CAPITULO 3

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Su mejor amigo Minseok le había hecho prometerle que saldría con él y su novio toda esa semana que ambos tenían libre. La verdad no tenía muchas ganas de ir con él, ni siquiera recordaba cuál era el lugar al que irían, solo recuerda que su amigo le dijo claramente que fuera bien abrigado, pues todavía no lograba recuperarse del todo de su resfriado

Preparó su maleta no tan animado, ya que la verdad él hubiera preferido quedarse en casa, pues tenía tareas atrasadas... aunque, sinceramente, en el fondo sabía que no haría nada. Pero, de cualquier forma, a pesar de que se negó rotundamente, alegando que no quería ser un mal tercio o arruinar su tiempo a solas con Jongdae, su amigo le había insistido hasta cansarse y no le había quedado de otra más que aceptar.

Cuando estuvo listo, se dispuso a esperar a que sus amigos pasaran por él y para hacer algo de tiempo, acomodó un poco del desastre que tenía, sobre todo en su pequeño cuarto de música. Y fue ahí que se dio cuenta que tenía muy abandonada ya su actividad favorita, cuando notó que las teclas de su bello piano estaban cubiertas por una fina capa de polvo.

Estaba sumergido en sus pensamientos cuando escuchó el timbre sonar. Suspiró resignado a lo inevitable y se dispuso a ir a donde sea que su amigo cachetón llevara.



Sus amigos le informaron que un amigo de Jongdae los acompañaría, pues no querían que Junmyeon se sintiera incómodo. También se enteró que el lugar al que irían sería a la casa de vacaciones de los padres de Jongdae, que se encontraba en la isla Jeju. La idea no le hacía mucha gracia, pero tampoco quería seguirse negando, no quería parecer un grosero.

Minseok estacionó su auto frente a una casa, mientras Jongdae le hablaba por teléfono a su amigo para informarle que ya habían llegado. Unos minutos más tarde salió de la casa un chico rubio alto que los saludó con un movimiento de mano. El chico se encaminó a meter en la cajuela su maleta y después abrir la puerta del auto para subirse.

Cuando hizo esto último y observó a Junmyeon, frenó sus movimientos y su expresión pasó a ser una de sorpresa, como si hubiese visto un fantasma. El castaño quedó bastante extrañado con la repentina acción del más alto, y solo pudo atinar a mover su mano ligeramente en forma de saludo e intentar sonreírle un poco. El rubio hizo una rápida reverencia y subió al auto sin ver de nuevo a Junmyeon.

-Él es mi amigo Junmyeon, el que te contamos que nos acompañaría –la voz dulce y animada de Minseok rompió el silencio incomodo –Junmyeonnie, él es el amigo de Jongdae, Sehun. –Los mencionados solo atinaron a mirarse y sonreírse ligeramente, luciendo bastantes incomodos.

-Espero que se lleven bien, ya verán que nos la pasaremos increíble. –Esta vez fue Jongdae quien habló, mientras les sonreía a través del espejo.

El viaje fue algo largo, todo el camino Junmyeon estuvo durmiendo, pues se sentía bastante cansado y quería librarse de la tensión que se había formado en el ambiente a partir de que el rubio se había unido al viaje. Sehun por su parte, no hizo otra cosa que no fuera observar por la ventana, mientras escuchaba música con sus auriculares. Así hasta que finalmente llegaron a su destino.

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