#16. Intimidad

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El silencio en la habitación era pertubado por respiraciones agitadas y suspiros entrecortados. En la oscuridad de la noche Kirishima retenía a Bakugou contra la pared, escondido entre su cuello y clavícula se dedicó a besar toda su extensión, mordiendo y degustando el dulce sabor de su piel.

-Ei-Eijirou...- El rubio jadeaba presa del placer, sentía las piernas como gelatina y aunque tenían que ser silenciosos para no ser descubiertos, no podía evitar lloriquear el nombre de su novio.

-Shh... Katsuki, van a oírte.- Susurró ronco contra su cuello, tanteando con su lengua un espacio vacío. Bakugou cerró los ojos con fuerza y tuvo que morder su labio para no gritar al sentir los afilados dientes de Kirishima marcale de nuevo, sacándole finas lágrimas.

-Buen chico.- Kirishima se alejó y sonrió orgulloso al ver la marca rojiza en el cuello de su chico. Katsuki rodó los ojos con una sonrisa ladina y pegó su frente con la de Kirishima.

-Eres un puto posesivo.- El pelirrojo soltó una suave risa y se dedicó a limpiar sus lágrimas con besos mientras sus manos se colaban por debajo de su ropa directo a los rosados pezones del rubio, los cuales amasó y pellizcó hasta hacerle gemir. Sus labios a escasos centímetros rozaban sensualmente robándoles el aliento y mandando descargas eléctricas por todo su cuerpo.

La ferocidad con la que Kirishima le miraba y la calidez de su tacto lograron hacer que Bakugou perdiera el control. Se abalanzó sobre la boca de su novio y sin pudor alguno delineó los afilados dientes uno por uno con su lengua. Kirishima gruñó excitado y tomándole por las caderas le pegó a su cuerpo hasta rozar ambas erecciones e iniciar un delicado vaivén.

Gemidos ahogados eran compartidos en la humedad del beso, sus lenguas se enredaban entre sí para después explorar la boca ajena o ser mordidas y jaladas suavemente. Bakugou, sintiéndose arder, movió sus caderas contra las contrarias buscando un contacto más profundo y gimió fuertemente cuando las manos de Kirishima pasaron a estrujar sus glúteos.

-Eres tan sexy.- Murmuró contra sus labios, respirando pesadamente. Las manos de Bakugou se aferraron en la musculosa espalda de Kirishima, encajando sus uñas y haciendo que el pelirrojo afianzará el agarre en su culo.

-Me encanta cuando rasguñas.- Le confesó completamente excitado mientras le daba una nalgada. Bakugou sentía su pene palpitar con fuerza dentro de su pantalón. El que Kirishima fuera tan dominante le ponía; era el único capaz de desprenderlo de su orgullo y hacerlo rogar por más.

-Uhm, E-Eijirou espera, voy a...- El vaivén se intensificó y Bakugou no pudo decir nada más, sentía como el líquido preseminal mojaba su ropa interior y su pene palpitante le advertían del futuro orgasmo.

-Ah... K-Katsuki.- Kirishima tuvo que besarle para acallar sus lloriqueos, por mucho que le gustase oírlo gemir su nombre cuando se corría, no podían darse el lujo de ser atrapados.

Bakugou soltó un gemido ahogado mientras expulsaba su semilla y presa de la sensación sublime, jaló del cabello rojo haciendo que Kirishima se corriera fuertemente, sacando un gruñido de la garganta y mordiendo el labio inferior del rubio.

Bakugou rompió el beso buscando regular su respiración, sudoroso y con los ojos vidriosos por su reciente orgasmo. Kirishima contuvo la respiración al verle, se veía tan hermoso que parecía irreal.

-Mierda, realmente quiero meterlo.- Se escondió en su cuello con un puchero mientras lo estrujaba entre sus brazos. Bakugou soltó una risa vaga y comenzó a acariciar su cabello, disfrutando plenamente del contacto.

-Tenemos entrenamiento mañana.- Soltó divertido al ver como Kirishima se le restregaba cual gato. A veces le costaba creer que su novio de sonrisa radiante fuera tan agresivo cuando de sexo se trataba.

-Lo sé, el fin de semana no te dejaré dormir.- Se enderezó en su lugar con una sonrisa de oreja a oreja. Bakugou bufó y plantó un beso en su mejilla, dejando quieto al pelirrojo.

-Prepárate, voy a dejarte seco, maldito conejo.- Susurró en su oído lascivamente y Kirishima tragó fuerte. Era difícil controlarse cuando su novio optaba por usar su faceta seductora.

-¿Vamos a la cama?.- Bakugou se aferró a su cuello mientras sus piernas se posicionaban a los costados de Kirishima quién rápidamente entendió la indirecta y le cargó como si pesara nada.

-Primero tomemos un baño, siento la ropa hecha mierda.- El pelirrojo soltó una pequeña carcajada y se perdieron tras la puerta del baño.




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Este capítulo se lo dedico a todos los lectores horny de la cuarentena, no están solos amixes.

Btw, espero que haya sido de su agrado. Recuerden votar, comentar y agregar a su biblioteca si les gustó.

¡Nos vemos en la siguiente actualización!

«KiriBaku One-shots»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora