CAPITULO 27 (CAPITULO FINAL)

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Sehun abrazaba por la cintura el pequeño cuerpo del castaño, con su cabeza recostada en el pecho de este. Junmyeon tenía sus piernas enredadas en la cintura del ahora pelinegro y acariciaba suavemente las hebras negras de su cabello.

Acababan de hacer el amor como locos, pues el bajito había tenido que hacer un viaje de trabajo y no habían podido verse en una semana, la cual a Sehun le pareció una eternidad. Se habían extrañado demasiado, prueba de ello fue esa sesión intensa de sexo que recién se había consumado.

-No sabes cuánto te extrañé conejito –Sehun hacía un puchero mientras apretaba más el cuerpo de su novio.

-Yo también te extrañé demasiado bebé –el castaño dejó un beso en la cabeza del alto luego de susurrarle aquello con voz dulce, sintiéndose feliz de estar nuevamente con él.

Era sorprendente como a pesar del tiempo juntos, que eran unos considerables siete años, no se cansaban el uno del otro... todo lo contrario, cada día se amaban un poco más.

Junmyeon sentía que la vida lo había recompensado, sentimiento compartido por Sehun: ambos tenían un trabajo que los hacia felices y en el que no les iba tan mal economicamente; también tenían a sus amigos, que eran como su familia; y lo más importante, habían encontrado en el otro el amor verdadero, ese que duraba una vida entera, mejor dicho, una eternidad.

Sehun levantó la vista para toparse con esos profundos ojos que cada vez más le arrebataban un poco de su ser. Se reacomodó para estar a la altura del castaño y que sus rostros quedaran muy cerca. Acarició la bonita nariz de su novio con la propia, mientras tocaba suavemente su mejilla y volvía a abrazarlo por la cintura.

-Si tienes que volver a irte tanto tiempo, juro que te acompañaré sin importarme nada –Sehun habló con voz firme, besando a su novio en los labios después.

-Sabes que no puedes hacer eso mi amor, perderías tu trabajo –El castaño sonrió con ternura a causa de las palabras de su novio.

-Pero bebé, no quiero tener que volver a separarme de ti por tanto tiempo, es demasiado difícil...

-Yo tampoco quiero, pero si alguna vez es necesario, vamos a sobrevivir, como lo hicimos ahora... porque siempre te llevo aquí –Jun tomó la mano de su novio y la colocó en el lado izquierdo de su pecho, viéndolo a los ojos, con todo el amor posible – No importa qué, siempre te tengo conmigo.

Sehun tenía miedo de que su corazón explotara, pues todo el amor que sentía por su conejito era demasiado grande. Sin contar que iba en aumento en lugar de disminuir, incluso dolía y lo abrumaba... pero era algo hermoso, algo que lo hacía la persona más feliz del mundo.

Sus ojos brillaban como nunca, cegado por la hermosura frente a él.

-Te amo más que a nada en el mundo –Sehun pronunció con toda la sinceridad del mundo – Te amo tanto, que te buscaré en la siguiente vida porque esta no me alcanzará para amarte.

Junmyeon lo miró conmovido, sintiendo su corazón vibrar y las mariposas llenar su estómago.

-Entonces también te buscaré, porque estoy seguro que no podría conocer la felicidad si no estás tú –contestó pegando sus frentes y abrazándolo más fuerte –Te amo tanto, con toda mi alma.

Se besaron lentamente, demostrándose con ese hermoso acto lo fuerte y grande que era su amor por el otro, sabiendo que habían nacido para estar juntos, hacerse mejores personas y, sobre todo, amarse y hacerse felices.

La vida no era perfecta, ellos ya habían conocido su lado desagradable y oscuro, pero ahora sabían que tampoco era mala, juntos seguían descubriendo lo hermosa y bella que podía ser. Quedaba mucho tiempo por recorrer, pero lo harían juntos, superando los nuevos obstáculos, alcanzando nuevas metas y sueños, llorando y riendo juntos y amándose como locos.

-Estarás conmigo siempre, ¿verdad?

-Nací para estar contigo Sehun, eres mi destino, en esta y todas las vidas que puedan existir.

-Te amo, mi conejito hermoso.

-Yo también te amo bebé.


La vida también puede ser hermosaWhere stories live. Discover now