1. El amigo de mi hermano.

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Disclainer: Voltron: Legendary defender y todos sus personajes no me pertenecen, y esta historia está escrita sin ningún ánimo de lucro, por fans para fans.

Importante: Si en el fic leéis que me refiero al curso de bachillerato es porque soy española y aquí le decimos así, el equivalente en América del Sur sería, al parecer, la preparatoria. Siento la confusión, puede que haya más casos del estilo a lo largo de la lectura, espero que no os moleste que esté así escrito <3.

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Lance era un año mayor que yo, pero aun así íbamos a la misma clase, nada extraño, dado que yo me trasladé de mi anterior instituto a finales del tercer trimestre anterior, por eso, mis profesores, dada la particularidad de mi caso, me ofrecieron hacer un examen de diagnóstico antes de obligarme a repetir el curso.

Los resultados concluyeron que lo mejor para mi currículum académico era, no sólo no repetir, sino que saltar un grado, y así lo hicieron. Particularmente al principio no me resultó un problema, que te adelanten un curso resulta muy cómodo, aunque tengas que trabajar un poco más, a final de cuentas ganas un año. Y honestamente tampoco es que hubiese hecho grandes amistades irrompibles (de hecho, estaba bastante apartado del resto) y lo mejor de todo es que había una posibilidad entre cuatro de acabar en clase de mi hermano.

Claro, en aquel momento no calculé que había la misma posibilidad de que me tocase en la misma clase que él.

Ese chico que me había tirado el último mes de clase vigilando de lejos... claro, no lo pensé porque en aquel momento Lance sólo me gustaba, sin más. Pero dado que mi hermano y él parecen haberse hecho los mejores amigos del mundo mundial, he tenido muchas oportunidades de volverme loco por él. Aunque ni siquiera repare en mi existencia.

Bueno, tampoco es que no se haya percatado de mi existencia después de haber estado todo el verano en la piscina de mi casa, pero ya me entendéis, lo más cerca que estuve de hablar con él fue cuando le tiré una bandeja con una jarra de limonada y sus correspondientes vasos por la cabeza... debió doler, y debe odiarme, fue la peor y más vergonzosa escena posible, aunque Matt insista en que no se lo tomó a mal, igualmente después de eso preferí mantenerme encerrado en mi cuarto cuando él venía, lo que era casi cada mañana.

Por supuesto, lo miraba desde la ventana, no era mi intención, simplemente me ponía a ver una serie en el portátil y cuando me quería dar cuenta, mis ojos ya se habían desviado y se deleitaban con un moreno natural de verano que sobrepasaba, por mucho, el tono que nosotros podríamos coger... ¿he mencionado que me encanta la piel morena? Porque de verdad, me vuelve loco lo bien que combina con sus ojos. Simplemente cuando va con esa camiseta blanca que le queda tan ajustada, es como si el contraste remarcase aún más los músculos de su preciosa espalda de nadador, con los músculos definidos, pero no hinchados...

Mierda... ese es el problema con Lance, me emboba, me deja la cabeza embotellada en él. El caso es que al darme cuenta de cómo lo observaba fue bastante obvio: ese chico ya no me gustaba, después de tenerlo todo un verano prácticamente viviendo en mi casa, mi estúpido ser enamoradizo ha tenido más que suficiente tiempo para aprender cada pequeño detalle de él, conocerlo... porque sí, se puede llegar a conocer bastante a una persona sólo con verla en la distancia si eres observador. Aunque no es que lo esté acosando tampoco.

Y ese es el problema inicial de todo esto. No sólo resulté en la clase de mi hermano, sino también en clase de Lance, y cuando leí las listas en septiembre me quise morir, me alegraba por Matt, por supuesto que sí, iba a poder estar con su amigo y eso, pero... joder, si lo hubiese sabido antes... ya de normal pasaba más tiempo con Lance cerca del que podía soportar.

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