★ TATTOOED DADDY® KOOKMIN ★

O4.

—¡Hey! tu eres el rubio de ayer—Dijo con una sonrisa en el rostro.

—Rode los ojos.—Si, no se si sabes pero me acabas de manchar toda la ropa.

—Oh si, lo siento mucho no era mi-...

—Estoy apresurado, escuchando el que estabas tan concentrado viendo videos de quien sabe que en tu celular no va a hacer que me limpie así que, adiós—Dije para salir de allí dejándolo con el ceño fruncido.

—¡Era de tutoriales!—Lo oí gritar.

Idiota.

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Llegué al estudio y lo que me esperaba no era nada bueno.

—Llegas tarde Jimin—Me miró con el ceño fruncido.

No me digas.

—Lo se Sara, pero no es culpa mía. La niñera no venía—Suplique con la mirada.

—Anda que los chicos que te han estado esperando por treinta minutos. El hecho de que seas el dueño no significa que te salvaras del regaño.

—Si señora—Hice un saludo militar y me fui hacia el salón.—Ya llegué chicos, perdonen por mi tardanza. Moraleja del día, no tengan hijos.

—Usted los ama profesor—Respondió burlón Taeyong.

Sonreí quitándome la camiseta y cambiándola por otra. Ignorando las miradas hacia mi torso desnudo.

—Es cierto, son lo mejor que me ha podido pasar, pero eso no significa que deben de serlo a temprana edad. Bueno, dejemos la charla a la cual no le van a prestar atención para después, ahora si, ¡A calentar esos músculos!

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Cuarenta y cinco minutos después todos yacían en el suelo bebiendo agua y jadeando cansados.

—Eso fue cruel profesor—Dijo Hani con un puchero.

—Hey no me culpes, ustedes dijeron que ya estaban listos para la coreografía—Respondí sonriendo cruzándome de brazos.

—Y lo estamos profesor Park, Hani solo tiene miedo de romperse una uña—Dijo Heechul.

—¿Tú que sabes?—Preguntó mirándolo mal.

—Uhh—Dijeron todos mirando a los dos adolescentes.

—Bueno, bueno silencio—Hablé caminando cerca de todos.—Para la próxima clase traigan sus rodilleras, las necesitaremos para prevenir que se golpeen al hacer los pasos que siguen ¿Entendido?—Pregunté a lo que todos asintieron tomando sus cosas.—Pueden irse chicos.

—¡Adiós profesor Park!—Se despidieron al unísono.

Me dirigí hacia mi bolso pero un pequeño cuerpo aun en el piso. Jeongin aun seguía guardando sus cosas con la mirada gacha.

—¿Pasa algo Jeongin?—Pregunté acercándome a él.

Jeongin era el menor de todos mis alumnos. Aun con sus trece años años, era uno de los mejores bailarines de la institución.

—N-no pasa nada profesor Park—Tartamudeó y esquivo mi mirada.

—Jeongin, sabes que puedes contarme ¿Verdad?—Pregunté acariciando su cabello.—Vamos pequeño.

—P-papá abandonó a mamá—Murmuró con la voz rota.—Está sera mi última clase, no podremos costearla, mamá necesita sus medicamentos.

—Ven aquí—Lo atraje hacia mí y lo abrace.

—E-es mi culpa—Sollozó en mi pecho.

—No, claro que no lo es—Dije frunciendo el ceño.—Mírame Jeongin—Dije suavemente separándolo de mi para ver sus pequeños ojos azules llenos de lágrimas.—Tú no tienes la culpa de nada, a veces los adultos tienen dificultades y ya no logran entenderse. Pero eso es culpa de ellos, así que no te eches las culpa pequeño, tu no haz hecho nada malo.

—É-él dijo que s-se fue por mi—Murmuró y cerró sus ojitos haciendo que las lágrimas se deslizaran por sus mejillas.—Que no merecía ser su hijo, que e-era un marica.

Joder, que su padre era un cabrón de primera. 

—Hay hombres que no merecen ser llamados así, y padres que no merecen serlo—Respondí acariciando su mejilla.—El que no merece que tu seas su hijo es él. Escúchame, yo he pasado por lo mismo. Un padre machista y borracho que dice que un hombre no puede bailar. Tú pequeño, tienes un gran talento y sólo porque ese señor diga esas estupideces no va a hacer que tu pierdas ese don. Yo no le hice caso a mi padre y mira—Sonreí señalando el salón.—Pude tener mi propia academia y sabes, no me arrepiento de nada. Porque soy feliz haciendo lo que me gusta.

—Yo no le hice nada, ¿Porqué me odia?—Dijo abultando sus labios.

—Él no te odia, odia verte siendo feliz y que te gusten cosas diferentes, odia que seas mejor que él. Ese bastardo no los merece, ni merece tu amor por él—Hable acariciando su cabello.—¿Te gusta bailar?

—Claro que si profesor, lo amo—Sonrió tímidamente.

—Sigue viniendo Jeongin, eres uno de mis mejores estudiantes y a los mejores siempre se les premia ¿No? yo financiaré todo en la academia para ti, lo que necesites te lo daré.

—Profesor yo no puedo aceptar eso—Susurró avergonzado.

—Oh no jovencito, no digas eso. Siempre tienes que seguir tus sueños—Sonreí cuando sus ojos brillaron mirándome para segundos después sus brazos me rodearan con fuerza.

—Gracias profesor Park—Agradeció suavemente.

—Estaré para ti pequeño—Dije mirando como sonreía.

Fui hacia mi maleta y saqué una tarjeta con mi información.

—Está es mi tarjeta, tiene mi teléfono para cualquier emergencia—Expliqué entregándosela.

—La guardaré debajo de mi almohada—Respondió para si mismo.

Reí enternecido al ver como guardaba la tarjeta cuidadosamente en su bolsillo delantero.

—Puedes llamar cuando lo necesites Jeongin—Dije para dejar un beso en su cabeza mientras salíamos del salón.

—G-Gracias por todo profesor Park—Agradeció lanzándose a abrazarme.

—Llámame Jimin.

Esto lo escribí en 20 minutos, wow.
Espero les haya gustado.
Bye pequeñas.

Gukk.

Jeongin, Stray kids.

Va a hacer llorar a mas de una, i know.