Aun no salía del shock, Tània lo observaba, preocupada —Bruno ¿Estás bien? Estás pálido.
No supo que responder, simplemente estallo en llanto, ella lo abrazo en silencio, mientras le sobaba la espalda y dejaba que empapara su hombro con sus lágrimas.
Mientras lloraba se preguntaba ¿Por qué a mí? ¿Por qué justo ahora? No entendía y no quería entender porque estaba pasando por eso.
Cuando logro calmarse, Tània le limpió las lágrimas y lo miro a los ojos.
—Debes decirle a tu padre o a tu abuela —su semblante era serio, comenzó a negar con la cabeza, no podía ni quería decirles, sentía, además de vergüenza, miedo. Muchísimo miedo.
—Venga Bruno, debes decirles, no hoy, pero tienes que hacerlo. Ellos sabrán como ayudarte, son tu familia —le animó mientras le acariciaba la mejilla.
—¿Y si se enfadan conmigo? Tengo muchísimo miedo Tània —confeso, ella volvió a abrazarle.
Suspiro, necesitaba estar solo y por lo tanto le pidió que se fuera, ya se verían al día siguiente en el instituto.
Ella, su entrañable mejor amiga, la chica que era casi como una hermana para él, lo comprendió, entendió que quería estar solo.
Necesitaba estar solo y pensar.
Esa noche apenas pudo dormir, pensando, analizando y sopesando la situación que estaba viviendo.
Iba a tener un hijo, pero no de cualquier hombre, sino de Pol.
Pol Rubio, aquel muchacho que le robaba suspiros desde hacía ya más de un año, aquel que era como su sol personal, que con sus ojos pardo-verdosos y su sonrisa de tipo chulo y malo iluminaba todos sus días.
Pero también, era aquel que podía hacer estallar su corazón en mil pedazos, que podía romperlo, armarlo y desarmarlo a su antojo y aun así, iba a estar esperándole, así como Penélope esperaba a Ulises.
Casi sin darse cuenta se hayo a sí mismo acariciando su vientre, plano, que dentro de él albergaba el fruto de un amor y una pasión irrefrenables, y sintió como su pecho se hinchaba de un amor infinito por aquel ser aun nonato.
Finalmente cedió ante el cansancio de las emociones vividas ese día y se quedo profundamente dormido.
Por la mañana evitó tener cualquier contacto con su abuela y con su padre, temía verlos a la cara y delatarse a sí mismo.
Caminaba por los pasillos del Àngel Guimerá junto con Tània, iban hablando de banalidades cuando le soltó la gran pregunta —¿Y cuando se lo vas a decir Pol?
La pregunta lo tomó completamente desprevenido.
—¿Decirle que? —pregunto confundido.
—Ay Bruno, no te hagas el tonto, tío. Tú sabes bien de que estoy hablando —le dijo mientras abría su taquilla y sacaba sus libros.
La miró, nervioso, mordiéndose el labio con fuerza.
—Aun no lo sé, todavía lo estoy asimilando, probablemente hoy o mañana se lo diga a mi padre o a mi abuela —le susurro mirando para todos lados, con el miedo de que alguien pudiera escuchar su conversación, pero a simple vista nadie parecía prestarles atención.
—Vale, pero bien sabes tu que él tiene derecho a saberlo, después de todo es el padre —la miró, sin saber que decir y cuando estaba a punto de contestarle se hicieron presentes Mónica, Oksana y Oliver, haciendo que dieran por terminada su conversación.
ESTÁS LEYENDO
9 meses [EN EDICION] (Merli/Brunol/Mpreg)
Fanfiction1 mes después de su noche de pasión con Pol, Bruno comienza a sentirse extraño, y descubre algo shockeante... Ahora tiene que tomar una decision que cambiara todo el rumbo de su vida y la de la gente que lo rodea. (Universo Alterno)