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Camila

-me parece perfecto así, Mila- dijo sonriente –seguro entras- continuo Dinah.

-es solo el comienzo- me pause y suspire –pero enserio quiero entrar-

-lo harás, mija- escuche la voz de mi madre y voltee –tienes un talento increíble- continuo mientras se acercaba al pequeño escritorio donde mi mejor amiga y yo habíamos estado trabajando desde temprano.

-pero si entro, ¿Qué haremos con…- me interrumpió.

-tu padre tendrá que aceptarlo de una u otra forma- comento seria.

-¿Qué sucede con tu padre?- pregunto Dinah con un poco de preocupación.

-él no sabe nada- dije triste –el odia que me interese la música-

-eso es tonto- dijo Dinah con confianza y yo asentí.

-realmente me aterra que se entere- mire al suelo y Dinah me abrazo –no pasara nada, Mila- sonrió.

-deberías invitar a Lauren a cenar esta noche- comento mi madre y me separe de Dinah.

-¿Qué?- pregunte confundida.

-ya sabes, podrías contarle a tu padre hoy mismo y con Lauren aquí…- se pauso –con ella no tienes miedo- sentí mis mejillas arder lentamente.

-¡aww!- exclamo Dinah y se lanzó a mi madre, abrazándola –tu mamá es Camren Shipper-

-¿Camren?- rió –esto debe ser muy serio, ya hasta tienen un apodo- mis mejillas ardían fuertemente.

-¡mamá!- exclame.

-Señora Cabello, ¿le importaría adoptarme?- pregunto Dinah y mi madre rió.

-¡Dinah!- me queje.

-sería un placer, Dinah- continuo abrazándola.

-¡mamá!- repetí.

-shh, Mila. Mejor llama a tu novia- ambas rieron.

-¡Ugh!- manifesté y tome mi celular; marque el número de Lauren, está contestando rápidamente.

-hola, ángel- dijo ronca.

-tu voz ronca es sexy- dije juguetona.

-tu trasero lo es- me sonroje -¿Qué sucede? ¿Algo va mal?- pregunto y después bostezo.

-¿además que estoy más roja que un tomate? No- la escuche reír –sabía que te gustaría escuchar eso-

-me conoces bien- rió.

-¿quieres venir a cenar esta noche?- dije rápidamente.

-¿estarán tus padres?-

-¡Lauren!- grite.

-¿Qué?- rió –solo quiero saber si estaremos solas-

-¡Lauren!- repetí.

-eres la única que cree que estoy siendo pervertida, ¿sabes?-

-es que eres pervertida- añadí.

-solo cuando veo tu trasero-

-¡Lauren!- volví a gritar y ella rió.

 -¿a qué hora debo llegar?-

-a las 8-

-bien, Kim Kardashian, allí estaré a las 8. Te amo- colgó dejándome completamente sonrojada y sin la oportunidad de poder responderle

El timbre sonó y rápidamente baje a abrir, encontrándome con un gran ramo de rosas sobre el suelo y una nota que decía: “voltéate para encontrar la verdadera sorpresa”.

You found me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora