Llevaban sentados durante un par de horas, hablando sin parar. A veces hablaban de temas banales, color favorito, película favorita, a pesar de que eran tonterías Hye Min sentía que poco a poco le conocía un poco más. Hye Min llevaba buscando el momento idóneo para preguntarle acerca de su madre, aunque no sabía ni si quiera como empezar.
Hye Min estaba sentada entre sus piernas, con los brazos de Kris rodeandole la cintura, se giró y poniendo las piernas sobre las de él se colocó de manera que estuviera frente a él.
- Kris - comenzó sintiéndose algo torpe-, ¿qué le pasa a tu madre? Parecía muy enferma y no de un resfriado.
Kris se mordió el labio pensativo y comenzó a juguetear con las manos de la chica.
- Mi madre tiene cáncer -dijo finalmente- Es un cáncer incurable.
- Dios, Kris, no tenía ni idea - el rostro se le descompuso al escucharle.
- No es como si te lo hubiera contado - se encogió de hombros mientras acariciaba la mano de la chica con su pulgar- No tienes porque compadecerme - remarcó cada una de las palabras-, no es como si se lo hubieran diagnosticado antes de ayer, fue hace cuatro años. Lo tengo asimilado y ahora solo quiero vivir con ella todo lo bueno y máximo que pueda.
Hye Min recordaba su primer día de instituto, estaba aterrada, la noche anterior apenas fue capaz de pegar ojo y al día siguiente tenía unas ojeras enormes. El instituto parecía un universo paralelo al mundo que había fuera de aquellas puertas, el primer día marcaría el resto de los cuatro años. Con quien te juntabas, cómo hacías que tu uniforme fuera mejor que el del resto de los mil estudiantes, donde te sentabas a la hora de comer, absolutamente todo era importante aquel día. Aquellas eran las preocupaciones de Hye Min el primer día de clase, ahora que sabía acerca de la enfermedad de la madre de Kris se imaginaba cómo se habría sentido él el primer día, tener que afrontar el instituto mientras su madre estaba luchando contra un cáncer, hacer como si no pasara nada, tener que mantener aquella coraza que también conocía Hye Min. Tenía ganas de llorar, se le rompía el corazón de imaginar a Kris llevando todo eso él solo.
Hye Min se dio la vuelta y rodeó su cintura con sus piernas, colocando los brazos en su cuello. Kris le sonrió y le acarició el rostro.
- Me gusta esto - le dijo casi en un susurro mientras enredaba la mano con su pelo- El verdadero Kris, me gusta conocerte de verdad. Gracias - le dijo, de corazón.
- Hye Min - la forma en que dijo su nombre era como si cogiera su corazón con su mano con tal suavidad que podía sentirlo en su pecho -, eres la única con la que siento que puedo ser yo. Dios, no me gusta ser cursi - el repelús que notaba en su voz hizo reír a Hye Min-, pero es la verdad. Me gusto más cuando estoy contigo y no quiero que cambie.
Hye Min le acarició el rostro, pasando la mano con suavidad desde su mandíbula hasta su frente. Era guapísimo, no es que antes no fuera consciente de lo guapo que era, había que ser invidente para no darse cuenta de que Kris estaba lejos de la belleza corriente. Sus rasgos estaban tan marcados que parecía que le habían tallado en mármol y sus ojos eran tan rasgados que le recordaba a las pinturas de los dioses del antiguo folclore. Por no hablar de su cuerpo, sus brazos eran perfectos, sus bíceps eran musculosos y definidos al igual que sus abdominales, ni si quiera lo había visto sin camiseta y ya había llegado a fantasear hasta el punto de que se sentía avergonzada de admitirlo.
- Me gusta mucho el Kris real - le dijo enredando los dedos en su pelo - La versión no sarcástica y defensiva - admitió haciéndole reír- ¿Sabes? Creo que podría funcionar.
- ¿Sí? - inquirió el chico con los ojos entrecerrados y la sonrisa en sus labios - Coincido completamente.
Y sin esperar a que pudiera responder le plantó un beso en los labios, bajando hasta su cuello dándole pequeños besos durante todo el recorrido. Hye Min no pudo aguantarse la risa al sentir las cosquillas que le hacía.
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Hateful Love [Kris Wu]
FanfictionLa gente cree que ser parte de una familia adinerada significa tener una vida mucho más fácil, pero se equivocan. Detrás de la vida de los niños ricos con vidas faciles se esconde lo que de verdad viven. Hye Min es la hija perfecta de una...