Epílogo

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La mañana se alzaba, las nubes surcaban el cielo, el pacífico clima y ambiente eran únicos. Una calidez la resguardaba, por lo que la peliaqua se fundía y refugiaba en el abrazo del contrario, sintiendo leves cosquilleos al sentir las suaves caricias del rubio, que empezaba a despertar, ella realmente se encontraba cansada por lo que aquella caricia sólo intensificó sus ganas de dormir, acurrucándose mejor, en el pectoral del contrario y suspirando.

Pero el rubio se percató de aquel acto por lo que con aquella mirada intensamente verde, la observó sonriendo plenamente, para luego sonreír con picardía y besarla su cuello mimoso, escuchando como sin querer se escuchaba un jadeo/gruñir por parte de la figura femenina.

—Despierta my Lady~

La voz de Adrien Agreste resonó suave y con un amor puro en sus cuerdas vocales, haciendo que la joven que intentaba dormir un poco más se estremezca. Ya que la noche anterior se había desvelado por proteger a París de los akumas, e incluso de un cercano contacto sensual y sexual entre ambos, dejándola perceptiva al amor de su vida.

—Shh... Tesoro, tesoro mio, fammi dormire —murmuró la joven con su acento italiano, y muy adormilada.

Dándole la espalda para seguir durmiendo, olvidándose de su desnudes, por lo que Adrien tragó saliva e instintivamente empezó a dejar suave y cálidos besos en la espalda de la joven de tez blanca, logrando percibir sus estremecimiento ante sus besos.

Mientras la peliaqua se mordía los labios para resistir y ganar su batalla para seguir durmiendo.

—Oh, allez chérie! .... —dijo Adrien mientras empezaba a decir besos y ligeras mordidas en los hombros y cuellos, tentándola—, madame se réveille ~ (¡Oh, vamos cariño! ....my lady despierte~)

Ocasionando que la peliaqua suelte un jadeo y girase quedando ella encima, sonrojada y despierta, deja de morder su labio inferior suspirando.

—No tienes remedio Adrien, me dejaste exhausta y no me dejas dormir, ¿que clase de novio eres?—pregunta con cierto cansancio en la mirada pero con una sonrisa suave surcar su rostro.

—Soy tu novio perfecto, galán y goloso sólo con mi chica, la que se ganó mi corazón, chérie —contesta acariciando la cintura de su pareja.

—Tienes razón, eres mío y yo tuya... Soldato di luce —contestó uniendo suavemente sus labios en un dulce y cálido beso.

Ambos corazones eran felices juntos, tanto el rubio como el peliaqua eran tan unidos, y gracias al francés ella había vuelto a ser la niña feliz que algún día fue. Su amor era tan puro que luego de dos años haber sobrevivido a la casi perdida y muerte de Bruna, fue yendo viento en pompa, ya que la luz que portaba el mismo gato negro pudo salvarla de una muerte inminente.

Ambos iban disfrutando del amor, cariño y roces juguetones y dulces entre ellos, en medio de aquel beso, que volvía a tornarse pasional,  hasta que dos criaturas abrieron la puerta de golpe.

—¡No tenemos tiempo de su momento de calentura!, ¡París los necesita! —exclamó Runo, mirándolos pícaros.

Plagg por poco no vomita su queso, por tanta dulzura, Adrien como pudo actuó rápido y tapó a su lady de las miradas de los kwami, gruñiendo por tal intromisión y avergonzado en parte.

—Tks... Avisen a Nette que ya vamos, mientras nos preparamos —comenta firme y claro, Bruna.

Los kwami divertidos asienten y salen de allí.

—Y bueno my lady, luchemos contra las fuerzas del mal, para seguir con lo suspendido~ —propone picarón Adrien, besando corto y rápidamente a la peliaqua.

Quién asiente, y en menos de 30 minutos se alistan, para luego ir como los secundarios héroes de Francia, para lidiar nuevamente con la Tirititera.

Aunque así fuesen sus días, el amor siempre prevalecía, sus días eran agotadores y llenos de adrenalina, habían veces que la Mafia de Bruna y Björn estaba en la mira,  por lo que nunca estaban tan aburridos. La vida continuaba, y ya faltaba poco para que ambos entrasen en la Universidad, al menos juntos salvaban el mundo.


『Dos años atrás, unos días después de despertar, y volver de la muerte』

La peliaqua seguía aturdida por haber vuelto, se avergonzaba por haber desistido en aguantar más, pero allí estaba mirando al rubio, del cual sin querer su corazon fue queriendo.

—Gracias, nunca terminaré de estarte agradecida por lo que has hecho, Adrien —dijo Bruna.

Adrien la miraba con un leve sonrojo, para luego tomar la mano entre las suyas, era momento de serle franco.

—Lo haría una y mil veces, ¿sabes por qué, my lady? —dijo Adrien mirándola un tanto nervioso.

Bruna no entendía muy bien del por que el repentino nerviosismo, pero negó con una leve expresión de confusión.

—Por que... Te amo, te quiero demasiado mi cielo,  espero puedas corresponder mis sentidos, Bru —se tomó con valentía.

Bruna al escucharlo, y más aun saber como la salvaron de la casi muerte, y gracias a que Runo dijo aue ella lo quería, le subieron los colores a las mejillas, sorprendiendo y maravillando al rubio por si reacción. Pero ella con su mirada ámbar, atrajo lentamente la unión de sus manos a ella, y con un suave gesto tímido, plasmó un beso dulce, aun con aquel rostro inexpresivo.

Adrien solamente esperaba que ella pudiese decirlo y creérselo de primeras manos, que realmente lo quería como él. Pero aquel gesto lo había tomado por sorpresa.

—También te quiero, y más de lo que imaginas, gracias —dijo Bruna, para luego sonreír.

Por primera vez, llorar de felicidad por ser querida, prometiendose mejorar, y aprender a ser expresiva con ayuda del amor puro de ambos.

Con el tiempo el amor hizo su milagro, y la joven poco a poco despejaba su enjaulamiento de emociones y reacciones, tomando vida junto a él, su familia Björn y Nette.

Estos últimos estaban felices de la pareja, siendo capaces de seguir adelante con el amor que se había formando después de mucho drama y tristezas.













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¡Muchas gracias por seguir la historia hasta el final! Me encantó compartir todo el mundo de locura y drama con ustedes. Gracias por su apoyo. Los quiero! ¡Hasta la próxima!

Inexpresiva. [Chat Noir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora