Paciencia

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Siempre he sido el tipo de personas que confía y da cuantos intentos sean necesarios. Te esperé, con toda la paciencia que alguien tan destruido cómo yo podía hacerlo. Te esperé y te anhele tanto como anhelo nuestra felicidad; guardé tus recuerdos en un sitio donde nada ni nadie pudiera invadirlos o alterarlos, para que al encontrarnos aquí, en el final, me fuera posible recordarte por quién fuiste mientras me amaste y no por quién fingieras ser después. Guardé dentro de mí tus besos, la melodía de tu voz entonándose en una risa, la singular forma en que nuestras manos se entrelazaban uniendo nuestras almas, conservé en especial tu mirada conjugada a tus palabras mientras suplicabas porque me quedara un poco más.

Notas de un corazón rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora