You found me.

17

Lauren

Después de un rato manejando, llegamos a la playa. En realidad, no sé por qué ella ha querido venir aquí pero lo que sea por volver a verla sonreír.

Al llegar ella salió corriendo del auto y la vi desaparecer a la distancia, corrí y la encontré quitándose los zapatos.

-¿Qué haces?- pregunte riendo.

-quiero nadar- dijo sonriendo.

-¿no crees que es un poco tarde para hacerlo? Ya sabes… es peligroso- ella río.

-¿Lauren Jauregui tiene miedo?- levanto una ceja.

-no es eso, solo que…- puso su dedo en mi boca haciendo que me callara.

-vamos a divertirnos un rato- con eso dicho salió disparada al agua dejándome sin otra opción más que entrar también.

Al entrar sentí como el agua me congelo por completo y después de un tiempo me acostumbre.

-¿esto es lo que haces siempre que te deprimes?- pregunte mientras veía como Camila cerraba los ojos, se sumergía y volvía a salir.

-en realidad hace mucho que no venía- dijo con tristeza.

-mis padres están siempre ocupados y no me gusta venir sola-

-¿Qué hay de Sofí?-

-le teme-

-estoy segura que puedo ayudarla a superarlo- sonreí.

-ella haría cualquier cosa por ti- dijo feliz.

-¿y tú?-

-¿Qué?- pregunto confundida.

-¿harías cualquier cosa por mí?- asintió – ¿incluso decirme que paso en la escuela?-

-no quiero causar problemas- se alejó de mi pero la tome por el brazo.

-¿Qué paso?- la mire a los ojos y desvió la mirada.

-yo no…- tome su rostro e hice que me viera.

-quiero ayudar-

Una lágrima cayó por su mejilla, suspiro y dijo triste: Austin me beso.

……………

Nos sentamos en la arena sin decir nada; Camila estaba perdida en sus pensamientos observando la luna y yo no me negué el placer de verla así de hermosa.

Después de un rato, decidí terminar con el silencio.

-¿Por qué decidiste venir aquí de todos los lugares en el mundo?-

-me gusta la playa, es un buen lugar para pensar- dijo mientras jugaba con la arena.

-¿Qué querías pensar?-

-yo…- suspiro –quería que mi primer beso fuera especial y Austin lo arruino todo-

-¿no lo amas?- pregunte mientras observaba como las olas golpeaban a lo lejos las rocas.

-lo odio, el arruino el momento que tendría que haber sido el más especial- pude sentir como en cualquier momento comenzaría llorar; me voltee a verla.

-sabes…- dije y ella me observo detenidamente –El primer beso no es eso, no es el primero. Tu primer beso es cuando sientes que todo se detiene. Es cuando ves fuegos artificiales a tu alrededor. Es cuando al momento de besar a esa persona no quieres detenerte porque se siente tan correcto y sabes que algo como eso no volverá a pasar- me detuve y acaricie su mejilla –no has tenido tu primer beso, Camila. Austin no ha sido tus fuegos artificiales, ni tu momento perfecto; él ha sido un error- acaricio mi mano y sonrió.

-¿Cómo fue el tuyo?- la mire confundida -¿tu primer beso?-

-aun no lo he tenido- mire la luna.

-¿Qué hay de Luis?- su voz era tan suave en ese momento.

-lo he besado pero nada que quiera atesorar- le di una media sonrisa y volví a mirar la luna.

-¿sigues en busca de la persona indicada?- pregunto y puso su cabeza sobre mi hombro.

-yo ya la he encontrado pero no sé si para ella, yo lo sea- dije mirándola y note como mi corazón aumento de ritmo.

-estoy segura que sí-

-¿Cómo lo sabes?- acaricie su cabello.

-eres Lauren Jauregui, no hay persona en el mundo que no te amé-

-yo solo amo a una persona en el mundo-

-¿Quién?-

-no lo diré-

-¿Por qué?-

-porque lo va a cambiar todo-

-¿Cómo podría cambiarlo?-

-Camila…- me detuve y tome aire.

-¿sí?- volteo a verme y sus ojos brillaban aún más que la luna que esa noche era la testigo de lo que estaba a punto de decir.

-te amo- susurre a su oído y ella se quedó callada, después tomo nuestras manos y las entrelazo; haciendo que mi corazón aumentara aún más de ritmo.

Continúo observándome y yo no sabía qué hacer, me abrazo y dejo un tierno beso en mi mejilla haciéndome sonreír.

-¿Lauren?- preguntó acariciando mi mano con su pulgar.

-¿Si Camz?-

-yo también te amo- susurro y puso su cabeza en mi pecho, yo en respuesta, la envolví en un abrazo del cual estaba segura nunca le soltaría.