no podrán hacer nada por él, y si encontramos el cristal es más fácil que estando con nosotras podamos actuar rápido-

La reina tiene razón.- Uranus

¿Tú también? – Taiki

Yo solo estoy diciendo lo que pienso cerebrito, no creo que aquí puedan hacer algo ¿o sí?-

Está bien, aunque creo que es una locura. Pero está bien pueden llevarse el cuerpo de mi hermano-

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En algún lugar oscuro del firmamento, sentada en un trono se encontraba una silueta femenina totalmente absorta en sus pensamientos, con su mano derecha palpaba aquel cristal que ahora estaba totalmente opaco y sin gracia objeto que fuera propiedad de la reina de Tokio de Cristal y que en manos de cualquiera que no fuera del linaje del reino lunar quedaría inservible.

La molestia de aquella mujer era evidente, todo su plan se había venido abajo, tenía que idear una estrategia para poder hacer que su voluntad se llevara a cabo, pero ¿Cómo convencer a aquella chiquilla? ¿Regresar a la estrella? De ninguna manera iba a permitirlo, uno de sus objetivos era destruir completamente a Seiya Kou y aún no había terminado... Faltaba el golpe final.

De pronto en aquel lugar de sombras se hizo presente una inmensa luz, dirigiéndose hacia aquella mujer...

-Debes darte por vencida, aún podemos ser felices...

Estas bromeando cierto- una risa maquiavélica salió de ella – Lo único que pretendes es que desista de mis planes para tu estrella caída, pero no... Deberías agradecerme que esto lo hago por ti, por nosotros, por recuperar nuestro lugar aquel que se nos fue arrebatado.

-No es lo correcto, esta no es la manera. Tu sabes muy bien que él es inocente de todo eso que le culpas, él no tiene culpa alguna de los actos de terceros, el merece ser feliz.

¡Cállate! Volverás conmigo y todo volverá a ser como lo era antes de que el existiera, tendremos por fin justicia ¡MI JUSTICIA!

En ese instante, aquella luz cálida que intentaba luchar contra la fría soledad de aquel lugar desapareció, dejando nuevamente a la portadora del cristal de plata sola... 

SE APAGA UNA ESTRELLA V.III "Mi camino hacia ti".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora