단풍:Danpung.

O N C E.

BTS- Lost.

"Perderse es una forma de encontrar el camino."

Myeong-Suk se levanta de la cama pues ha oído un ruido extraño fuera del cuarto, exactamente a lado de la ventana.

-¡Buh!.

-¡Ay Dios!-. Myeong-Suk lleva sus manos directo al pecho tratando de aliviar el susto-. Mierda SeokJin, me asustaste.

-¿Enserio?-. Pregunta un muy divertido SeokJin con deje de sarcasmo.

-¿Qué haces aquí?. No deberías de estar con los chicos.

-Hum, en teoría sí, pero me he levantado para ir al baño y pensé; ¿por qué no asustar a Myeong-Suk?.

-Ja, ja, ja. Sí, sí, muy chistoso-. SeokJin ríe-. Has logrado tu propósito.

-Y valla que sí. En fin, ¿vienes?.

¿Ir? ¿A dónde?. Eran exactamente las tres de la mañana, ¿a dónde irían en un bosque oscuro y a solas?. Y lo más dudoso. ¿Por qué se lo planteaba?. Bueno, eso era fácil de responder: 1.- tenía confianza en SeokJin y 2.- curiosidad.

-Vale, vamos, solo deja me coloco unos zapatos-. SeokJin asiente y espera a que Myeong-Suk salga.

Para ser sinceros ni él sabía a dónde irían, solo que se había levantado para ir al baño y al momento de regresar vio el cielo repleto de estrellas, la gran luna y unas que otras inexistentes nubes. Cuando paso por el cuarto donde Myeong-Suk dormía quiso pasar a contemplarla, su intención no era despertarla pero piso una rama sin quererlo. Aunque, pensándolo bien, no fue tan malo, tendría una muy buena compañía y podrían crear otro recuerdo juntos.

-Estoy lista-. SeokJin sonríe y toma su mano para no perderla de vista.

"Solo quieres sentir su tacto cálido".- ¿y qué sí su subconsciente tiene razón?. No todos los días podías tomar la mano de la chica que te gusta, ¿o sí?.

-¿Sabes? Me gusta caminar contigo tomados de la mano.

Myeong-Suk no puede evitar sonrojarse y ver sus manos entrelazadas. Quería gritarle que dejará de confundirla y que se diera cuenta de una vez por todas que ella estaba perdidamente enamorada.

Llegaron al templo y se sentaron en las escaleras que van directo a la puerta principal. Estuvieron hablando una hora o más sobre temas triviales, hablaron sobre las estrellas y cada quien eligió una, trataron de contarlas, sus sonrisas eran tan sinceras, cada que se veían sentían que nada importaba y que todo desaparecía a su alrededor, hablaron sobre sus sueños y familias, hablaron de todo y nada a la vez, ¿a caso eso se puede?. Al parecer sí, es igual que cuando te detienes a pensar, no sabes en qué pero piensas y es entonces cuando te das cuenta que estuviste pensando en todo pero a la vez nada. SeokJin suelta un suspiro, no está listo para decirle a Myeong-Suk que dentro de poco se irá y que le gusta. Tiene miedo de lastimarla y terminar lastimado él también.

-¿Te pasa algo?.

-¿Hum?.

-Pregunte que sí te pasaba algo, estás muy pensativo-. La mirada de SeokJin topa con la de Myeong-Suk y sabe que tiene que confesarle sus sentimientos. No importa lo que pase.

-Myeong-Suk tengo algo que decirte-. La castaña asiente-. Yo...dentro de poco tendré que irme, no es porque quiera pero mis padres quieren que valla con ellos. Por eso, antes de irme quiero decirte que me gustas, me gustas y mucho, sé que no es el momento pero tenía que decírtelo y sino te lo dije antes era porque tenía miedo de lastimarte, sé cómo soy y...

-También tenías miedo de salir lastimado-. Termina la oración-. SeokJin, tú también me gustas y entiendo que tengas que irte, no voy a negar que sí me duele el que tengas que irte pero no soy egoísta, si tienes que irte, adelante no soy nadie para decirte que hacer o no hacer-. Myeong-Suk toma la mano de SeokJin-. Vez, cuentas conmigo.

-Aún no termino-. Agarra con más fuerza la mano de Myeong-Suk-. A lo que quiero llegar es que, me gustaría que fuéramos algo, tal vez no le pongamos una etiqueta, pero eso es lo de menos, quiero estar contigo hasta que tenga que irme. Entenderé sino quieres, sé que eres esa clase de chicas que le gusta tener algo definido-. Ella asiente, sabe que es mejor así a que ponerle nombre a algo que podría acabar demasiado pronto.

Te preguntarás, ¿por qué no seguir a distancia?. Francamente ninguno de los dos cree que es conveniente establecer una relación a distancia sabiendo que no soportarían el hecho de estar lejos y no poder abrazarse. Porque aunque se gusten, no es lo mismo a ser novios que amigos, al menos así podrían mantener el deseo bajo control. O eso es lo que ellos creen.

Myeong-Suk recarga su cabeza en el hombro de SeokJin y sueltan un suspiro al mismo tiempo, siguen hablando sin soltarse de la mano, se reparten caricias y disfrutan oyendo los latidos desenfrenados que se tienen mutuamente. Son al rededor de las cinco de la mañana, deciden que verán el amanecer juntos y así lo hacen, esperan una hora más y ven salir el sol. Otro recuerdo añadido a la lista.

Al día siguiente emprendieron camino rumbo a casa, entre risas, canciones y anécdotas vividas durante esos tres días llegaron a casa, agradecían que no estuviera lloviendo de lo contrario hubiera sido complicado llegar, las carreteras son peligrosas cuando llueve, ¿o no?.

Myeong-Suk se despide de sus amigos y toma sus maletas dispuesta a entrar en casa, no obstante, una Seo-Yeon agitada abre la puerta de golpe.

Myeong-Suk sabe que algo pasa al ver la cara de preocupación.

Sabe que ese algo es malo.

Muy malo.

Y por primera vez, durante mucho tiempo miedo.

Miedo de que algo malo le ocurra a su hermano.

Así como las cosas malas acaban también las buenas.

No quiere perder a su hermano, no quiere perder a otro ser querido por ese trabajo.

No quiere pasar por lo mismo. No de nuevo.

Decide preguntar qué pasa, rogando porque esté equivocada pero sus plegarias no son oídas.

—Taeyeong está en el hospital grave.

Y todo su mundo se viene abajo. Su hermano está en el hospital debatiéndose entre la vida y la muerte y tiene miedo de perderlo.

Sin pensarlo dos veces Seo-Yeon toma las maletas de Myeong-Suk y las hecha dentro de casa mientras que esta última llama un taxi para que las trasladé hasta su hermano.

Y mientras van en el taxi, va rezando porque quiere cree que hay alguien allí arriba que la oye y qué ayudará a su hermano.

Quiere creer que es una pesadilla y que su hermano está abrazándola mientras ven películas de terror, que ríen juntos por tonterías compartidas, que ella va cambiándole a la radio de su auto mientras él se queja y cuando encuentra una buena canción la canten a todo pulmón.

—Estará bien, él es fuerte.

Y se aferra a esas palabras.