단풍:Danpung.

U N O.

Antumn Leaves- BTS.

Las temporadas perdidas que trato de restaurar, trato de restaurarlas.

Y ahí estaba Myeong-Suk caminando sola de noche por las calles de Seul porque se había quedado hasta tarde en la biblioteca de la escuela en donde estudiaba. Se reprochaba mil veces como es que pudo ser tan despistada y también se reprochaba por no haber llevado algún suéter aunque sea delgado pues el de su instituto no la calentaba lo suficiente. Sabia que cuando llegará a casa su madre le daría una gran reprimenda. Aunque tenia una buena excusa por haber llegado tan tarde.

Solo le faltaban tres cuadras más para poder llegar a la parada de autobuses. No le pasaba seguido el tener que irse hasta esa hora pero cuando le pasaba siempre marcaba el número de emergencia y solo si se presentaba algún altercado oprimiría el botón de llamada.

-Son las diez de la noche, solo quince minutos más y pasa el autobús.- se dijo a si misma una vez que vio el letrero de la parada.

Hace una hora había intentado, mejor dicho  insistido a su hermano para que pasara por ella a la escuela pero este le había dicho que estaba ocupado y que lo sentía. Pero que se le podía hacer, reprocharle no era una buena opción teniendo en cuenta que ayuda en la economía de la casa. Ella también quería trabajar pero su papá y mamá le decían que no, que se concentrara en sus estudios y hací lo hacia, es buena en la escuela, nunca ha tendió reprobatoria y eso enorgullecía a sus padres.

El autobús llego, ella subió y pago, iba algo lleno el autobús pero por suerte encontró un asiento vacío. Recargo su cabeza en la ventana y a pesar de que siempre veía el mismo paisaje a ella le seguía encantando lo que observaba. Con sus auriculares puestos y la música reproduciéndose se tranquilizó y mando un mensaje a su papá para que fuera por ella a la parada a lo que él le respondió que ya iba en camino.

-¿Disculpa me puedo sentar?.- preguntó un chico pero no lo escuchó así que él le tocó hombro y ella pausó la música.- ¿Me puedo sentar?.- ella solo asintió y volvió a dejar que la música siguiera reproduciéndose.

Cuando bajo del autobús ahí la esperaba su papá.

-Y bien ¿cómo te fue hoy pequeña?.- paso su brazo por el de su padre quedando entrelazados.

-Bien, he tenido una tarea de investigación y por eso eh llegado hasta tarde, lo siento.- bajo la cabeza e hizo un adorable puchero.

-No te preocupes, tú mamá me dio esa opción y esperábamos a que mandaras mensaje.

-¿Entonces no está enojada?.

-¡Qué va!, ha estado preocupada que es diferente.- sintió alivio y sonrió.

Sus padres son un amor, son comprensibles, cariñosos y aunque tienen su carácter siempre están ahí para ayudarla a ella y a su hermano. Su familia era algo ruidosa por ambas partes y todos se llevaban bien. Cuando las fechas de navidad llegan todos se reúnen en la casa de su tío a las afueras de Seúl y cabe destacar que siempre le han encantado las fiestas que hacen su familia.

El viento fresco dio contra su cuerpo y se pegó más a su papá en busca de calor, él paso su brazo izquierdo por el de su hija. El otoño se acercaba y las hojas secas a punto de caer lo hacían saber. Aunque hiciera un frío infernal ella amaba esa estación aparte de la de invierno, siempre le ha gustado el frío y si alguien le propusiera vivir en un lugar donde todo el año fuera otoño e invierno lo haría.

Una vez dentro de casa es recibida por los brazos de su madre y un beso.

-Me tenias muy preocupada, ¿por qué no avisaste?.