EL ESPÍRITU DEL ZORRO

CACHORRO

El azabache estaba en el bosque.

Justo ese día, Hanji tuvo que ir a la ciudad, así que fue solo.

-Maldita idiota... me deja solo...-susurraba mientras caminaba.

Dejaba nuevas marcas en árboles que desconocía, ya que el bosque es muy denso.

Conocía varias partes, sabia rastrear.

Y eso es lo que hacía, vio unas huellas pequeñas.

-Caninas...-susurro al tocarlas.

Eran muy pequeñas, pero caninas, eso quería decir que es un cachorro de perro o un zorro y estar tan dentro del bosque, la única posibilidad era de un zorro.

Tomo una rama, tocando algunas hojas secas, cualquier cosa podría ser una trampa para osos.

Tenia una escopeta en la espalda, miraba a todos lados.

Todavía, después de tanto tiempo que había pasado, tenia ese recuerdo en su mente.

El hermoso espíritu del zorro, que con su canto y sus caricias alivian a la fauna y flora de los alrededores.

Escucharlo y verlo era lo que más quería y deseaba.

Se quedo quieto al ver una huella más grande y fresca, fruncio el ceño.

-Mierda...-susurro-un oso...-vio huellas más pequeñas-con sus cachorros... -

Estar en el territorio de un oso hembra con cachorros, era muy peligroso, por cualquier cosa te puede atacar y si te topas con un osesno, estas destinado a la muerte.

Desvío su camino, no quería toparse con un oso.

Pero fue inevitable.

Escucho unos chillidos y se acerco.

Un osesno tenia su pata atrapada en una trampa para osos.

-Mierda... mierda...-No sabia que hacer.

Si lo ayudaba, la madre podría verlo y matarlo, pero si lo dejaba, la madre de todas formas pensará que él lo lastimó.

Decidió hacer lo correcto.

Se acerco al pequeño osesno, se agachó y con cuidado, separo loa dientes de la trampa.

El osesno se le quedo mirando, su pata estaba muy mal.

-Tonto cachorro...-saco unas cosas que llevaba en un pequeño bolso.

Agua oxigenada, gazas utilizo y le puso vendas en la herida del cachorro.

Estaba en grandes problemas, dejo su olor en el pequeño.