Me desperté gracias a los sonidos de la ventana, vi la hora y eran las 2:30 a.m.
Me levanté con miedo y tomé mi chancla, me acerqué temerosa a la ventana y la abrí, vi que alguien se metió y le aventé la chancla que tenía en la mano.
-Hey Meli, cálmate, soy yo.-Alonso se protegió con sus brazos y comenzó a reír.
-Ay Alonso, me espantaste.-Susurré.
-Meli, ¿Está todo bien?- Bryan habló del otro lado de la puerta.
-Si Bryan, estaba en el baño y vi una araña.-Expliqué no muy convencida, Bryan se fue y Alonso seguía aquí.- ¿Qué haces aquí, Alonso? ¡Te pueden ver!
-Es que no podía estar un segundo más sin ti.
Yo solo sonreí sonrojada y bajé la mirada, Alonso tomó mi barbilla y levantó mi cara haciendo que vea sus lindos ojos azules que me demostraban seguridad y tranquilidad, Alonso bajó su vista a mis labios y yo cerré mis ojos.
-Eres muy hermosa.-Dijo en un susurro.
Yo solo lo abracé aspirando su perfume que se volvió en mi favorito, el se separó de mí y me dio un beso fugaz.
-Te quiero.
-Yo más.
-¿Te vas a quedar a dormir?
-¿Puedo?
-Pues, ya que.-Los dos reímos y nos acostamos.-
Al día siguiente me desperté por mi alarma, me quise parar pero unos brazos me detuvieron.
-Alonso...-susurré- Despierta, ya es hora de ir a la escuela.
Alonso abrió un ojo y sonrió.
-Quisiera despertar así todos los días.
-Wow, Wow, espérate, vas muy apresurado, todavía ni somos nov...-Guardé silencio y pensé en lo que iba a decir.
-¿no somos qué?
-Nada, Nada, ya vete o Bryan va a venir.
-Esta bien princesa, vengo por ti eh.
-Si Alonso.
Alonso tomó sus cosas y se fue por la ventana.
-Vaya vaya Melissa.-La voz de Alan me sobresalto.
-Alan, ¿Qué haces aquí?
-Oí un ruido extraño y vine a verte, ¿Qué hacías con Alonso, eh?-Dijo levantando sus cejas.
-Nada, solo vino a verme.-Sonreí.
-Ah mira...
-Bueno ya, largo de aquí.-Dije y lo empujé hacia afuera de mi cuarto.
Me metí a bañar y al salir me puse mi uniforme, me peiné y me maquillé poquito.
Bajé a desayunar y choqué con Jos.
-Órale Tú, ten más cuidado.
-Si, perdón.
-¿Estás bien Mel?
-Si Jos, solo, tengo sueño.
-Uy siii, a mí no me engañas, Alonso te trae así.
Me sonrojé y el soltó una carcajada, me abrazó y bajamos a desayunar.
Acabamos de desayunar y justo cuando iba a subir por mis cosas tocaron la puerta y Bryan fue a abrir.
-¿Alonso? ¿Qué haces aquí?- Al oír su nombre corrí hacia mi cuarto tomé mi mochila y bajé corriendo.
-Bryan, Alonso vino por mi.
-Pero, tú te vas con los chicos, Melissa.
-Si, pero hoy no, adiós.
Salí de la casa y tomé de la mano a Alonso y caminé rápido.
-Hey Mel, tranquila, ¿qué pasa?
-Nada, solo que Bryan se pone celoso.
Los dos reímos y caminamos rumbo a la escuela entre pláticas, piropos y risas.
