Una Doble Vida

Apenas me conoces

"Ven mi niño, ven conmigo" se escuchaba una dulce y delicada voz, era una mujer de aproximadamente 24 años de edad, muy joven. Cauteloso y con miedo se levantó de donde estaba y caminó tambaleándose, tenia una delicada piel blanca y manchada de color carmesí, no sabia que sucedía. "Ven que no te haré nada" se seguía escuchando a lo lejos, "suelta eso" dijo después. El pequeño miro su mano llena de sangre pero esta tenia una piedra toda roja y magullada.

_¿Qué hice?_
_No te preocupes mi niño, no hiciste nada...tranquilo_

Susurros y consuelos lo rodearon, llorando estaba por lo que pasaba, sin más su confusión aumento. "Tu no tienes la culpa de nada" se rebobinaba una y otra vez, que con el tiempo se fue olvidando.

_¡Ven ven! Tirame la pelota y luego te la devuelvo_
_¡Jajajaja esto es divertido!_
_¡Sí lo es!_

Con el paso del tiempo olvidaste todo, todo lo que paso hace un año atras, olvidaste a las personas que te hicieron daño y lastimaron tu sentir, tu eres especial mi niño, mejoraste pero el doctor decía lo contrario...

_¿Doctor como esta?_
_Señorita le seré sincero...el chamaco para su edad no debería de tener esto tan avanzado_
_Lo se, he intentado todo pero es inútil, no logro nada_
_Es muy pequeño aun para darle medicamentos por eso sigue con las terapias...no podemos dejar que ese trastorno siga creciendo, quien sabe a donde lo llevará_
_Muchas gracias Doctor..haré todo lo posible.._

Con el paso del tiempo la chica hizo todo lo posible para que su pequeño sanara, dio la vida por el. Siempre siempre siempre lo invitaba a jugar con muchas cosas que ella compraba, este gustoso aceptada y así pasaban la tarde. Mucho tiempo paso y nuevamente fue la chica al doctor para ver como seguía el pequeño.

_Y....¿Cómo lo sigue viendo Doctor?_
_No se como le hizo, magia o algo pero su niño está completamente sano, no parece tener ningún trastorno de doble o multiples personalidades.
_¿Q-que? ¿Lo dice enserio Doctor?_
_Si señorita, lo digo muy enserio, él esta de maravilla_

La felicidad brotó a más no poder, simplemente estaba feliz de que al fin estuvieras sano, tenia razón, yo si la tenia y nadie me creyó.

Esa misma tarde al salir del hospital psiquiátrico, la chica estaba consultando con su esposo de aproximadamente 29 años, sobre la mejoría de su pequeño, querían festejar con algo de helado ya que era una magnífica noticia hasta que.....sucedió lo que nunca se imaginaron en ese lindo momento.

_Me alegro tanto que este bien, así crecerá sanamente_
_Sí cariño, nosotros nos encargaremos de eso...no dejaremos que vuelva en lo mismo_
_Sí lo ayudaremos mucho con nuestro apo- ¡¡¡ISAIAS CUIDADO!!!

Un frenazo se escuchó de ese carro pero fue demasiado tarde, el camión que iba en el carril contrario se paso al de ellos descontrolado impactandolos de frente, el chico salio por el parabrisas quedando colgado de una estampa filosa que traia en el capó del camión mientras que la chica quedo vilmente pinchada en el asiento a causa del impacto, por suerte al pequeño no le paso nada, raro fue pero fue así. Muertos terminaron ambos, el niño inconsciente por un rato largo que luego despertó entre los brazos de alguien mucho mayor que el. Al reaccionar recordó que sus padres estaban en el carro sin dudarlo comenzó a llorar y gritar.

_¡Mis padres, mis padres! ¡Están ahí! ¡¡Hay que sacarlos!!_
_Tranquilo_

Un sedante tuvo que tranquilizarlo ya que estaba muy alterado y lastimado. Días después este se preguntaba aun donde estaban sus padres, pero no le daban contestación, luego de una larga semana, unos señores de casi 34 a 37 años lo recibieron en su casa, estos eran muy serios y estrictos, apenas llegando y ya le estaban dando las reglas de su nuevo hogar.

_Muy bien pequeñajo aquí no puedes jugar como todos los niños de tu edad, pedir permiso su usarás algo, si lloras o haces berrinches te irá muy mal así que mejor ni lo hagas..no-_
_¿Donde están mis padres?_ interrumpió el pequeño mirandolos

Segundos después de el haber hecho esa inocente pregunta sintió como una pesada mano le cubría la mitad de la cara y en un abrir y cerrar de ojos este ya estaba tirado en el suelo por la intensidad de la bofetada.
"No me interrumpas cuando este hablando" se escuchó del señor malhumorado. Por sus mejillas rozaron lágrimas cristalinas que pronto aumentaron más y más, los que ahora serán sus padres adoptivos lo metieron a su habitación a la fuerza y sin cenar, su pesadilla acaba de comenzar. Todos los días fueron iguales: insultos, bofetadas, gritos, castigos y solo por preguntar por sus padres. Un día ellos ya cansados le dijeron de la manera mas cruel posible que sus padres estaban muertos a causa del accidente y que desgraciadamente el vivió, esa noticia le partió el corazón en mil pedazos, era algo muy fuerte para un niño de apenas 5 años. Los años pasaron y todo seguía igual, una vez seacaso se portaban bien con el pero el resto era golpes y gritos, insultos que lo lastimaban y castigos demasiado crueles, simplemente esa familia no lo quería ahí. A los 16 años de edad este fue adaptando una actitud extraña, cada tarde desaparecía de la casa y volvió a media noche con un suéter de color carmesí, cada mañana había una pelea por la desaparición de los cuchillos de la cocina, ninguno sabía quién era que los agarraba. Así estuvo hasta llegar a los 17 que un día ya cansado en un sueño, alguien se presentó como su otro yo solo que no lo quería aceptar, tanto estuvo ese día que se desató los gritos y plegarias de muchos pero este ni caso..Ese día...Ese día era que se cumplía 12 años de la muerte de sus padres, por eso se convirtió un chico diferente.

"Mi niño tu no hiciste nada...Tu eres un niño bueno, no le hagas caso a nadie..Solo...Se tu"

Esa misma voz lo atormentaba y lo enloquecía cada vez más... "Madre...Se que eres tu..." murmuraba una y otra vez.

"DEBES SER FUERTE...DESPIERTA..DESPIERTA DE ESE SUEÑO DE CULPA Y RESENTIMIENTO"

_¡Hey tu despierta!_ lo movía de lado a lado

Una voz interrumpió aquel sueño que Kazuo tenía de su pasado realmente se molesto al mirar quien lo despertó, "¿Pero porque me siento aliviado?"..pensaba mirando aún indiferente.

"¿Quién eres?..."