Desperté en silencio rápidamente antes que Eithan despertara, pero ya era muy tarde cuando mis ojos se abrieron. Mi espalda se lamentó apenas me senté en el sofá, y mi cabeza no estaba muy amigable. No había nadie en el pequeño salón por lo que me puse más tranquila. A lo mejor Eithan se había ido.
Seguía demasiado enfadada con él. Sabía que odiaba las mentiras, odiaba que tomara y condujera. Odiaba cualquier cosa que hubiera hecho. Confiaba en el y por confiar siempre me salían mal las cosas.
Me levante y encontré la cama hecha y a los bebes no estaban en su habitación. Lo lamente porque siempre me gustaba besarles antes de irme a clases. Entre en la habitación y mire la carta del día.
Lo siento. Te amo
E.
Vaya expresivo había amanecido el tipo hoy. Tiré la carta a la basura y me duche rápidamente. Me metí en unos jeans ajustados y una camiseta básica, sin olvidar mis botas. Afuera hacía un día soleado, por lo que por fin pude ponerme mis lentes de sol favoritos y olvidarme de que mi futuro marido seguía siendo un idiota algunas veces.
Las primeras clases fueron normales. Por fin pude deja de pensar en Eithan y concentrarme en la historia. Ya por ahí del medio día tenía danza contemporánea. Me puse mi ropa deportiva y me prepare para relajarme un rato en el estudio.
Giros, golpes, maldiciones fue la mejor forma del desesteres, hasta que en un giro perdí el equilibrio y fue donde sentí unos brazos sujetarme pero fue demasiado tarde para que no incrustara mis uñas en su piel demasiado caliente.
Mire desde el suelo. No caí de golpe gracias a que Logan me tomo justo para que mi culo no cayera de golpe.
- Vaya gata quieres llegar a ser – dijo observándose el brazo. – Debe ser una muy buena defensa.
Sonrió, pero definitivamente había dolor en su rostro. Mire su brazo izquierdo y justo en el musculo estaban marcadas mis tres uñas, dejando un largo rastro de sangre.
Había olvidado por completo córtame las uñas. Además de medir mi manera de tomar a las personas.
- Vaya, de verdad lo siento. – le tome la mano y me dirigí a la esquina, donde estaba el baño con implementos para sanar. – No mido mi fuerza y ser madre me quita demasiado tiempo.
- No te preocupes – dijo ocultando un poco más su cara de dolor. – Es un pequeño rasguño. Se quitara en seguida.
Dejando a Logan sentado en el suelo, corrí por el botiquín. Le vende el lugar del incidente. Cuando coloqué el alcohol apenas vi una sombra de dolor en su rostro. Yo me cortaba y estaba llorando en urgencias.
- De verdad lo lamento. – dije cuando ambos estábamos en el suelo.
- Vamos, no fue para tanto. Por lo menos no caíste de culo. – Sonreimos. – Bien, una sonrisa. Sabía que no me odiabas después de todo.
- No te odio. Solo no me agrada que actúes conmigo como una estúpida conquista.
- Me disculpo por eso. Siempre tengo que terminar las cosas mal. Tienes que admitir que eres bastante guapa, así que no lo puedo evitar.
- Basta. – pero sonreí.
- También te sonrojaste – empezó a reír. – Tampoco soy un cabron por completo. – se levanto y me ayudo a mí a levantarme. - ¿Sabes que bailas increíble? No se porque no tomas por completo la clase.
- Tengo que ganarme la vida con algo.
- Puedes ser profesora de baile.
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Al Apodo del Amor (Terriblemente embrazada#2)
RomancePara mi suerte mi embarazo las cosas fueron fáciles a la hora de mi embarazo. Mis papas adoraban la idea de ser abuelos, mis hermanos eran felices y tenía amigos incondicionales. El amor siempre me apesto, pero si el padre de tus hijos sabe usar l...