CAPITULO 24

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Llevaba dos semanas saliendo con Sehun, y aún seguía pareciéndole un sueño todo. Estaba comenzando a conocer otra faceta del rubio, pues no estaba acostumbrado al Sehun empalagoso y dulce, quien además era berrinchudo y mimado. El Sehun que él conocía era frio y serio. Y por supuesto que le encantaba esa nueva personalidad, esa que solo le mostraba a él, haciéndolo sentir muy especial.

Sehun era el que lo visitaba a menudo, pues conocía lo perezoso que era para salir muy seguido. Siempre llevaba comida para que ambos cenaran mientras veían alguna película o serie. Ambos se acurrucaban en el sillón con una manta, y el rubio amaba abrazarlo como un peluche.

Ese día tendrían una cita, pero esta vez Junmyeon había dado su brazo a torcer, así que finalmente saldrían a pasear. Sehun había comprado unos boletos para un parque de diversiones, y aunque el castaño no era tan fanático de esas cosas, le emocionaba hacer algo diferente con su novio.

-¿Estás listo conejito? –pregunto el rubio luego de ser recibido por el bajito y de saludarlo con un tierno beso en los labios.

-Sí, solo voy por mi chaqueta y estoy listo... Por cierto, ¿no quieres agua o algo de beber? –estaba por ir a su cuarto cuando recordó que no le había ofrecido nada a su novio.

-No amor, estoy bien –el alto sonrió con ternura por lo lindo que era Junmyeon siempre. Se acercó de nuevo a él y le dio un besito en la nariz. –Ve por lo que te falte, yo te espero aquí.

Junmyeon asintió y retomó lo que estaba por hacer. Mientras Sehun lo esperaba sentado en el sofá.

-Listo, ¿nos vamos? –preguntó mientras llegaba ya con su abrigo puesto, viéndose demasiado hermoso a los ojos del rubio, quien aún embobado, solo fue capaz de asentir.

El día se les pasó muy rápido para el gusto de ambos... ¡Y es que la estaban pasando demasiado bien!, con un Junmyeon asustado pero siendo valiente por Sehun, quien nunca soltó su mano e incluso la apretaba más para hacerle saber que él lo cuidaría de cualquier cosa.

Sehun ganó un conejo de peluche para su novio en un juego de destreza, y el castaño lo recibió emocionado con las mejillas encendidas en un bonito rosa.

Ambos comieron un montón de porquerías durante todo el día, y más el bajito, pues su novio lo estaba consintiendo demasiado, comprándole cualquier golosina que se le antojara.

La noche llegó, con Sehun acompañando a su pequeño novio hasta su casa. En la puerta de esta ninguno de los dos tenía ganas de separarse, así que Junmyeon le propuso al alto que se quedara un rato, pues quería tocar un poco para él, quien aceptó de inmediato bastante  ilusionado.

Ese día pasaron la mayor parte de la noche en el cuarto de música de Junmyeon. Sehun lo escuchaba sintiendo que su corazón en cualquier momento explotaría porque cada vez sentía más amor por él, viéndolo tocar su piano y observando la obra maestra más bella que alguna vez hubiese existido, porque así lo veía él.

Esa fue la primera vez que durmieron juntos, con Sehun abrazándolo toda la noche, como si de un peluche se tratara; y con un Junmyeon sintiéndose completamente feliz.

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Diganme por favor que no es demasiada azucar, y si es así, lo siento pero no puedo evitarlo, soy demasiado cursi n//n

Gracias por seguie leyendo n.n


La vida también puede ser hermosaWhere stories live. Discover now