CAPITULO 11

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El lunes todo había salido bien, le entregaron las calificaciones de dos materias y le había ido excelente, obviamente siempre sucedía eso, pero esa vez eran más especiales, pues significaba que había sido capaz de ponerse en pie nuevamente y recuperarse a pesar de todo.

Era hora de irse a casa, por lo que le envió un mensaje a Chanyeol avisándole que ya se iría a su casa, para que no lo estuviera esperando o lo buscara después. Salió de la escuela en compañía de Kyungsoo y ambos tomaron el autobús que los dejaba cerca de su casa, su compañero se bajó dos paradas antes que él, dejándolo solo el resto del camino.

Caminó tranquilamente de la parada del bus hasta su casa, escuchando música a través de sus auriculares. Subió por el ascensor hasta el piso donde estaba su departamento, una vez ahí, recorrió el largo pasillo con la misma tranquilidad y vio a la distancia una persona recargada en la puerta de su hogar, llevaba una sudadera negra con gorro, el cual cubría de su vista el rostro del desconocido. Al principio creyó que sería su amigo Chanyeol, pero conforme se acercaba descartó esa idea, pues su amigo era más alto que el desconocido frente a su puerta. Con algo de temor de acercó hasta la figura del hombre y se paró en frente, el tipo levanto la mirada al notar su presencia.

Junmyeon respiró aliviado al ver de quien se trataba, por un momento pensó un montón de cosas, dignas de un paranoico como él que se la pasaba viendo películas de asesinos en serie y esas cosas.

-Me asustaste Sehun –acusó el castaño, quien de inmediato recordó que estaba molesto con el rubio, molestia que incrementó al ver la sonrisa burlona del alto -¿Qué haces aquí? -Junmyeon había empujado ligeramente al otro para meter las llaves a su puerta y así abrirla, no le importaba ser grosero, pues Sehun lo perturbaba demasiado y ya estaba cansando de eso –Pensé que no volvería a verte nunca. -entró a su departamento, siendo seguido por Sehun.

-¿Por qué no volverías a verme? –Junmyeon volteo a verlo incrédulo, de verdad no entendía para nada a ese hombre.

-Bueno, tal vez porque te portaste un poco como un imbécil la última vez que te vi. –el tono voz del castaño era sarcástico, Sehun sabía que se había molestado con él por la forma en que le habló desde el principio.

-Tienes razón –aceptó el rubio, soltando un suspiro resignado –Quería pedirte perdón por eso, pero es que tu "amigo" –hizo unas comillas con su mano al pronunciar esa palabra –nos interrumpió cuando estábamos hablando de algo importante. –Sehun cruzó sus brazos enojado, mientras un puchero comenzaba a formarse en sus labios –Además ese día te portaste muy frío conmigo y...

-¡¿Sabes por qué?! –lo interrumpió bastante cabreado- Es porque pensé que nos habíamos vuelto buenos amigos, pero al parecer solo me utilizaste para tus fotos –Sehun se quedó con la boca abierta, sin saber cómo explicarle que no era así. Cuando estaba por replicar, Junmyeon fue más rápido y no se lo permitió –No te atrevas a negarlo, la prueba es que me buscaste luego de dos malditas semanas solo porque no acabamos tu proyecto, y te aseguro que ni siquiera lo hubieras hecho sino fuera por eso. –Junmyeon respiró tratando de calmarse y no levantarle la voz, no quería exaltarse y discutir, no valía la pena. El silencio por parte de Sehun le confirmó que las cosas eran tal cual a él le habían parecido, causando que un dolor se instalara en su pecho. Finalmente suspiró rendido, sentándose en el sofá. –Igual tú no tienes la culpa, nunca me dijiste que yo te caía bien como persona y que no solo te servía para tu proyecto –continuo con un tono de voz más triste, sin mirar al más alto que seguía de pie frente a él –es culpa mía por pensar lo contrario, pero no me pidas que te trate como a un amigo, ya me quedó claro que no lo somos...

-Está bien... -Junmyeon no se esperaba que Sehun hablara, por lo que volteo hacia arriba para verlo, encontrándose con ese típico rostro sin expresión que ni siquiera lo miraba –Que bueno que te quedó claro, y no me malentiendas, estoy agradecido contigo por tu ayuda, pero yo no suelo hacerme amigo de cualquier persona, y menos en tan poco tiempo. –el dolor en el pecho de Junmyeon aumentó tras oír esas palabras en un tono tan frio. –Además, claro que voy a pagarte por tu ayuda, porque solo los amigos se hacen favores sin esperar nada a cambio, y no me gusta deberle nada a nadie.

Junmyeon estaba anonadado, sin saber cómo responder a eso, sintiendo su corazón romperse otro poquito más y su orgullo reclamar por dejarse herir tan fácil, frunció su seño, dispuesto a no dejarse humillar por un engreído como ese.

-Está bien –habló firme, intentando contener el dolor un poquito –No esperaba menos de tu parte... Y ahora dime si has venido para que avancemos en tu proyecto, porque si no es así, no tienes nada que hacer en mi casa.

Sehun volteo a verlo con algo de sorpresa, no esperaba una respuesta así de su parte, no esperaba que esas palabras se clavaran justo en su corazón. Creyó que lastimaría al castaño, creyó que incluso lloraría, pues parecía tan sensible y frágil que con cualquier cosa podría romperse.

-¿Podemos subir a la azotea de este edificio? –preguntó en un susurro luego de varios minutos de silencio, sintiéndose más lastimado de lo que debía. –Me gustaría hacerte unas tomas ahí...

-Si, vayamos para terminar cuanto antes –Junmyeon tomó sus llaves y caminó hacia la salida, siendo seguido por Sehun.

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¿Cómo va todo hasta aquí?

Espero de todo corazón que les esté gustando, y que lo siga haciendo hasta que concluya...




La vida también puede ser hermosaWhere stories live. Discover now