Acariciaba sus tobillos con lentitud, sintiendo su suave piel a pesar de estar aún un poco áspera por aquellos cadenas que apenas hace días habían sido sacadas.
Inhaló aquel aire, embriagado del dulce olor de cada una de aquellas flores. Su vista se enfocó en una rosa en especial, estaba marchita y un poco sin vida. Le recordó a él, a causa de esto, momentos de aquella noche, donde tuvieron un encuentro, donde solo esas plantas, la oscura y humildad habitación fueron testigos.
¿Estaba arrepentido? Realmente no, ¿Cómo hacerlo? Lo había gozado, aún no entendia el por qué de ello, si hasta unos días antes le temía, aún de hecho, pero no como antes. Estaba confundido, de eso no cabía duda.
"¡Por dios, es tu secuestrador, TaeHyung!"
Pensó en que estaría enloqueciendo, deseaba que fuera así.
El viejo y rechinante ruido de la puerta de fierro abriéndose interrumpió abruptamente sus pensamientos, como siempre ocurría. TaeHyung se encogió en su lugar, en el mismo rincón de siempre, a lado de un charco que reflejaba las pequeñas luces de esos colores púrpuras y violetas que alumbraban la, aún, sombría habitación. Conocía perfectamente su espacio.
Se acercó a pasos lentos y hasta un poco torpes, podría jurar, lo miro expectante, esperando alguna palabra, pero solo sonrió, fue lo único que obtuvo a cambio.
El moreno se hincó, pudo notar que llevaba una mano en su espalda, cosa que le hizo tragar saliva y dirigir su mirada hacia la suya, haciendo contacto visual, no quería, pero demostraba miedo, miedo a que le hiriese, a pesar de que nunca lo había hecho.
Pero todo mal pensamiento de esfumó. Lo único que ocultaba detrás suyo era una flor que demasiados pétalos, más para su propio gusto, pero no le desagradaba.
La tomó entre sus dedos, observándolo con detenimiento, queriendo cuidarla de cualquier daño que le pudiese ocurrir, desvío su mirada hacia el mayor por unos segundos y notó que le tendía una nota, rápidamente la agarró y leyó, por alguna extraña razón, se sentía ansioso por saber que diría. El moreno sonrió sin que TaeHyung lo notará, acercó lentamente su mano, temblorosa, hacia su mejilla y la acarició, el menor estaba tan sumido en sus pensamientos que no lo notó, tampoco cuando le susurró un lento y entre tartamudeos "adiós", mucho menos cuando partió de aquella habitación.
Así que para cuando levantó la mirada, con una pequeña sonrisa pura en su rostro, ya no estaba. Cambió su expresión repentinamente.
Él quería agradecerle.– Gracias, Kim.
"Es una Dalia, ¿Linda, no?
Significa gratitud.
Tiene tantos pétalos, que pareciera que no tiene fin, al igual que mis infinitas gracias.
Gracias por dejarme ser tuyo, al igual que tú dejaste que fueras mío.
Gracias por darme ese significativo momento.
Gracias por hacerme feliz."
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花 • 𝐅𝐥𝐨𝐫𝐢𝐦𝐚𝐧𝐢𝐚
Short Story𝗧𝗮𝗲𝗵𝘆𝘂𝗻𝗴 𝗵𝗮 𝘃𝗶𝘃𝗶𝗱𝗼 𝘀𝗲𝗰𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗮𝗱𝗼 𝗽𝗼𝗿 𝘂𝗻 𝗹𝗮𝗿𝗴𝗼 𝘁𝗶𝗲𝗺𝗽𝗼 𝗮 𝗺𝗮𝗻𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝘂𝗻 𝘀𝘂𝗷𝗲𝘁𝗼, 𝗲𝗹 𝗰𝘂𝗮𝗹 𝗽𝗮𝗿𝗲𝗰𝗲 𝘁𝗲𝗻𝗲𝗿 𝘂𝗻 𝘀𝗲𝗿𝗶𝗼 𝗴𝘂𝘀𝘁𝗼 𝗽𝗼𝗿 𝗹𝗮𝘀 𝗳𝗹𝗼𝗿𝗲𝘀. 🥀 •- Ꮪꮋꮖꮲꮲ ꮪꭼꮯꭱꭼ...