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—Uuuh. Me veo guapo. — Soltó Killer mirándose al espejo. —Quiero decir, siempre me veo guapo, pero hoy me veo mucho más guapo.

—Estoy a punto de ahorcarlo a ver si hasta muerto se cree guapo. — Murmuró Dust al fondo sosteniendo la corbata y con los ojos brillando de emoción.

—Dust— Reprimió Cross arrebatándole la corbata de las manos. —, prometimos por la patria que no ahorcaríamos a nadie hoy. — Ató la corbata alrededor de su cuello.

—Pero es viernes...Además no tenemos patria.

—Yo lo juré por mi religión. — Comentó Horror atento a la conversación.

—No tienes religión.

—Claro que sí. Soy Lustiano.

Todos, incluyendo al entretenido de Killer, se voltearon a verlo. — ¿Qué carajos es eso? — Gruñó Dust, quitándose la corbata una vez que el monocromático se distrajo.

—Es la alabancia a Lust.

—No creo que eso exista.

—Claro que existe, Killer, ¿quieres ir a una sesión este domingo?

— ¿Puedo?

—Claro. Es a media noche, en su casa.

—Entonces está bien.

— ¡Killer, no! — Gritó Cross interponiéndose.

—Dejame ahorcarlo. — Pidió Dust haciendo ruido con la corbata.

— ¡No! ¡Haber, cálmense!

Error se paró frente al espejo. — ¿Por qué tenemos que ir? — Cross se volteó.

— ¿Cómo que por qué? Geno es como la madre Teresa. Obviamente tenemos que estar ahí. ¡Y más tú que eres de la familia! — Lo golpeó en la nuca.

— ¿Y por qué Nightmare no se está vistiendo como pingüino VIP? — Reprochó.

—Porque yo soy Nightiano. — Respondió indiferente al tema, casi durmiéndose en su silla. —Y mi religión no me permite asistir a eventos que carecen de sentido en pleno fin de semana.

— ¡Woooah! ¡¿Puedo ser Nightiano también?! — Cuestionó Killer emocionado alzando la mano.

—Enserio quiero ahorcarlo. — Cross sujetó a Dust del cuello del saco antes de diera otro paso.

— ¡No! — Regañó arrastrándolo donde Nightmare, porque también tenía que regañarlo. —Eso es muy cruel de tu parte— Se inclinó hacía él. —, todavía de que Reaper siempre se queda para limpiar tu desastre sea fin de semana, deberías pagarle con algo más que respeto.

—Bueno...— Analizó de pies a cabeza al monocromático mientras pensaba. —No he matado a su novio así que...— Con las palabras atropelladas, volvió su vista al rostro del chico, carraspeando. —Creo que es un pago justo.

—...No eres alguien muy razonable. — Sopló con cansancio, liberando a Dust.

—Sorpresa, sorpresa. — Contestó volviendo a mirar detalladamente el traje y a su portador. — ¿Quién te dio eso?

—Que te importa. — Respondió a la defensiva. —...Pero me queda bien, ¿verdad? — Con una actitud nueva, se acomodó el saco. —Lo usaré para mi boda.

—O tu funeral.

—...

—Lo que pasé primero, claro. 

La vida nos odia ⁞ NightcrossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora