«Otro libro más con temática Kiribaku»
-Algunos están basados en el libro: Kiribaku Inspiración de la fantástica autora @seimeinohikaru.
¡Espero que lo disfruten!
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"Kirishima fue dejado por Mina y su Squad como buenos amigos le llevan a un bar streaptease con dobles intenciones."
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La música resonaba en todo su cuerpo, bombeando sangre de manera exagerada a su corazón, las luces neón llenaban su campo de visión y el olor al alcohol llenaba sus fosas nasales, tanto chicas como chicos se paseaban en diminutos trajes de conejita Playboy mientras atendían mesas o le hacían compañía a los clientes; ¿Qué demonios hacía en un bar streaptease? Ah, ya lo recordaba, fue arrastrado hasta ahí por Kaminari y Sero luego de enterarse de que Mina le había dejado tras 2 años de relación.
Suspiró exasperado para después mirar a sus amigos quienes estaban coqueteando con cada chica que veían, ya los tragos les pasaban la cuenta y él no podía sentirse más miserable.
-Chicos vámonos, no estoy cómodo.- Mencionó ya irritado, los otros dos a los que hacía llamar amigos le sonrieron sin ninguna intención de irse.
-Para nada bro, le comenté a un amigo mío que trabaja aquí tu situación y él aseguró que podía ayudarte con eso.- Kaminari, con su usual entusiasmo, se empino una nueva jarra de cerveza.
-Si Kiri, no sabes lo horrible que es verte tan deprimido. Además, Bakugou me ha ayudado antes con asuntos similares.- Secuentó Sero con una sonrisa de oreja a oreja.
-¿Y quién es Bakugou?.- La música dejó de sonar, las luces se apagaron ante su atenta mirada la cuál se dirigió al gran escenario en el centro del club dónde una potente luz alumbró al chico en el, dando lugar a gritos emocionados y palabras obscenas de por medio.
Fue ahí cuando sintió cómo la respiración se le iba, veía casi de manera hipnótica el vaivén de sus caderas, con el pecho desnudo, sus tacones negros resonaban aún por encima de la música, unos ligueros de red negros adornaban su torneadas piernas, dando la ilusión de perderse dentro de ese diminuto short que no hacía más que resaltar el redondo trasero de aquel rubio con ojos de fuego.
-Él es Bakugou.- Mencionó Kaminari juguetón tras ver la reacción de su pelirrojo amigo, estaba que se le caía la baba ante tal espectáculo y eso sin duda le recordó a Sero la primera vez que lo llevo ahí con la misma intención. El pelirrojo se concentró tanto en admirar al chico que pronto olvidó todo lo que no fuera esa cabellera rebelde ceniza; se movía de manera casi salvaje, contoneando las caderas al ritmo de la música y paseándose entre mesas dónde no hacía más que jugar con algunos clientes fingiendo besarlos o tocándoles suavemente para después irse ante silbidos.
Estaba tan extasiado por ese cuerpo, su cabellera ceniza, sus ojos rojos brillantes y esa actitud tan irresistible le estaba volviendo loco, por poco olvidaba que se encontraba ahí por una ruptura amorosa.
Pronto sintió cómo el corazón le latía con fuerza al ver a aquel chico dirigirse hacía su mesa, con una sonrisa coqueta en el rostro y una rosa roja entre los dientes qué vaya a saber de dónde la sacó. Se sentó a horcajadas encima del pelirrojo y sin más comenzó a mover sus caderas sobre las contrarias de manera exquisita a ojos de Kirishima; pasó sus manos por su cuello, acariciando toda su extensión provocándole pequeñas descargas, el pelirrojo se sentía a morir, sin mencionar que su entrepierna comenzaba a despertar rápidamente. No resistió mucho antes de tomar con fuerza las caderas del rubio y así aumentar considerablemente el movimiento contra las suyas con un carmín acompañando sus mejillas.
-Tranquilo, cabello de mierda, la mercancía no se toca.- Si antes creía que aquel rubio era sexy, ahora sentía que se correría con sólo escuchar su voz tan grave y rasposa rozando su oído. Bakugou retiró la rosa de sus labios para ponerla de manera coqueta entre los del pelirrojo y sin más, pararse de sus piernas ante los gritos emocionados del público; una sonrisa de satisfacción surcó su rostro al voltear y ver al pelirrojo con la cara tan roja cómo su cabello y una notable erección pidiendo a gritos salir de sus pantalones.
Subió de nuevo al escenario, justo al momento en que las luces volvían a apagarse y los aplausos resonaban en el lugar, perdiéndose así en la oscuridad para llegar a su camerino.
-¿Y? ¿Te agrado mi amigo?.- Kaminari estaba que no cabía en su ego, sabía que Bakugou le vendría como anillo al dedo.
-¡Presentámelo! ¡Maldito Denki! ¡¿Por qué nunca me dijiste que tenías un amigo así?!.- Tanto el rubio eléctrico cómo el pelinegro sonrieron cómplices, sin duda el pelirrojo volviera ahí cuántas veces fueran necesarias con tal de volver a aquel chico.
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Algo corto antes de irme a mis prácticas 😂
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