1

53.2K 1.2K 107
                                    


Lauren

Estoy en la escuela, vaya forma de pasar mis últimos días de vacaciones, ¿no creen?
Son las 6 de la tarde, estoy empapada en sudor con el corazón a punto de salirse de mi pecho, "ya es suficiente, Lauren, has hecho más que suficiente" me digo a mí misma y me seco lo que puedo con la playera.
Me dirijo a los vestidores y tomo una ducha: el agua fría es el mejor regalo que pude haber recibido hoy. Tomo mi mochila y comienzo a deambular por los pasillos mientras tarareo canciones viejas, entonces me detengo a unos metros del salón de música.
Una voz angelical + un piano + mi canción favorita de todos los tiempos = Lauren Jauregui muere lentamente.

Me acercó con cautela y veo a una chica. No está de frente, pero asumo que es linda porque tiene una buena complexión, una voz encantadora y un enorme tras...
Entró casi de puntitas, intentando no hacer ni el más mínimo ruido, cuando chocho con la batería. La chica suelta un gritillo y se levanta asustada.

– Lo siento, lo siento – repito apenada –. No quería...

Hago una pausa, es preciosa. Espera, ¿qué?

– Eso fue asombroso – me sonríe y se me para el corazón.

– Gracias – responde tímida.

Nos quedamos en silencio un momento hasta que me golpea un pensamiento.

– ¿Dónde están mis modales? – me acerco a ella– . Soy Lauren... Jauregui. Lauren Jauregui.

Repito como una idiota y le extiendo la mano, ella se ríe y la toma.

– Camila. Camila Cabello.

– Es un apellido curioso – me mira confundida y creo que no debí decirlo–. O sea, es bonito. Diferente.

Se echa a reír – tranquila, yo tampoco había escuchado apellido Jauregui en mi vida.

Le sonrío – entonces correré el riesgo y asumiré que te gusta The 1975.

– ¡ME ENCANTAN! – dijo haciendo énfasis en toda la oración–. Estoy obsesionada con She's American.

– Bueno, como gran admiradora, te digo, desde el fondo de mi corazón que hiciste una excelente interpretación.

Pude notar que comenzó a sonrojarse, pero hizo un movimiento con la mano para disimularlo.

– Creo que debería seguir ensayando.

– Sí, claro. Adiós – le dije desanimada y comencé a alejarme.

No lo hagas. No lo hagas.

– ¿Te molesta si me quedo? – bien hecho, Lauren– . Mi padre me recogerá dentro de un rato y no tengo...

– Está bien, puedes quedarte – me dijo suavemente y yo sólo sonreí.

– ¿Y para que practicas? ¿estás en alguna clase de concurso o algo por el estilo?

Toco unas notas y me miro – Es para conseguir una beca para estudiar fuera de aquí. En Londres.

Arquee las cejas – ¿Londres? ¡Eso suena increíble!

- ¿Londres? Eso suena increíble- dije con emoción.

-Será increíble cuando lo consiga-

-Vamos, Camila, te escuché tocar poco menos de cinco minutos y ya creo que vas a conseguirlo, ¿eso no te dice algo?

– ¿Qué eres demasiado amable? – me dijo burlona mientras volvía a tocar, la detuve y me miro.

– Camila, te acabo de conocer, pero déjame decirte que creo en ti.

Sus ojos comenzaron a cristalizarse y sentí un golpe en el corazón.

– Perdona, no era mi intención.

– Mis papás no están muy convencidos de que haga esto, ¿sabes? Mi mamá me apoya un poco, pero mi papá está obsesionado con que estudie una carrera "real". Escucharte decir eso, me rompe el corazón porque me gustaría que ellos lo entendieran.

Le tomé la mano – Has lo que te haga realmente feliz y que se pudran los demás, ¿sí? Nadie va a detenerte una vez que estés allá. Vas a ser imparable.

Me abrazó fuertemente y yo hice lo mismo. Me sentí extrañamente feliz. Nos alejamos.

– Ahora deja de decir cosas lindas, no quiero parecer un panda – me dijo mientras se limpiaba las mejillas–. ¿Y tú que haces aquí?

– Para aclarar, no estoy robando tu historia, pero también trato de conseguir una beca.

Sonríe – ¿De qué trata?

– Basquetbol. No conseguiré irme a Londres, pero lo que sea es mejor que permanecer en este lugar.

– ¿No te gusta vivir aquí?

– No, me refiero, Miami es mi hogar, pero un cambio no me vendría mal – mentí. ¿Cómo podía contarle a esta chica todos los dramas de mi vida que ni siquiera mi mejor amiga, Marissa, a quién conocía de toda mi vida, había escuchado?

Asintió y nos quedamos en silencio un momento.

– ¿Es la canción que usarás en la audición?

– Eso pensaba, pero ahora no estoy tan segura.

Antes de que pudiera responder, mi celular vibró.

– ¿Puedes disculparme? Debo responder – sonrió y me levante de su lado, alejándome un poco.

– ¿Bueno?

– ¿Dónde estás? Llevo 20 minutos afuera de la escuela esperándote.

Estaba molesto.

– Lo siento, papá, seguía practicando. Acabo de terminar y debo tomar una ducha, nos vemos en casa.

– Está bien, sigue así, sin sacrificio no hay victoria.

Colgó, suspiré y volví a donde estaba Camila.

– ¿Todo bien? – me preguntó curiosa.

– Sí, lamento eso.

– No es necesario – me regalo una sonrisa–. Creo que debo irme, se hace un poco tarde, mis padres deben estar preocupados.

– Oh, si, lo entiendo.

– Gracias por todo, Lauren, me alegro de haber conocido a alguien antes de iniciar el año y, en especial, a alguien como tú. Nos vemos.

Dijo y comenzó a alejarse. Podía escuchar como sus pasos comenzaban a desvanecerse, entonces corrí tras ella.

– ¿Camila? – grité y ella volteo rápidamente.

– ¿Sí?

– Si necesitas ayuda con la canción, encontrando una que se sienta correcta, yo... estaría encantada de ayudarte.

Se mordió el labio inferior, ¿por qué diablos haría eso?

Se acercó a mí con una gran sonrisa, "¿mañana a las 6?"

Sonreí también– Mañana a las 6.

– Hasta mañana, Lauren Jauregui.

– Adiós, Camila.

You found me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora