Un día, me desperté para ir al colegio como todos los días, bajé de las escaleras de mi casa al comedor, no había nada preparado para desayunar así que me pospuse a tomar mi gastada y comprar algo comestible de paso para la escuela.
Compré lo de siempre y seguí mi camino con paso lento mientras escuchaba música por mis audífonos, hasta que de derrepente me caí... me quejé por el ardor de mi rodilla y voltee a ver lo que había causado mi infortunio.
Cuando voltee, no había nada, me extrañó bastante.
-Ag, que tonta soy por caerme con el aire- pensé. No me importó suficiente, me sacudí el uniforme y de pronto recordé que yo llevaba mi desayuno, voltee para descubrir que está regado en el piso.
Me sentí como idiota, una idiota con el estómago vacio. Enojada conmigo misma seguí mi camino dejando mi comida ahí tirada. Hasta que me encontré con mis mejores amigos.
No era muy popular en la escuela, pero ellos eran mis amigos desde nacimiento técnicamente, nuestras madres son amigas así que fácilmente nos hicimos amigos.
-Oye, ¿Qué pasa?, no te ves bien hoy- Preguntó Alex, el cuál era un año mayor que yo pero íbamos en el mismo curso.
- Nada, la suerte no me acompaña hoy- Le dije con una sonrisa sin animos.
-¿Cómo que nada?, tú uniforme está sucio y tienes la mirada perdida- Dijo Alex mientras él me sacudía más la ropa y arreglaba mi cabello.
-¡Ja! Has de ser tonta, ¿Con qué te has caído esta vez? ...Si quieres te compro unos lentes- Dijo Iván.
-¡No fue nada! - Dije algo molesta, pero debo de admitir que arreglaron mi día.
Juntos continuamos nuestro camino mientras hablabamos de cosas triviales y hacían alguna que otra payasada en el camino.
Por suerte, llegamos a la escuela sin ningún accidente más y con tiempo de sobra.
Los tres subimos al salón de clases y tomamos nuestros lugares correspondientes, curiosamente, nuestros apellidos eran consecutivos así que nos sentabamos uno al lado del otro conmigo en medio.
La clase comenzó como de costumbre: aburrida y eterna.
Sólo podia hacer dibujos en mi cuaderno mientras escuchaba el largo sermón del profesor de historia.
-Hey, pon atención, estamos en la escuela- Dijo Alex susurrando mientras seguía tomando notas.
-¿A quién le importa la clase de historia?, es aburrida- Dijo Iván susurrando mientras subía más su música.
De pronto, mi libreta es arrebatada y volteo para ver qué pasó.
Me giré rápidamente pero no vi nada: no vi a nadie y menos mi libreta.
Voltee rápido a ver el piso desesperadamente por encontrar mi libreta pero no logré verla.
Quedé en shock al no poder encontrar mi libreta, supuse que si hubiera caido, hubiera sonado así que le pregunté a Iván y a Alex solo para recibir una respuesta negativa.
Me quedé extrañada hasta que el profesor me llamó la atención a lo cual dije que no pasaba nada mientras pretendía leer el libro de su materia. Él siguió con su diálogo y yo me quedé con el ceño fruncido.
Llegó la hora del receso y salí junto con Iván y Alex al patio.
Mientras hablábamos de nuestras vidas, de las cosas cotidianas, ruge mi estómago, bajé la mirada y recordé que no había desayunado nada, al alzar la mirada, Alex e Iván me estaban viendo.
-¿Qué? ¿Qué pasa? - Dije avergonzada mientras abrazaba mi estómago.
Ellos me tomaron y me llevaron hasta la cooperativa, en donde compraron algo y me lo dieron para comer.
-No era necesario chicos... - Dije apenada por lo que había ocasionado pero también estaba feliz por poder comer algo.
Alex sonrió amablemente mientras tanto, Iván soltó una carcajada.
-¿Qué paso Zazil, porque no desayunaste?- dijo Alex con una expresión de preocupación.
-Lo que pasa es que no había nada de desayunar en mi casa así que me compré algo de camino a la escuela, de ahí que no tenga suficiente dinero, pero me tropesé y mi comida, terminó en el piso- Dije mientras comía la deliciosa comida que me habían comprado.
-Oigan chicos... ¿No les ha pasado algo raro recientemente? - Pregunté con curiosidad de saber si me estaba volviendo loca o talvez solo era mala suerte...
Ellos respondieron negativamente hasta que Iván dijo -Bueno talves eran coincidencias, no te preocupes-.
Terminé de comer y sonó el timbre, fuimos al salón para acomodarnos, de pronto llega el jefe de grupo y nos dice que hay que ir al salón de ciencias.
Nos estábamos yendo cuando de pronto recuerdo que se me olvidó algo en el salón.
Llegué al salón para tomar mi carpeta la cual había olvidado abajo de mi escritorio.
Estaba apunto de salir del salón cuando escuché que alguien decía mi nombre.
Gire para ver quién era pero no había nadie, supuse que era mi imaginación, de nuevo, de camino a donde mis dos amigos me esperaban escuché nuevamente la voz diciendo mi nombre, pero aún más cerca.
Traté de ignorarlo pero escuché mi nombre cada vez más cerca hasta que lo susurraron en mi oido.
-¡¿Quién es?! - Grité enojada y con miedo.
Alex e Iván se quedaron sorprendidos, no había nadie aparte de nosotros tres en el pasillo.
-¿Qué pasa? - Dijo Alex
Iván solo me veía con una expresión de que me estaba quedando loca.
-¡Mi nombre, alguien dijo mi nombre! - Dije con miedo.
-Calmate un poco... yo no escuché nada- Comentó ivan
-Yo tampoco - Añadió Alex y ambos me acompañaron hasta el salón de ciencias.
Nos sentamos en nuestro lugar correspondiente, la profesora nos separó por equipos, cada uno de nosotros estamos en un equipo diferente, aunque no importa lo suficiente ya que seguíamos relativamente cerca.
Me sentí con miedo, como si fuese observada, pensando en todo lo que me habia pasado el dia de hoy, tratando de buscar alguna explicación lógica a todo lo que me pasaba pero, no la encontraba.
Nuestra profesora entró por unos minutos ya que había venido alguien que le dijo algo, no podíamos escucharlo desde nuestros lugares, pero por la expresión de la profesora, era algo importante.
La profesora nos dijo que tenia un asunto muy importante y probablemente no tendríamos la clase, al ser nuestro último módulo podiamos retirarnos temprano, así que cada uno podría tomar sus cosas e irse si lo deseaba.
Como aún quedaba tiempo para que la escuela se cerrara, Iván, Alex y yo nos quedamos en el salón de clases a hablar y hacer tonterías.
No nos dimos cuenta que de pronto ya era de noche, decidimos que ya era tiempo de irnos a nuestra casa, agarro mi mochila pero mi vista se ve cada vez más nublada, cuando de pronto, ya no veo nada.
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The game of death or life
General Fiction¿Qué harías sí todo lo que conoces fuera una mentira? Bueno, ese es el caso de una estudiante de preparatoria que un día "normal" dramáticamente da un giro de 180° al ser invitada a un juego en donde su vida estará al borde de la muerte ya que si n...