6

585 63 1
                                    



- ¿Amas a alguien más? - mi mente había quedado en blanco, ¿Amar a alguien?, en realidad no había nadie en mi mente por el momento, sufrí mucho cuando Mika y yo decidimos quedar como amigas solamente, el amor que le tenía era tan inocente y puro, nunca hubo intimidad entre las dos ya que siempre quise darle a saber que lo que sentía por ella no era mero placer sexual, pero a ella eso no le agrado y terminamos en lo que somos en la actualidad, mejores amigas.

-No, solo quiero tiempo para mí y mi sueño, no tienes idea de la gran oportunidad que me han ofrecido, me han escogido para hacer parte de un grupo en la empresa RBW, estoy dentro, ¿entiendes lo que eso significa para mí?

-Lo sé- mantuvo mi mirada por un corto lapso de tiempo y siguió su camino al segundo piso, no quise decir nada, sabía que esta se encontraba emocionalmente mal, mire de nuevo la hora y eran las ocho y media –mierda- no había echo nada aun de cena y solo faltaba media hora para que mi madre llegara, fui rumbo a la cocina y comencé a preparar huevos batidos, con un poco de cebolla, tostadas con mantequilla y refrescante jugo de naranja, por ultimo decidí preparar algo más sano e hice una ensalada de frutas con fresa, mango, manzana, piña, mora, etc., estaba terminando de picar cuando escucho ruedas de maletas bajar agresivamente y sin cuidado alguno por las escaleras, segundos después me encontré con la sorpresa de Mika con sus cosas listas y empacadas para irse

- ¿Qué estás haciendo?

- ¿No es muy obvio?, me voy

-De eso me doy cuenta, no soy tan lenta como crees, me refiero al ¿porque te vas?

-No quiero ser una carga para ti en estos momentos, no estoy estable y no quiero hacer algo que más adelante me arrepienta- fue en dirección a la entrada y abrió la puerta, saco sus cosas y antes de cerrar agrego –Te llamaré cuando llegue a casa, así que no te preocupes

-Al menos deja que yo te lleve

-No es necesario, yo puedo ir sola, además estas ocupada con la cena, déjame hacer algo por mi cuenta al menos una sola vez- sabia a que se refería, desde que la había conocido, siempre me había preocupado y me había hecho cargo de ella, nunca dejaba que se enfrentara sola a las cosas ya que sabía lo débil y frágil que era su interior. Me quedé quieta en mi lugar y vi como esta cerraba la puerta dejándome de nuevo sola, ¿Preocupada?, como no estarlo, en ese estado tan depresivo-compulsivo podría pasarle cualquier cosa, pero por más que quería ir detrás de ella me contuve, ella tenía razón en un punto, yo nunca la dejaba ser independiente.

Termine de picar lo que me hacía falta y justo a tiempo llego mi madre –Hola cariño

-Hola madre, ¿Qué tal tu día?

-Agotador, no aguanto más estos tacones

-una razón más para odiarlos- dicho ese comentario mi madre comenzó a reír, ella subió a su habitación y se vistió con algo más cómodo, aproveché ese momento para servir cada cosa en su respectivo plato y acomodar la mesa, cuando bajo vestía una bata blanca con algunas brillantinas, era la favorita de ella sin embargo, para mí, todas las batas eran horribles, se sentó a mi lado en la mesa y comenzó a devorar todo con gran rapidez

-Madre come más despacio, te vas a atorar

-No te preocupes, estoy muy bien, solo tengo mucha hambre, pero cuéntame... ¿Cómo te fue en el festival?

-No lo imaginas- le conté a mi madre todo lo que había pasado, tanto en el festival como después de eso, incluido llevar a Solar a casa y el mal estado en que se fue Mika de casa, mi madre era muy comprensiva y lo agradecía, mi madre era mi primera y segunda mejor amiga, al igual que mi consejera, a pesar de estar siempre ocupada ella siempre tenía tiempo para mi

-Debe sentirse muy herida por todo lo que le paso, es normal, fue rechazada dos veces en el mismo día, ¿ha llamado?

-aun no, pero espero que lo haga

-Que difícil situación, cambiando de tema, me alegra mucho que hallas ganado y mucho más que aceptaras unirte a un grupo, eres igual de talentosa a tu hermano... yo te quería comentar algo hija, sé que no es el momento, pero, hace más de dos meses conocí a un hombre que, es muy caballeroso y muy amable, atento y buen trabajador, a lo que quiero llegar es que...

-No sigas, ya sé dónde quieres llegar, mi respuesta es sí, si eres feliz con él será bienvenido, eso sí, tienes que hablar con mi hermano, ya sabes, él es el sobre-protector en esta familia- sus ojos se cristalizaron enseguida, sabia lo duro que era para ella abrir de nuevo su corazón después de que mi padre se fuera sin decir por qué o al menos un adiós y que un hombre haya podido derrumbar esa fuerte coraza que mi madre había construido con mucho empeño era algo de admirar, obviamente no lo iba a llamar enseguida padre, es mas no creo que pueda hacerlo ya que nunca he tenido ese tipo de figura

-Él tiene una hija pequeña, espero que no te moleste

-Claro que no, con tal de que no me quite mi lugar en tu vida y corazón todo está bien...eso y que invada mi habitación, necesito mi espacio

-Eso jamás pasara- mi madre me abrazo y deposito un beso en mi frente, después volvió y se acomodó en su sitio

-Me recuerda ¿cuándo es que se van?

-Mañana en la noche, no se mucho que es lo que tengo o puedo llevar, pero eso lo aclarare mañana en la salida de la escuela ya que quede en reunirme con ella en ese momento

-Me parece perfecto, yo aseare la cocina, tu ordena la ropa que te hace falta y recuerda dejar por fuera dos modas de ropa

- ¿Dos?, ¿Por qué dos?

-No pensaras irte a viajar con la misma ropa de la mañana... ¿verdad?

-En realidad, precisamente eso era lo que estaba pensando

-No seas descarada Moonbyul, debes cambiar, mañana no estaré aquí en todo el día, así que puedes invitar a la joven... ¿Cómo es el nombre?, odio tener que llamarla joven todo el tiempo

-Solar mamá... bueno en realidad se llama Yong Sun

-Le diré Sun- mi madre era extremadamente mala con los nombres, así que prefería acortarlos o aprenderse el más corto para no tener tanto trabajo a la hora de grabárselos cosa que me parecía curiosa y graciosa –el punto es, que la puedes invitar a almorzar aquí

-Mamá, no habrá nadie aquí, el almuerzo no estará listo y me demoraría una vida preparándolo, ya me conoces, me gusta preparar cosas que requieren mucho tiempo

Saco de su bolsillo y me tendió dinero suficiente para dos almuerzos y un postre bien cargado –aquí tienes, fin de la discusión, pides algo, ellos te los traen y mientras esperas puedes tomar una copa de vino que tengo guardada en la despensa para crear un aura relajante y puedas preguntar con mayor tranquilidad

-Madre eso me huele más a velada romántica- ella era una mujer aficionada al romance, sin embargo, ella no lo vivía, más bien le gustaba ayudara sus amigas dándoles consejos, cosas por ese estilo, cosa que a veces me avergonzaba

-Eso es aún mejor- su mirada era de picardía y sabia donde quería llegar

-Olvídalo madre, esto es una reunión de trabajo-

-Está bien, como sabemos que tú ya no estarás aquí para cuando llegue, quiero que me llames cuando vayas a abordar el avión, y me vuelves a llamar cuando llegues a Corea, necesito asegurarme de que llegues sana y salva, de paso en el camino llamas a tu hermano para que te ayude con tus cosas

-Está bien Madre- y así es como ya tenía algo más o menos listo para mañana, subí al segundo piso, prepare mi ropa y saque dos prendas de ropa y dos pares de zapatos, dos gorras y un labial mate que me gustaba, era lo único que me gustaba echar, comprobé si la alarma seguía en función y deje que los brazos de Morfeo me acunaran 

A SINGLE HEARTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora