7: Mientras haya amor y memoria, no existe la auténtica pérdida

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Luego de 1 hora y media de vuelo, el avión aterrizo, bajaron y fueron en búsqueda de sus maletas.

Su padre, como siempre, hizo otra de sus merlinadas, comenzando a decirle a la gente que se hiciera a un lado, que tenía prioridad por estar embarazado, haciendo que quisiera desaparecer por la vergüenza.

Cuando salieron de la zona de embarque y desembarque, vio que  Pol y su abuela les estaban esperando, al verlo el rubio lo envolvió entre sus brazos y lo beso en los labios.

—Hola.

—Hola guapo —ambos se sonrieron.

 —Guapos no es por interrumpir su hermoso momento, pero yo no estoy pintada aquí —murmuro la Calduch, avergonzado se soltó de Pol y abrazo a su abuela. 

—Lo siento yaya, es la emoción.

Comenzaron a caminar hacia la salida, mientras Pol cargaba su maleta.

—Y Bruno ¿Qué tal Roma? Tu madre ya sabe de... Tú sabes ¿Ya sabe que va a ser abuela? —suspiro y asintió, sonriendo.

Mientras caminaban comenzó a contarles todo lo que había platicado con su madre.

—¡Ay Bruno, que bueno que tu madre os haya brindado su apoyo! Yo ya pensaba que vendría expresamente para asesinar a tu novio —su abuela sonreía, estaba contenta por él y eso le llenaba el alma.

Tomaron un taxi y fueron a casa, entro en su cuarto y se dejo caer en la cama, Pol dejo su maleta junto a la puerta de la habitación y se recostó a su lado.

—Te extrañe —susurro y le beso en los labios con suavidad.

Le devolvió el beso con ansias, en verdad le había extrañado, había extrañado sus besos, el roce de su piel, sus caricias, sus momentos filosóficos, cuando comenzaba a divagar sobre la vida y la existencia, había extrañado todo de Pol.

Y con tan solo decirle dos simples palabras había despertado todos sus sentidos y lo había puesto al 100%.

Comenzaron a besarse a saco, eran besos hambrientos, cargados de toda la pasión contenida en esas 2 semanas que habían estado separados.

—En verdad te he extrañado muchísimo Bruno —lo miro a los ojos transmitiéndole todo aquello que no podía decirle con palabras.

—Yo también te he extrañado Pol —volvieron a besarse, el rubio comenzó a acariciar su vientre y luego bajo, adentrándose en su pantalón.

Jadeo y arqueo la espalda cuando su novio tomo firmemente su miembro, los labios del rubio se paseaban furtivamente por su cuello mientras que su mano le masajeaba la ingle. 

Podía sentir el clímax muy cerca, todo su cuerpo ardía en llamas, una corriente eléctrica recorrió su espina dorsal, instalándose en su espalda baja, se aferro a la espalda del rubio ahogando sus gemidos contra su cuello, y finalmente se corrió contra su mano, las piernas le temblaban ligeramente.

El rubio lo miro, algo sorprendido y luego sonrio.

—Lo siento... Ultimamente he estado con las hormonas a mil por hora. Verte me pone como una moto se disculpo, avergonzado, jamas había tenido un orgasmo tan intenso, y mucho menos se había corrido tan rapido.

9 meses [EN EDICION] (Merli/Brunol/Mpreg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora