¿Y si te digo que me quedo?

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POV. Skyler.

Las primeras citas nunca fueron mi fuerte. En realidad, se podría decir que ninguna cita era mi especialidad, porque no soy una chica de la que puedas hablar mil temas a la vez y supongo que eso se hacen en las citas normales. Las cosas se iban poniendo más difíciles a medida que el reloj avanzaba. Los bebes me miraban cada vez que me cambiaba al espejo. Habíamos decidido que para esta cita nada de cosas glamorosas. Una simple cena mirando al agua me sentía bien.

Hacía una semana exacta había salido del hospital con la promesa de dejar de bailar durante un tiempo. Fue como una cuchillada en mi alma, pero me repondría poco a poco y volvería siendo aun mejor. Los bebes me sirvieron de apoyo. También regrese a casa con un dolor de cabeza más.

Eithan.

No había hablado con el desde una semana. Según el un tiempo para reflexionar lo sucedido, aunque yo insistí en hacerlo juntos sabía que necesitaba ordenar toda la mierda que habíamos pasado. Pero estábamos hablando de Eithan y volvería aunque me fuera a Saturno. Tenía miedo quizá de que se diera cuenta de lo difícil que era mantenernos unidos, pero tenía que confiar en el como el lo hizo. Al fin y al cabo volvemos siempre a los lugares donde suceden las mejores cosas.

Esa mañana llamo a mi madre para pedirle autorización de salir conmigo. Mamá me miro mientras reia de alguna cosa en el teléfono con Eithan y mis tres hermanos tratando de escuchar al teléfono. Tenía la esperanza de que no lo odiaran y sabía que en el fondo jamás lo harían, pero yo continuaba siendo su hermana pequeña con el corazón blando. Mamá me dijo que pasaba por mi a las seis, una hora bastante temprana para el pero acepte.

Me coloqué en unos jeans ajustados y una camiseta negra. Mi sudadera gris no podía faltar y mis botas hacían el complemento perfecto. Me dijo que no me arreglara y yo seguía sus órdenes. Me maquille para tapar algunas marcas pero sabía que el tarde o temprano las descubriría. Una coleta alta termino el look para que me quedaran treinta minutos antes de que pasara por mí.

Mi familia se fue antes de que yo pudiera despedirme, así que ordene pizza con extra queso, para la dieta.

-          ¿Cuánto te debo? – dije abriendo la billetera.

-          Pues esta vez vine en auto. – la voz de Eithan no se perdía ni aunque quisiera. – Vaya, acabo de tener un maravilloso deja vu.

-          Solo que esta vez estoy un poco más presentable. – dije sonriéndole.

-          Además de que no traes un vientre enorme. – esta vez me dedico una sonrisa que llego a sus ojos. – Hola, Skyler.

-          Hola Eithan. Vienes temprano.

-          Digamos que no resistí un minuto más sin ti. ¿Esperabas a alguien más?

-          Planeaba ligar con el tipo de la pizza antes de que llegaras pero me conformo contigo.

Me tomó de las mejillas y sin darme cuenta me estaba poniendo de puntas para besarlo. Justo ahí, en la puerta, lo abracé como no lo había hecho nunca. Me dolía estirar cada parte de mi pero el dolor lo valía. Lo sentía más alto y más fuerte. El sintió mi dolor de alguna manera, por lo que me tomo de las piernas y me sostuvo contra el marco de la puerta principal.

Se sentía muy suave estar ahí. El devolvió sus manos a mis mejillas y me besó con intensidad, como lo había esperado. Demasiado tiempo sin estar con él para desaprovechar.

Una voz temblorosa nos sacó del trance.

-          ¿Una pizza con extra queso? – nos preguntó la chica que traía la pizza.

Al Apodo del Amor (Terriblemente embrazada#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora