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El día nuevo llegó despertando a la pequeña chica de cabellos aqua verde, su hermano moreno Björn había dejado muy claro en que al menos dos guardaespaldas como mínimo se llevaría con ella a París. Pero ante la negativa de la misma no se hizo esperar, al final el Don de la Mafia Fortelini se resignó a que no ganaría mas fuerza y la dejó llevar tan solo uno, ya que no quedaba de otra.

Desde ese momento ya habían pasado cerca de 8 horas de haber pasado por lo que ahora se encuentra llevando entre sus manos a su "peluche" de tigre en dirección a lo que sería el departamento, y su hogar temporal. Gracias a su jet personal el viaje había sido bastante corto.

El lugar donde viviría realmente era sencillo, dos habitaciones, un gym, cocina amplia y dos baños.

—Puedes ir a descansar Nicholae.

La voz firme y neutral de Bruna rompió el silencio cómodo, al dirigirse a su guardaespaldas italiano, quién asiente y se retira con la misión de acomodarse en la segunda habitación.

     》Uff... Pensé que nunca se iría, 
      pero concuerdo con Björn, es
      bueno tener respaldo ante
      cualquier peligro y más siendo
      la hermana de quién eres.

Suelto un suspiro, dejándolo en la cama para ser yo quien se acerque a la ventana a inspeccionar el balcon y el bellisimo paisaje que este poseía, mientras que el pequeño tigre se pone a olfatear el lugar,  igual de curioso.

     》¿Trajiste mis papitas Bruh...?
     Dime que si las trajiste, o
     me moriré...

Se escucha unos pasos agotados y delicados de las botas negras planos por el suelo de madera terciada hasta perderse tras la puerta del baño, y luego las gotas de una ducha se escuchan.

Lo había ignorado por completo y solo alcanzó a agarrar una toalla para darse una ducha y sacarse el jet lag del vuelo.

     》Tks... Siempre me haces
     lo mismo,  iré a por comida.

Mientras ella se encontraba duchándose para ir a dormir, el guardaespaldas estaba un tanto ausente pero alerta haciendo los requisitos de la admisión al Colegio Françoise Dupon. Del cual sin problemas la aceptaron con la falsa identificación.

□☆••••••••••☆□

El día había pasado rápidamente llegando a ser nuevamente el día siguiente, ya de por si se notaba los rayos del sol que ingresaban por las ventanas y Bruna solo intentó cubrirse con la almohada,  pero repiqueteos no se hicieron esperar al chocar contra la puerta, logrando que terminará por gruñir.

—Señorita despierte, en 45 minutos nos vamos al colegio —avisa Nicholae.

El gruñido de Runo es quien luego se escucha, el suspiro vuelve a resurgir entre esos gruñidos logra despertar por completo a la peliaqua, quien apenas abre los ojos y se ven sombríos. Aquellos ojos cafés casi ambarinos junto a aquella piel pálida.

La figura fina y delgada se desliza por las sabanas de la cómoda cama, lentamente se dispone a ir hacia sus vestimentas eligiendo rapidamente uno simple, agarra una mochila grisácea casi opaca y mete a Runo allí junto a un pote de Pringles, quien felizmente se lo empieza a comer.

La peliaqua nunca estuvo acostumbrada a desayunar por lo que no lo hace. Al salir del departamento una limusina la espera. El guardaespaldas le abre la puerta con respeto y delicadeza, siendo que agradece con un suave "gracias" e ingresa al auto.

□☆••••••••••☆□

     Adrien Agreste.

Definitivamente el día de ayer junto con la sesión de fotos me derribó, el cuerpo lo sentía muy contracturado pero no me quejo,  ni puedo, ésta es la vida que me manda vivir mi padre, y todo lo diga a que lo haga real.

Al ser modelo de la línea de ropa de mi padre es bastante cansador,  más las clases de esgrima. Gracias a la compañia de Plagg y ser el portador del Miraculous del Gato me entretiene y deja ser lo que quiero ser, libre. Aunque sean poderes de la mala suerte.

Mis pensamientos estaban a flote abundante entre todo eso veo pasar cerca a  mí  limusina, otra un poco mas pequeña que la mía.

Ya había decidido acercarme a las clases pero me detuve por curiosidad, logrando notar como bajaba de ese vehículo, una chica pálida de cabellos aqua verde.

En definitiva era un color bastante inusual, pero eso no fue lo que me sorprendió sino de su manera en la que caminaba con seguridad y frialdad auténtica, parecía no tener emociones, y realmente nada se transmitía en su rostro.

Al quedarme observándola,  no pude llegar y evitar a Chloe.

—Adrienboo~ que bueno que te veo —dice abrazando el brazo derecho, pegándose a mi como si fuera un chicle.

Intento zafarme, sin embargo, justo a nuestro lado pasa la chica nueva. Con un tipo custodiándola. Eso era muy raro. Eso la hacia ver aun más misteriosa.

Una vez se perdió al girar una esquina dentro de la Institución me pude dar cuenta de que Chloe no tenía la intención de dejarme tranquilo, siendo así que con delicadeza logré decir.

—Permiso Chloe, debo irme.

Sin esperar respuesta ingresé al colegio. Al llegar vi a Alya, Nino y Marinette juntos.

—Adrien viste a la nueva, ¿verdad? —dice Alya.

—Si, es bastante misteriosa, hola Marinette.

—Y-yo,  e-eh,  h-hola A-Adrien —tartamudea con nerviosismo.

Una suave sonrisa me nace regalárselo, era bastante simpatica y agradable. Aunque se sonroja un poco. Es tierna,  Marinette era eso para mi, una amiga tierna.

—Bien, he podido escuchar que viene de Italia, de una familia adinerada, pero no se porqué vino a París —comenta Alya.

Con que vino de Italia, pero nunca al menos cuando visité con mi padre la hermosa Italia nunca había visto una cabellera de ese color, ni esos ojos.

Pronto escucho sonar la campana y observo como la nueva es indicada a la clase por Nathaniel, quien más pálido de lo normal lo hacía.

Cuando pasó sin saber como nuestros ojos se conectan, ella me observa inexpresiva dejándome notar que sus ojos demuestraban nuestros sentimientos pero mas me sorprendio ver el suyo de un deje triste, pero en su cara no se notaba nada de aquel sentimiento.

—Oye... Adrien al parecer la nueva te ha interesado —comenta Nino.

Al sentarme niego levemente. Intentando evitar pensar en aquella mirada. Se escucha ingresar a la maestra de Francés.

Bonjourno (buenos días)  pequeños, hoy tenemos una nueva alumna, ven adelante preséntate querida —comenta la maestra.

Su caminar tranquilo, recto y sin una pizca de nerviosismo me sorprende y aviva la curiosidad. Es bastante calmada a decir verdad.

—Bonjourno, Soy Bruna D'exa  tengo 14 años, Soy italiana.

Tiene un nombre muy bonito,  igualmente su voz era aterciopelada pero bastante neutral para ser de nuestra edad.

—Muy bien Miss D'exa  puede sentarse a lado Chloé Bourgeois —dice la maestra.

—Gracias.

Sin más al sentarse a lado de Chloe la veo parpadear, mirándola.

—¿Qué miras? —dice con su voz chillona Chloe.

La peliaqua levanta la mano sin decir una sola palabra para contraatacar a Chloe.

—¿Qué ocurre Miss D'exa?

La voz de la maestra no se hace esperar. ¿Será que le dirá sobre el comportamiento de Chloe?

—....

Inexpresiva. [Chat Noir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora