MI PROFESOR PARK (Jimin y tu) +18

Capitulo 3

— Así es.

—¿No me dirás que lo hicieron en la enfermería?

—¡Nicol! ¡No por dios! — bajó el tono de voz — no deja de ser mi profesor... ¿entiendes?

—¿Y qué? Yo me lo tiraría. Está buenísimo, y seguro que es súper adorable. ¿Me equivoco?

— No, no te equivocas... — ____suspiró — me ha tratado muy bien... pero ese no es el caso, el caso es que nosotras, es decir tu y yo somos menores. ¿Entiendes lo que es eso? ME-NO-RES DE E-DAD. Si tenemos relaciones sexuales con un adulto, y más si es nuestro profesor, lo mínimo que podrían hacerle es echarlo del centro. Imagínate que lo encarcelan por mi culpa.

— Oh, ____ eres una idiota. A ver cuando dejas de quejarte y preocuparte y te lanzas. Diviertete un poco, te hace falta. Dentro de unos meses ya cumplimos la mayoría de edad, además no seria violación ni nada por el estilo. No si tú quieres. — se levantó y se fue a su asiento, porque Lucas, el profesor de Lenguaje, había llegado. Y era uno de los peores.

____ terminó de recoger los libros. Eran ya las 5PM, todos habían marchado con prisa, pero ella no la tenía. No cuando nadie la esperaba en casa. Su madre, seguramente estaría hablando con las vecinas, y su padre trabajando. O eso es lo que creía. Su madre era un ama de casa muy atrafagada, se ocupaba de todo y hasta llevaba las cuentas de la factura. Mientras que su padre... era un hombre despreocupado, un total amargado al que su esposa había estado esperando muchas noches, cuando él no volvía hasta la mañana siguiente y el resto de las noches, si es que venía se la pasaban discutiendo, hasta había llegado a golpearla. Pero ella lo terminaba perdonando. A ____se le humedecieron los ojos con esos pensamientos. Desearía que ella y su madre terminaran lejos de su padre. Pero su mamá seguía amándolo con cada trozo de su corazón. ____ se quitó aquella lágrima traviesa que había querido viajar de su ojo hasta el mentón, pero no había podido llegar. Se puso la maleta colgada en la espalda y salió de la clase, que a aquella hora estaba teñida de un color amarillo, del sol y el calor. El pasillo estaba desierto, y la verdad es que daba un poco de miedo la escuela, a estas horas. Intentó pasar rápido, pero algo la detuvo. Escuchó una melodía. Venia de la sala de los instrumentos y siempre ella, tan curiosa, se acercó. La puerta del salón tenía unas ventanitas a la altura de los ojos. Se asomó por allí.

Jimin estaba tocando el piano. ____ quedó maravillada. Lo hacía perfectamente, con una fluidez increíble y lo que tocaba era precioso. ¿Alguna cosa compuesta por él? Sería fascinante.
En ese momento, se sintió como una extraña, así que se dispuso a marchar. Cuando de repente, Jimin la vio. Ella se puso roja ya que la había visto espiándole. Él en cambio, sonrió y le hizo un gesto para que entrara. Ella lo hizo.

—Yo... lo siento... pasaba por aquí... y lo escuché tocar...

—¿Y por qué te disculpas? — Jimin se giró hacia ella. — A mi no me avergüenza tener espectadores. A ti no te tendría que avergonzar ver a alguien tocar el piano. — Un simple movimiento que hizo sonar las teclas en una escala. — Creo que es un instrumento de lo más hermoso. — La miró directamente a los ojos. —¿Sabes tocarlo?

— Sinceramente no...

—¿No te gustaría aprender? — le sonrió— A una chica como tú le quedaría muy bien el piano.
Ella rió.

—¿Lo dice enserio?

— Claro. Por algo soy profesor de música. ¿Tocas algún instrumento?

— No... Hace algunos años tocaba la batería... pero no sé si ahora mismo...

—¿Por qué no lo intentas? — sonrió — yo también se tocar la batería. Es lo que mejor se me da.