Children's Love (NoMin) -omegaverse-

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Oxígeno tailandes se respiraba al llegar a la tierra del elefante, habían llegado nuestros seres protagonistas, los menores sorprendidos de cada cosa que veían era increíble para sus ojos tomando fotografías de las cosas más bellas que encontraban en cada rincón de Tailandia.
Estando en la capital tomaron un autobús que los llevó al sur del país haciendo frontera con Malasia donde se dirigían al gran santuario de vida salvaje  de Hala Bala, bajaron de aquel transporte público en una pequeña ciudad similar a un pueblo un poco rústico pero increíble por sus áreas verdes, eran tan increíble debido a los primates de la fauna aún vivos y la excelencia de no tener tala de árboles.

-¿ya llegamos?.-después de escuchar esa pregunta cien mil veces al fin asintió JeNo mirando a su cachorro.

Caminaron un poco hacia una gran casa similar a la que tenían en Corea del sur exactamente idénticas incluso por su tamaño y detalles exteriores tanto como interiores.

-bien...esta, es la casa donde nos vamos a hospedar.-JiSung contento quiso explorar todo.-pollito no toques nada. Tus abuelos podrían enojarse si rompes algo.- el menor asintió prefiriendo volver con sus padres pidiendo brazos como su aún fuera bebé, su appa cumplió su petición llevándolo a un balcón de la casa dejando ver gran parte de la aldea, su cachorro soltó un "wow" con una "O" en su boca mirando a su alrededor lo bello que era.-¿te gusta?.-sin palabras asintió.-pues...todo esto algún día será tuyo.

-¿seré como un rey?

-exacto, mi abuelo osea tu bisabuelo salvó a esta sociedad de unos lobos villanos del norte antes de que mi papi naciera, por ello le asignaron el puesto del alcalde, así mismo se estableció la ley de tener hijos únicos, si tenías un buen puesto serían los herederos y bien...por aquella razón no tienes tíos de mí parte, se otorgó aquella ley debido a evitar los conflictos familiares de quien se quedará con el pueblo, todo esto es mío ahora y cuando yo este viejo será tuyo.

-¿es enserio? ¡Wow! Yo creí que eramos pobresitos.-exclamó aquel rubio. Provocando que su padre riera.

-hay un ligero problema, se hará el cambio de poder no solo a mí, sino también a los guerreros que ayudan a mantener la paz en estas tierras de que el malvado imperio norte no venga de nuevo a robar nuestras tierras, se harán unos entrenamientos y por ello estamos aquí, el problema mayor es que si tenemos éxito viviremos aquí. Y adiós Corea.

-¿qué? Osea nuestro cachorro tiene sangre coreana, japonesa, tailandesa, americana y creo que un poco China ¿crees que sea fácil para él?.

-no lo será, pero soy el heredero, las normas lo dicen y también dicen que si JiSung es alfa o beta estas tierras serán suyas, en cambio si es omega podremos tener otro cachorro hasta esperar al alfa quien cuidará al menos de que confiemos y entrenemos bien al alfa que se case con nuestro cachorro.

-¡estúpidas reglas!.

-lo sé, pronto comenzarán los entrenamientos, hoy quiero pasar el día con ustedes llevarlos a acampar en el exterior.

-¡si! ¡Buscaré a caperucita roja! Y si nos encontramos a la brujita que vive en su casita de dulcesitos recuerden no comer porque los dulcesitos hace daño a barriguita.

Los jóvenes rieron ante tal comentario de su cachorro provocando que ambos padres bedsran la mejilla de su hijo, tomando unas ropas extras y aquella comida se dirigieron rumbo al bosque siendo llevados por un sujeto que les cuidaba aquel lugar mientras los dueños de la manada no se encontraban Kun era su nombre, primo de JeNo (obviamente mayor que él).

Al entrar en aquella reserva natural su  primer acto que realizaron fue inscribirse en una cabaña para poder pasar la noche bien, en frente de estas había un río con algunas rocas y hermoso césped verde, incluso, se rumoreaba que en las noches algunos animales nocturnos se paseaban por aquellas zonas y en pocas ocasiones por el día también rondaban aquella fauna.
JiSung tenía tantas ganas de correr hacia el agua acercándose un poco, su padre el omega siendo cuidadoso tomó asiento en el verde césped con una manta debajo de él para que no sintiera alguna incomodidad, vigilando a su hijo de que no cayera al agua. Mientras JeNo se encargaba de meter las maletas dentro de la caballa.