Era un día frío en París y a pesar de que estaba en una de las ciudades más bonitas del mundo para ella era un lugar horroroso. El cielo estaba encapotado y la ciudad tenía un tono gris que hacía que todo pareciera más triste de lo que ya era. Hye Min estaba encerrada en la habitación del hotel, había estado dando vueltas por la ciudad seguida de su guardaespaldas que hacía las veces de niñero, a penas había visto a sus padres a pesar de que le habían prometido que aquel viaje de familia sería diferente y pasarían tiempo juntos. Hye Min se había creído aquella mentira porque, aunque supiera que no iba a pasar, siempre tenía la esperanza de que fuera diferente.
Había decidido que no esperaría ni un minuto más a que sus padres aparecieran en su habitación prometiéndole esa cena en su restaurante favorito, había estado tantas veces en París en sus cortos 14 años, ya que su abuela vivía allí, que confiaba en saber moverse por la ciudad a la perfección. A pesar de que tenía terminantemente prohibido moverse del hotel sin la compañía de su guardaespaldas consiguió apañarselas para escaparse y llegar hasta el vestíbulo.
- ¿A dónde vas? - la voz de un chico a sus espaldas hizo que se congelara en el sitio.
Reconoció la voz en seguida y se dio la vuelta intentando fingir tranquilidad.
- Voy a salir - dijo intentando sonar segura- ¿Tú también?
- Sí- admitió como si fuera lo más obvio del mundo- Pero creía que tenías prohibido moverte sin que te acompañara tu guardaespaldas.
- Así es - respondió poniendo los ojos en blanco- Así que tengo que irme antes de que...
- Hye Minssi - la voz del guardaespaldas captó su atención, el hombre, tan ancho de espaldas que Hye Min se preguntaba cómo había cabido allí dentro, salió del ascensor con cara de pocos amigos - Ya sabe que no puede...
Sin decir una palabra el chico agarró la mano de Hye Min y echó a correr fuera del hotel. Corrieron sin parar hasta que entraron a la boca de metro más cercana.
- No tienes guardaespaldas, ¿verdad? - dijo intentando recuperar el aliento una vez habían entrado en el tren de la línea 1.
- La verdad es que sí que tengo uno, pero no está siguiéndome los pasos como el tuyo - se burló - ¿De qué huías?
- No huía - respondió molesta- Estaba harta de estar encerrada en el Four Seasons y como mis padres se negaban a aparecer y yo me negaba a estar bajo la tutela del orangután me dirigía a disfrutar de París yo sola.
- ¿Sola? -exclamó incrédulo - Siendo hija de quien eres y con solo 14 años tú sola en París...¿y creías que iba a funcionar?
- Funcionaba, hasta que apareciste - le espetó.
- Pues es gracias a mí que has conseguido escapar - le dijo y con un movimiento de cabeza señaló la puerta del vagón que se habría mostrando la parada de metro de Rivoli.
El chico le miró sonriendo de soslayo y le cogió de la muñeca para salir del tren. Su estancia en París había sido un aburrimiento hasta aquel momento. Le había visto durante su estancia en la ciudad ya que estaba allí obligado por los negocios de su padre, eran el futuro de las empresas más importantes de Corea y era su deber estar en el centro de los negocios de sus padres pues en algún momento pasarían a ser suyos. Sin embargo, a nadie le gustaba que le llevaran a otro país, en plenas vacaciones, lejos de sus amigos, para estar solos.
- Te vi el otro día- dijo mientras caminaban por la famosa calle de Rivoli-, llorando. Era por tus padres, ¿verdad?
El rostro de Hye Min se endureció y en lugar de afirmar o negar aquello dijo:
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Hateful Love [Kris Wu]
FanficLa gente cree que ser parte de una familia adinerada significa tener una vida mucho más fácil, pero se equivocan. Detrás de la vida de los niños ricos con vidas faciles se esconde lo que de verdad viven. Hye Min es la hija perfecta de una...